Sin ser una opinión experta, si una cantidad se puede considerar manutención no creo que debas preocuparte. Por ejemplo, si pagas los recibos de los suministros de electricidad, gas, teléfono y agua de un familiar, por ejemplo tus padres o tus hijos, porque están domciliados en tu cuenta no creo que debas preocuparte aunque queda registrado el pago. Si prestas a un amigo una cantidad que se pueda devolver en un año con su sueldo tampoco creo que tengas que preocuparte.
¿Cuánto pueden ser estas cantidades? Pues en el primer caso pueden ser 200 o 250 euros al mes, es decir, 2.400 o 3.000 euros al año; en el segundo, para un sueldo de 1.200 euros podemos pensar en 12 x 400 = 4.800. Estas cantidades son imposibles de controlar a no ser que se hago un esfuerzo desproporcionado de estimar el gasto real de la familia y los ingresos reales y comprobar que no hay capacidad devolución.
Lo que se persigue son cantidades de varias decenas de miles de euros que, al contrario que las otras, son difíciles de justificar si son falsas. No creo que Hacienda persiga a nadie por pagarle los suministros a un hijo o a un padre pero sí si tiene un nivel de vida injustificable con sus ingresos: coches de alta gama, segundas residencias, vacaciones caras y ausencia de declaración de ingresos con los que se puedan pagar.
Si un padre le presta ahora a su hijo sin esperanza de que este le devuelva nada (digo sin esperanza por la imposibilidad no sin intención) 6.000 euros para que acabe el año no creo que deba preocuparse. Si le presta 100.000 euros para que compre una segunda residencia porque la ve barata sí.
Y el asunto, sin entrar en la Ley sino con el sentido común, es que es muy difícil demostrar que no se devuelven 6.000 euros de 100 en 100 al mes porque la cantidad es muy pequeña. Por el contrario, es fácil argumentar que se devuelven 100.000 si no se ha hecho porque la pregunta ¿qué has hecho con el dinero? en el primer caso puedes decir que te lo has ido gastando en gastos cotidianos pero en el segundo eso es manifiestamente increíble.
Veámoslo de otra forma: si un señor compra la ropa de sus nietos, su material escolar, sus juguetes y les da de comer y cenar en su casa hasta que los recoge el padre de estos cada día y además toda la familia pasa los fines de semana y las vacaciones con los abuelos por ejemplo porque el abuelo es un ingeniero de 60 años que cobra 3.000 euros al mes y su hijo, también ingeniero, cobra 1.600 y el abuelo tiene gusto de que su familia disfrute y puede permitírselo, ¿cuánto gasta en un par de niños al años? 1.000 euros en material escolar + 12 x 250 en alimentación + 12 x 200 en ropa más 50 x 20 en caprichos + 1.000 en regalos varios, es decir, 8.400 euros. ¿Y quién va a decir a un abuelo con un buen sueldo que no dé de comer cada día a sus nietos, que no les compre ropa, que no les pague caprichos, que no les haga regalos, que no les dé dinero para salir los sábados y que no les pague el cine los domingos; es más, que no pague las vacaciones de la familia una quincena del verano?
Entonces, a mí entender, consideremos cantidades razonables y gastos razonables.