Cerrado el espacio aereo en España.

atempera tu ira...no te ofusques...no les des esa alegría...

Gobernar no saben, pero son unos verdaderos expertos en el arte de la manipulación y con el beneplácito de todos los medios de comunicación.

Tendremos suerte si al final no vuelven a ganar las elecciones.

No pueden volver a ganarlas: Nuestro sistema lo establece de modo inapelable; en períodos de cuatro años te morderá el perro hasta que se pase de mordida, en cuyo caso pasará a morderte la perra durante el mismo tiempo hasta que se pase de mordida y vuelva a morderte el perro... y así sucesivamente en periódica pura.

Estos saben que las próximas elecciones las perderán, por lo tanto dejaran el país totalmente arruinado, de forma que el que venga detrás lo tenga mas difícil de solucionar

pues ya no soy solo el que lo afirma...algunos hablan que su Rubalcaba quiere ser presidente que no nos roben la posibilidad de botarlo o votarlo....Saludos...

Pues pedir publicas disculpas por haberme llevado por el impulso al insultar a unos y a otros...

pues parece ser que los damnificados por la postura absurda de los controladores los ciudadanos...seran los que tengamos que pagar la falta de gobernanza del gobierno al no haber solucionado este problema después de tantos años...

Los políticos siempre tienen la sartén por el mango. Todas las huelgas, legales o ilegales, son susceptibles de manipulación política; de manera que basta cualquier declaración pública de un político bien informado, hecha demagógicamentre, para que los huelguistas sean carne de cañón y mal vistos por los ciudadanos.¿Qué diríamos de una huelga convocada por policías que piden el abono de sus horas extras o sus noches de servicio o domingos o festivos?, ¿qué diríamos de la huelga convocada porque las enfermeras o médicos piden aumento de sueldo?. Seguramente la gente exclamaría airada que ya ganan bastante en comparación con muchos otros trabajadores. Y quizá no les faltaría razón.
En las convocatorias jamás hay que hablar de dinero sino del incremento y mejora de los recursos materiales o humanos que permitan una mejor atención a los clientes, es decir, a los ciudadanos. Eso sí lo aprueba la gente. Y, además, lo entiende perfectamente.
Por eso, cuando los controladores exponen sus exigencias, basadas exclusivamente en la disminución de 1650 a 1260 horas/año de su horario laboral sin disminución de sus honorarios, la gente entiende perfectamente que lo que persiguen es seguir cobrando el mismo salario pero con casi 400 horas menos de trabajo al año, lo que supone un incremento salarial encubierto, al mismo tiempo que esa disminución les permitiría seguir haciendo horas extraordinarias y cobrarlas aparte de su sueldo. Y ésto la gente también lo entiende.
Por eso los ciudadanos nos sublevamos ante la actitud prepotente de los controladores. Sn embargo, nadie pone en duda su responsabilidad en la seguridad aérea y que no deben estar sometidos a excesivo stress porque podría revertir en una catástrofe con pérdida de muchas vidas humanas.
Por tanto, parece claro que nadie aprueba las reivindicaciones de los controladores, especialmente cuando ni siquiera han convocado ninguna huelga.
Dicho ésto, yo me permito reflexionar sobre sus sueldos. Y llego a la conclusión de que los políticos nos han hecho ver la exageración de sus salarios con el objeto de provocar el rechazo general hacia este colectivo. Y estoy convencido de que la mayor parte de políticos de este país, con escasa o prácticamente nula responsabilidad en su gestión, se permiten cobrar muchísimo más que este colectivo. Por eso soy de la opinión que hay que controlar a los controladores aéreos, pero muchísimo más dificil nos resulta controlar los sueldos y privilegios de nuestra casta política. La primera tarea ha resultado muy fácil, pues ha bastado con promulgar un decretazo y militarizar a los revoltosos; pero la segunda opción no nos permite militarizar a nuestros políticos.
¿Quién controla al controlador de los controladores?. Por mí, les pueden ir dando por el ojalillo trasero. Hay mucha miseria en este país, mucho paro, mucho pobre, mucha criminalidad, mucho desorden, mucha subvención, mucha corrupción, mucho descamisado y demasiado hambriento para que los políticos me coman el coco con sus sinvergonzonerías.
El vicio de ver la paja en el ojo ajeno y no llegar a pecibir la viga en el propio. Saludos a todos.
PD.- Os saludo a la vuelta de mi viaje. ¿Se nota que vengo de mala leche?