Un millón de pensiones más que cuando empezó la crisis
El sistema de pensiones sigue creciendo según lo previsto por el envejecimiento de la población española y por el efecto de la crisis, que ha llevado a muchos trabajadores a jubilarse de forma anticipada ante la imposibilidad de seguir ocupados.
De hecho, durante los siete años que dura ya la crisis económica (2008-2014) la Seguridad Social ha ido reconociendo pensiones de todo tipo hasta sumar un millón más. Así cuando arrancó 2008 el Ministerio de Empleo abonaba 8,33 millones de pensiones a 7,58 millones de pensionistas (hay alrededor de un millón de pensionistas que cobran más de una pensión). Y en la actualidad, siete años después, se abonan 9,27 millones de pensiones a 8,42 millones de pensionistas, lo que supuso un incremento de 11% en ambos casos.
Sin embargo, este crecimiento de pensiones, pensionistas y, por ende, del gasto en prestaciones, no solo no se ha visto acompañado de un aumento del número de cotizantes al sistema –que son los que pagan las prestaciones con sus cotizaciones a la Seguridad Social– sino todo lo contrario. El número de afiliados al sistema se ha recortado un 7,7% desde 2008.
Los cálculos apuntan que la Seguridad Social no volverá al superávit hasta 2020
Esta situación ha llevado el ratio que mide el número de afiliados (cotizantes) que ingresan dinero en el sistema por cada pensionista, que no ingresa y además cobra, haya caído a finales de 2014 a su nivel más bajo desde el año 2000.
En concreto ahora se contabilizan 2,25 cotizantes a la Seguridad Social por cada pensionista, frente al máximo de 2,71 que llegó a tener el sistema en diciembre de 2007, justo antes de iniciarse la crisis.
Según los expertos, si esta ratio se sitúa por debajo de los 2 cotizantes por pensionista el sistema de reparto en cuestión se hace del todo insostenible financieramente. Y esto es precisamente lo que le está ocurriendo al sistema español. Cuando el Ministerio de Empleo elabora esta ratio, lo hace incluyendo entre los cotizantes (aquellos que pagan) a los parados que tienen una prestación contributiva, ya que el Estado cotiza por ellos a la Seguridad Social mientras están cobrando esta ayuda.