Esto es lo que hay que hacer para impugnar una ley, presentar un recurso de amparo. El recurso de amparo es una de las principales competencias atribuidas por la Constitución al Tribunal Constitucional, siendo el objeto de este proceso la protección frente a las vulneraciones de los derechos y libertades reconocidos en los artículos 14 a 29 y 30.2 de la Constitución originadas por disposiciones, actos jurídicos, omisiones o simples vías de hecho de los poderes públicos del Estado, las Comunidades Autónomas y demás entes públicos de carácter territorial, corporativo o institucional, así como de sus funcionarios o agentes. La única pretensión que puede hacerse valer a través del recurso de amparo es la del restablecimiento o preservación de los derechos o libertades por razón de los cuales se promueve el recurso. Pero para ello hay que agotar antes la vía judicial previa, o sea recurso ante el juzgado de lo civil, luego ante el superior de tu comunidad autónoma y después ante el Constitucional, ya que los anteriores, vista y examinada la demanda no se consideraran competentes a si mismos para dictaminar a esos efectos y remitirán a una instancia superior hasta llegar al Constitucional. Proceso largo, gravoso y costoso y sobre todo, sobre todo, que dejaría a muchos políticos con la cara roja de verguenza, si ello es posible en un político, sea el que sea.