Yo voy más por la idea de cierta "inteligencia emocional" que creo que les falta a este grupo, hay que ser un poco más "listos" para conseguir cambiar algo. Es un error pensar que cuando una autoridad te ordena algo le debes obedecer dependiendo de si tu consideras que tiene razón o no. Esa esa la concepción errónea y poco práctica de la libertad. En un estado de derecho, cuando una autoridad legitimada te da una orden debes obedecer, y si no estás de acuerdo, ya reclamarás luego.
En el video de youtube que todo el mundo cuelga falta siempre el principio, en el que una masa de orangutanes vestidos de geyperman con porra se acumula en la Plaza de Catalunya. Ya no me meto en los modos, las maneras o las palabras que se utilizaron para pedir a los manifestantes que desalojaran la plaza, aunque a mi me parece que el tema de la limpieza y la champions era sólo una excusa. Incluso aunque no se verbalice, si una masa de antidisturbios carga contra ti y tú te quedas sentado, si te pegan un porrazo es porque eres un necio. No se verá a nadie pegándose con la policía en el video, pero para que la porra acierte con la cabeza tiene que haber cabeza.
Y, sinceramente, yo no vivo especialmente bien, pero tampoco mal, salgo a la calle en la provincia más pobre de España y aún así me parece que vivimos con cierto bienestar en un sistema menos malo; no me creo que ante la petición de un policía que te dice que van a limpiar una plaza y que si te puedes largar un momento, enfrentarse a las fuerzas del orden sea una "lucha libertaria en contra del Estado totalitario por el bien de la justicia y los derechos humanos". Que estamos en España, hombre, no en Burundi. Si te quedas a recibir palos es que tienes pocas luces, vete un momento, dale gusto a la policía (o disgusto porque se quedarían sin atizar) y luego vuelve (como volvieron, innecesariamente magullados).
Y deja el "no nos moverán" para otras causas.
Más que justicia o no en sus reivindicaciones, me choca la falta de inteligencia que veo en los modos y medios de los indignados; es como si vivieran en otra época. En España, si se quiere cambiar algo hay que hacerlo desde el sistema (aquí no estamos en el norte de África), hay que organizarse (en un partido político o en lo que sea) y hay que ser más hábiles.
Pegando voces y recibiendo ostias no se va a cambiar nada.