¿No te parece curioso que se acuda sin complejos a solicitar capital externo para financiar castillos en el aire y que después se eludan las obligaciones contraídas y se repudie al sistema financiero internacional cuando lo que toca es devolver lo prestado?
Cuando alguien decide libremente contraer deudas se convierte en esclavo de las mimas y es ese alguien el principal responsable de la situación creada. A nadie obligan a endeudarse, así que lo de buenos y malos puede tener diversos puntos de vista.
Tampoco me voy a convertir ahora en defensor del FMI, ni creer que es todo bondad. Pero una cosa si es cierta: el FMI no llama a la puerta de nadie sin que antes el afectado requiera su presencia.
Una forma de mirar por los ciudadanos es cumplir con las normas internacionales ratificadas por el país, en lugar de actuar a capricho. De lo contrario lo que se conseguirá es quedar instalado en la autarquía más absoluta y eso no va a reportar ventaja alguna a los ciudadanos a los que se pretende proteger; más bien todo lo contrario.
Según las leyes internacionales los primeros que tienen que cobrar son los impositores, sean de donde sean y hasta donde llegue, el resto se pondrán a la cola y si no hay se quedarán sin cobrar.
Si quiebra un banco español se deberán atender sus deudas con la venta ordenada de sus activos y en el orden establecido por la ley que el Estado Español se haya dado, empezando por los impositores y sin establecer distinciones de nacionalidad. Si con la venta de los activos del banco no es suficiente, se deberá acudir al Fondo de Garantía de Depósitos que para eso está y con los límites que la ley establezca. No vale pasarse las leyes por el forro cuando no convienen, salvo que se quiera ser estado bananero.
Además de todo eso deben exigirse todas las responsabilidades que mencionas.
Y sobre si el estado islandés tiene alguna responsabilidad en el asunto, pues va a ser que sí, porque es cómplice de la situación creada al hacer la vista gorda, mirar para otro lado porque le convenía la movida y decidió no intervenir a tiempo.
Que el ciudadano de a pie no tiene culpa de la situación creada, estoy de acuerdo, pero al final de una forma u otra todos acabamos pagando por las cagadas de nuestros políticos, aunque no les hayamos votado. Esa es la realidad nos guste o no.
Voten lo que voten ya están pagando y lo seguirán haciendo durante mucho tiempo de una u otra forma.