Buenas, Madoz.
Como puedes comprobar una y otra vez, todo un placer debatir contigo.
Tranquilo, no te desazones por mi, aunque agradezco sobremanera tu preocupación.
Ya logré mi plaza pública (no con cuestionarios como sugeriste, sino en la feria junto con la chochona y el perrito piloto como te indiqué) y la abandoné sin ningún temor para mejorar en todos los ámbitos mi carrera profesional y personal, así que no tengo ni pizca de envidia ni he que esperar a que Montoro me suba el sueldo o me pague un curso.
Como volvemos de nuevo con el tema de los funcionarios y las cesantías, recurramos de nuevo a la maldita hemeroteca que acaba colocando sistemáticamente a cada uno en su sitio; esta misma discusión la tuvimos en septiembre del 2017 así que te vuelvo a dejar el mismo mensaje de la vez anterior:
"Soy precisamente de aquellos que han defendido desde siempre a los funcionarios, aunque para entender eso sólo hay que leer sin obcecación política. Para sostener dicha afirmación y consolidarla con argumentos objetivos no hay nada más que echar mano de la maldita hemeroteca y repasar lo que expresa cada uno desde tiempos inmemoriales; voy a recuperar dos respuesta mías del 24-11-2012 (nada menos) contenidas en el hilo "Otro Real Decreto. (Especial Funcionarios)", que vienen al pelo para clarificar las posiciones de cada uno, así como las formas de expresarlas (con respeto, o en su total ausencia):
https://www.rankia.com/foros/economia/temas/1567113-otro-real-decreto-especial-funcionarios?page=8
Respuesta #57:
"Mucha gente sigue viendo a funcionarios y autónomos como los demonios que expolian la riqueza colectiva y destruyen el estado de bienestar, al estar en posesión de dones y poderes cuasidivinos. ¿No será como dice Ankaser "que existe mucha envidia en este país"?.
Si tan altas gracias disfrutan éstos, que aquellos hubieran tenido las criadillas de haber estudiado la correspondiente oposición (cuyo acceso es libre y universal), o hubieran iniciado su propio negocio (también de acceso universal y libre) asumiendo la total responsabilidad de su trabajo. Sólo se precisa esfuerzo y responsabilidad.
Tan digno es ser funcionario o autónomo, como trabajador por cuenta ajena; y todos ellos deben desempeñar su labor con compromiso y afán.
No escarmentamos y seguimos lanzándonos dentelladadas como animales indómitos entre nosotros mismos, siendo cada vez más incapaces de reflexionar y pensar de forma independiente. sin repetir como papagayos proclamas y consignas de otros ("divide et inmpera").
Mi firma es "Respeto-Esfuerzo-Educación-Responsabilidad" (con mayúsculas, como si fueran nombres propios, pues son normas primordiales de convivencia que todos debíamos seguir); no obstante, me planteo muy seriamente el añadir una quinta: Juicio.
http://www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es=juicio
Parece que el ser humano en su evolución, más bien involución, está perdiendo esta capacidad."
¡¡¡No se vayan todavía, aún hay más!!!.
Respuesta #64:
"Una de las "gracias divinas" que se quiere quitar a los funcionarios es la inamovilidad (que el funcionario no pueda ser despedido).
Debemos resaltar que esa característica (la inamovilidad) es una de las bases del estado de derecho, pues posibilita el control de los gobiernos por parte de un grupo de trabajadores del estado que desempeñan su labor con imparcialidad y objetividad, independientes de los vaivenes políticos de los dirigentes; ¿qué podemos esperar si a los funcionarios se les puede despedir libremente y se les cambia con el gobierno de turno?.
Antiguamente regía en la función pública el "spoil system" (sistema de despojos) que se basaba en el cese de los funcionarios del régimen político anterior, para colocar a los del nuevo; viva la libertad.
Todo lo anterior no excluye que los funcionarios deban desempeñar su labor de forma adecuada, controlando sus funciones-horarios... y no permitiendo que se apoltronen en sus plazas."
Y ya que se nombran las cesantías, resulta que los demás también tenemos conocimiento de las mismas y su funcionamiento; un pequeño extracto de otra respuesta mía (nada menos que del 24-11-2012):.
"Magnífica la referencia que haces de las cesantías, palabra ya olvidada y desconocida por casi todos, jóvenes y mayores, pero que evocan otros tiempos, otros siglos, otras formas de entender el poder y la relación del estado con los trabajadores, hacia la que nos dirigimos de nuevo a paso más raudo que la legión."
https://www.rankia.com/foros/economia/temas/1796840-expertos-generalitat-proponen-prescindir-mayoria-funcionarios?page=2
Hala, para variar, ya está cada uno donde le corresponde.
Y como colofón, como siempre, un artículo de personas que piensan con la cabeza, que evolucionan, que no se quedan anquilosados en el pasado ni en la silla fija; estupendo artículo de Xavier Marcet:
TIENE REMEDIO LA ADMINISTRACIÓN
Las administraciones no tendrán más remedio que adaptarse a un mundo que cambia aceleradamente. Sirvan como ejemplo de aceleración, AirBnB o Uber, fenómenos muy recientes pero con alto impacto. ¿podrá una administración pensada como una máquina para gestionar certezas y estabilidades adecuarse a un mundo de incertidumbres y volatilidades? Lo deberá hacer si no quiere perder su misión última: servir bien a los ciudadanos.
Para hacerlo deberá aprovechar su mejor talento. Aquellos más comprometidos y capaces para que lideren un cambio que también debe ser en clave personal. Es hora de aprender mucho y desaprender más, también en las administraciones. Los que conseguirán adaptar la administración son esta parte de gente más innovadora y emprendedora, esos profesionales que no quieren sentir la incomodidad de pertenecer a organizaciones que perdieron el tren de la actualización. Y seguramente se encontrarán delante a otros que se especializaron en perfeccionar la queja, en recordar todo lo que es imposible y en encontrar a todos sus jefes malos o peores.
En mi experiencia la gente que hay en las administraciones no es tan distinta a la hora de innovar o cambiar con la que encuentro en la empresas. Tampoco lo es su valía. La teoría de los tres partes funciona en ambos casos. Una parte de gente de talento que da resultados por encima de la media, una parte de gente de resultados y compromiso mucho más oscilante y una parte de personas que nadie sabe cómo pudieron entrar pero que todo el mundo sabe que no se irán nunca.
Las administraciones pueden adaptarse. Lo han hecho en muchos casos y lo volverán a hacer. A lo que uno viaja se da cuenta de que no tenemos administraciones que sean un desastre aunque tengan mucho margen de mejora. Algunos servicios como el de la tele asistencia para gente mayor son ejemplos de lo que es el valor público. Soluciones como el bicing fueron en su momento muy innovadoras. En los años noventa las administraciones encajaron el impacto de Internet y ahora volverán hacerlo pero con mucha más demanda social que entonces y con unos ciudadanos situados en el centro del tablero.
Las administraciones deberán superar grandes desafíos para esta adaptación. Algunos tendrán que ver con la política, tan faltada de talento y tan desprestigiada por los casos de corrupción. Otras con la falta de recursos, especialmente acuciante desde la crisis económica. Otras con gobernanzas llenas de carencias. Sin duda son factores clave, pero hoy quisiera añadir otros acentos quizás menos repetidos.
1.
El Talento. La quiebra en la fluidez de talento es muy grave en las administraciones. Las organizaciones que gestionan bien el talento lo hacen fluir, entra y sale gente. Hoy de las administraciones no sale ni entra nadie. Que no se incorporen estas generaciones de jóvenes preparados, formados en el paradigma digital y socialmente comprometidos a las administraciones, es un gran desastre. La gente con experiencia necesita estos jóvenes como el agua, y viceversa. La transformación digital es mucho más difícil en organizaciones dónde no fluye el talento.
2.
Las culturas bloqueadas. Siempre hay excusas para no cambiar y poner por fin a los ciudadanos en el centro y adaptarse a sus necesidades. Ya no son los ciudadanos que deben adaptarse a las administraciones, son éstas las que tienen que cambiar, ser mucho más flexibles e innovadoras. Definitivamente el modelo de funcionario del siglo XX no resistirá en el siglo XXI. En un mundo de trabajo líquido las administraciones no serán inmunes y no resistirán con patrones profesionales propios de un mundo que se desvanece. Hay que desbloquear esas culturas tan corporativistas que dejaron de mirar al mundo que cambia y solo tienen ojos para si mismas.
3.
Las inercias escleróticas. Las estructuras lentas e inerciales de las administraciones son todo lo contrario de la agilidad. No hay capacidad de desburocratización. Veamos un ejemplo. El necesario énfasis en la transparencia está reburocratizando las administraciones. Hay poca capacidad de innovar.
El desarrollo del Big Data, la inteligencia artificial , la robótica, la impresión 3D, la realidad virtual y sobretodo el Blockchain posibilitarán nuevas formas de crear valor público con grandes beneficios para los ciudadanos. Permitirán tomar decisiones de otra calidad, de un modo distinto. Y necesitamos administraciones que puedan aprovechar todo este potencial. De todas estas tecnologías el Blockchain tendrá un alto impacto en la administración. Es la primera tecnología que puede realmente disrumpir la administración y ser una herramienta de lucha muy eficiente contra la corrupción ( aunque nunca hay que subestimar la condición humana).
Una sociedad que deberá enfrentar retos mayúsculos como el sostener grandes longevidades en un mundo con menos trabajo disponible, o como todos los desafíos derivados del cambio climático, no puede tener administraciones que no aprovechen todo el potencial de las tecnologías 4.0. Es hora de cambiar, sin dramas, pero con convicción. Ya no podemos continuar confundiendo estrategia y planificación, ni modernización con innovación, ni talento con escalafón . Todo esto es demasiado serio como para dejar la administración solamente a la administración.
http://www.xaviermarcet.com/search?updated-max=2017-08-01T07:36:00%2B02:00&max-results=10&start=4&by-date=false
Saludos adaptándose mediante talento y evitando culturas bloqueads e inercias escleróticas.