Es una subvención que establece el gobierno actual en los presupuestos generales de este año y ya estan imPUTAndoselo a la herencia recibida (exceptuando los gobiernos que no interesa).Muy buen intento.
Con la salida de la crisis no es igual, aquí la herencia recibida no interesa por los manipuladores.
Podría poner más legislación sobre el deficit tarifario, pero la demagogia de otros vende más sobre culpabilidades psicopatas y vamos a hacer un poco de instrucción basica:
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La factura de la luz incluye 2 grandes conceptos que son fáciles de entender:
Potencia (kw): es el término fijo, depende de los kW contratados y lo pagas aunque no enciendas nunca la luz.
Consumo (kWh): es el término variable, depende de tu consumo de electricidad.
A partir de aquí la ecuación se complica ligeramente:
Lo que pagamos por la energía: la comercializadora compra la electricidad para venderla a sus clientes al mejor precio posible y teniendo en cuenta la competencia. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) calcula que supone el 37,48% de la factura.
Lo que pagamos por los peajes: también se llaman tarifas de acceso y los fija anualmente el Ministerio. Da igual con qué compañía estés porque tienes que pagarlos de todas maneras. Según la CNMC es el 41,14% de la factura. Este dinero lo recaudan las eléctricas y luego se lo dan al organismo regulador para que lo distribuya.
Impuestos: suponen un 21,38% de la factura. Aquí está el IVA, el impuesto sobre la electricidad... y el alquiler del contador.
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Recientemente el Ministerio ha reducido la cuantía de algunos de los conceptos que forman los peajes. Por un lado, los consumidores lo agradecen. Por otro, es inevitable preguntarse por qué hemos estado pagando más.
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Déficit de tarifa.
El déficit de tarifa o déficit tarifario, en el sector eléctrico español tiene su inicio en el año 2000 y hace referencia a la diferencia entre los ingresos que las empresas eléctricas españolas perciben por los pagos de los consumidores y los costes que la normativa reconoce por suministrar electricidad. La deuda por el déficit de tarifa eléctrica en España superó la cifra de 30.000 millones en 2014.
Liberalización del sector
Desde la liberalización se comenzó a aplicar por parte de los gobiernos del PP presididos por Jose María Aznar (continuada por los gobiernos socialistas presididos por Jose Luis Rodríguez Zapatero y por el gobierno del PP de Mariano Rajoy Brey) una política de congelación de la tarifa de la luz al margen de los costes declarados de la energía, que se transformó en "deuda" del Estado para con las empresas productoras de electricidad.
Este déficit de tarifa habría ido en aumento en los últimos años hasta alcanzar la cifra de 30.000 millones de euros en 2013. Uno de los principales contribuyentes al crecimiento del déficit tarifario, es la moratoria nuclear (suspensión temporal del desarrollo de políticas de construcción y puesta en marcha de centrales energéticas de fisión atómica -centrales nucleares-), mediante la cual las centrales eléctricas siguen recibiendo grandes ayudas anuales, pese a estar ya amortizadas. Su contribución al déficit de tarifa asciende hasta los 4.000 millones de euros (17% del total).
Errores de estimación y decisiones políticas
Las diferencias entre la recaudación por tarifas integrales y de acceso y los costes reales de las mismas se originan básicamente de dos maneras:
errores de estimación (diferencia entres los costes reales del suministro de la energía y las previsiones realizadas al inicio del año por el Gobierno)
decisiones regulatorias del gobierno
La mayor parte de los costes que determinan las tarifas son previsiones. Dos ejemplos son
a) el coste de adquisición de la energía, por parte de los generadores, para el suministro a los consumidores acogidos a la tarifa integral y
b) el coste de la producción del Régimen Especial, que recibe primas.
Los errores de estimación crearían un déficit coyuntural y no estructural, ya que las previsiones podrían serlo en cualquier sentido -positivo o negativo- y a largo plazo el déficit promedio tendría a ser nulo. Sin embargo, es el Gobierno el encargado de aprobar las tarifas eléctricas en cada periodo marcado. En 2000 sus responsables aprobaron unas tarifas que no incluían todos los costes que las compañías eléctricas aseguraban tener. Ese fue el comienzo del déficit de tarifa, una especie de deuda aplazada de los consumidores con las empresas eléctricas. Su objetivo inicial: mantener bajos los precios de la electricidad y evitar efectos negativos en la inflación, la competitividad, así como desgaste político.
Josep Piqué, ministro de Industria en esa época, justificó la medida en la mala situación económica del país señalando que tenía carácter temporal. Sin embargo, los sucesivos gobiernos han mantenido esta decisión, independientemente de la situación económica, por lo que el déficit de tarifa ha ido aumentado año tras año, llegando en 2014 a más 30.000 millones de euros.
Esta forma de proceder por parte de los gobiernos ha dado lugar a un déficit estructural cada vez más elevado y difícil de mantener, que tiene efectos sobre el desarrollo de la competencia en los mercados y sobre las señales económicas que reciben generadores y demanda. El déficit no es otra cosa que una deuda del Sistema (es decir, de los consumidores) con las empresas que aportan la financiación del citado déficit. Por lo tanto, requiere recursos financieros para cubrir la diferencia entre los ingresos de las empresas y los pagos realizados por los consumidores presentes.
Los recursos financieros para realizar estos pagos se obtienen, con la garantía regulatoria expresada en un Real Decreto, a través de la promesa de que serán recuperados en el futuro mediante recargos sobre las tarifas de acceso a las redes. Este proceso es el que se conoce como financiación de déficit (el método por el cual las empresas pueden adelantar los fondos necesarios para cubrir estos costes sin afectar al normal funcionamiento de su actividad es la cesión a terceros de estos derechos que, a cambio, entregan a sus titulares el valor presente de los flujos futuros esperados a un determinado tipo de descuento. Con la regulación del déficit ex – ante, introducido en 2007, supuestamente la inflación del déficit es externalizado directamente a empresas con mayor vocación financiera).
La insostenibilidad del creciente aumento del déficit tarifario exigiría una reforma que termine con la retribución excesiva y no justificada que los consumidores pagan por la electricidad generada en las centrales nucleares e hidroeléctricas.
https://es.wikipedia.org/wiki/Déficit_de_tarifa
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Más libertad a empresas y que lo paguemos todos como contribuyentes o como consumidores de electricidad.
¿Donde esta el problema real y la demagogia (año 2000 con Aznar) en 30.000 o en 411 que ha presupuestado este gobierno y no otro?
Come Libertad (de las electricas) ¿Liberalización para quién?
Un saludo