El ahorro en la declaración de la renta tiene dos ramas. Por un lado, los Rendimientos del Capital Mobiliario (intereses de cuentas y depósitos, dividendos de acciones, rendimientos de Letras del Tesoro, etc.). Por otro, las ganancias y pérdidas patrimoniales (transmisión de activos como acciones, fondos de inversión, etc.).
Cada rama va por su lado, compensando pérdidas y ganancias y al final tienes un resultado. Si al final del recorrido, el resultado de una rama es positivo (ganas) y el de la otra negativo (pierdes), entonces la pérdida final de una rama se compensará con hasta un máximo del 25% de la ganancia final de la otra.
Ejemplo. A lo largo del ejercicio que estás declarando has vendido un fondo de inversión con unas ganancias de 2000 euros. Y también has vendido unas acciones de una empresa con una pérdida de 500 euros y otras acciones de otra empresa con una pérdida de 2500 euros. Por tanto, en tu rama de pérdidas/ganancias patrimoniales sale una pérdida de 1000 euros (2000 -500 -2500 = -1000).
Por otro lado, has percibido dividendos por un total de 500 euros e intereses de un depósito a plazo por otros 500 euros. Por tanto, en tu rama de Rendimientos del Capital Mobiliario ganas 1000 euros (500 + 500 = 1000).
Como la rama de Rendimientos es positiva y la patrimonial es negativa, se compensan 250 euros de la positiva (25% de 1000 = 250), contra la negativa. Por lo tanto, finalmente tus dos ramas quedarán así:
- Rendimientos: 750 euros positivos, por los que tributarás. - Patrimonial : 750 euros negativos que no puedes compensar en este ejercicio, pero que quedarán pendientes para compensar durante los cuatro ejercicios posteriores.