Re: ¿Diferencias salariales entre sexos? Sí.El problema es el camuflaje del maltratador.Mala y masoca si, no idiota.
Estamos haciendo el ridículo de forma deliberada e innecesaria, hagamé caso. La PUBLICIDAD es sexista, machista, manipuladora y el CINE refleja la realidad, y la realidad siempre supera a todo lo imaginable,como cuando vemos y promocionamos la Tele BASURA o reality show. El problema de añorar tiempos anteriores, es que la nostalgia emborracha su mensaje. La publicidad y el cine son medios DELIBERADAMENTE establecidos para engañar y manipular y solo existirá su censura para proteger a minorías de edad inmaduras, entre las que a pesar de añorar tiempos anteriores, en los que la mujer tenía que pedír consentimiento al marido para todo y el derecho de pernada exístía sin ninguna protección legal, la mujer es ahora perfectamente capaz, y no hace falta ofenderla con provocaciones fuera de tono, de que consiente, cuando encima pretenden ayudarle y ponerse de su parte como en el caso de la novia de Puerta. El problema es que antes, en la censura, se decían las cosas de forma muy sutil y no directa y existía la hipocresía colectiva de aparentar una cosa muy bonita (como hace Disney) y sin embargo era falso porque eso no existía en la vida privada de las relaciones contractuales,sino una desregulación y falta de normativa que creaba un abuso de facto y de iure y un infierno en el que no se podía, ni quería entrar. Se puede criticar lo explícito, evidente y manifiesto, pero no podrá hacer nada frente a una legislación que proteja al débil, por mucho de que presuma de que la culpa es siempre de la víctima. Mire la publicidad vintage, sino produce mayor sonrojo y sin embargo ahora no podrá quitarse de encima la protección de iure que proteja a las desigualdades de facto que su defenda numantina, demuestra que algo de efectividad deben de tener y no es todo desregulación, ni todo es pleito y conflicto irreconciable entre sexos: --------------------------- La publicidad actual puede resultarnos sexista –y lo es- pero hace medio siglo alcanzó sus máximas cotas de vejación para con la mujer. Paradójicamente, coincidió con las primeras oleadas de la llamada “liberación de la mujer”, el protofeminismo que empezaba a darse en los países occidentales que se subían al tren del “progreso”, con España varios vagones por detrás. Anuncios como el de AEG o este otro de planchas Solac siguen el patrón marcado por el estereotipo social de los años 50 en EEUU: “El rol masculino del que trae el dinero a casa frente al rol femenino de la que compra lo imprescindible para el hogar”, según analiza Joaquín Montaner, de Consume Hasta Morir, en su estudio ‘Publicidad machista’. Coherentemente con este rol pasivo y complaciente, la mujer del anuncio suele ser víctima una notable incapacidad para manejarse en la vida, entender los nuevos aparatos o incluso desenvolverse en la cocina, su territorio soberano. “Tarde o temprano tu mujer te llevará a casa”, reza el eslogan de un Volkswagen Escarabajo de los años 70. “¿Esto es un ordenador?”, se pregunta la secretaria (rubia) sentada junto a un mamotreto con aspecto de máquina de escribir con atisbos de inteligencia (la máquina). Anunciante: Mini Cooper. Año: 1960’s. Sólo para ellas: Una enjoyada mujer con cara de pánico y un eslogan que no deja lugar a dudas: “El Mini Automatic. Para una conducción básica”. nunciante: Ketchup Alcoa. Año: 1953. Sólo para ellas: Un mensaje en la línea más misógina de ‘Mad Men’: “¿Quieres decir que una mujer puede abrirlo?”. Anunciante: Relojes IWC. Año: 1970’s. Sólo para ellas: Brillante doblete extraído de una revista española, de la época en que las mujeres eran el pimpampún de la casa. En el sentido más amplio. Anunciante: Mini Datacomp. Año: 1970’s. Sólo para ellas: “¿Esto es un ordenador?” Se pregunta la secretaria rubia, valga la redundancia, ante un mamotreto surgido del pleistoceno de la informática. “Puedes apostar que sí, dulce operadora de Telex”, responde la voz, indudablemente masculina. Anunciante: Dormeyer. Año: 1952. Sólo para ellas: Un copy para enmarcar: “Esposas: Observad este anuncio con detenimiento. Señalad los productos que deseáis para estas Navidades. Enseñádselo a vuestros maridos. Si no van inmediatamente a la tienda, llorad un poco. No mucho, sólo un poco. Irán, irán”. http://blogs.publico.es/strambotic/2014/05/publintage/
------------------------ No hay marcha atrás y no haga sarcasmo y mofa, de que los jueces y tribunales puedan entrar en la vida privada, sea conyugal o laboral para ordenarlas y el legislativo regularlas, no es absurdo, porque no afecta a las relaciones libres, ni las perturba, sino que las complementa. La nostalgia es un licor muy caro, siento que te extraño ----------------------- El problema de la necesaria censura no está en lo explícito salvo protección de minorías, sino en lo que lleva a ENGAÑO O ESTAFA porque no está claro y lleva a confusión. Un saludo