Buenos días.
Grecia ha vuelto a emitir deuda pública a largo plazo ésta semana, tras haber estado cuatro años condenada al ostracismo. El país heleno, doblemente rescatado en 2.010 y en 2.012, y con un impago parcial a sus acreedores, ha vuelto a los mercados tras su destierro con una colocación de bonos a cinco años mediante la que ha conseguido 3.000 millones de Euros y con la que ha acaparado una demanda total superior a los 20.000 millones. Y todo ello, a un módico interés del 4.95%, cuando en 2.012 el rendimiento de la deuda griega a ese plazo llegó a superar el 65%.
Todo un éxito, se dice, porque representa posiblemente el mejor símbolo del efecto de las mágicas palabras que el Presidente del Banco Central Europeo profirió en Julio de 2.012, cuando se comprometió a "hacer lo que sea necesario" para salvar el Euro. Con el paso del tiempo, ése mensaje ha servido para sellar el futuro de la divisa europea, devolver la confianza de los inversores a la Eurozona y reducir las brechas financieras que se habían abierto entre los países centroeuropeos y los periféricos. La emisión de Grecia así lo evidencia.
Sin embargo, según Mike Riddell, experto en renta fija M&G Investments... "La liquidez no es sustitutiva de la solvencia. No creo que Grecia sea solvente. La entrada masiva de inversión en bonos soberanos de Grecia no responde a una recuperación de la confianza en la economía griega ó el deseo del capital extranjero de entrar en Grecia para aprovechar oportunidades de inversión. Simplemente es dinero que sale de las bolsas y se va a otros activos occidentales evitando irse a los emergentes".
Saludos.