El comercio en Sevilla agoniza. Calles donde los locales vacíos se multiplican. Los carteles de “se alquila”, “se vende” o “se traspasan” se han convertido en una constante del paisaje urbano, sin olvidar los anuncios de las tiendas aún abiertas que advierten de ofertas de liquidación como prólogos de cierres definitivos. Esquelas de una actividad herida de muerte por el pitón de la pandemia. Y lo peor: las noticias actuales invitan a ser poco optimistas. La incertidumbre –ante los continuos rebrotes de Covid– dibujan un futuro poco esperanzador para un sector que, ligado al del turismo, vive uno de sus años más difíciles tras haberse logrado resarcir, a duras penas, de la crisis financiera de 2008.
Quién conozca Sevilla, la calle Tetuán que va de plaza Nueva a la Campana, es la calle comercial por excelencia. Durante muchos años la más cara de la ciudad. Poco a poco las grandes marcas están echando el cierre.
Si aquí cierran... Me asusta el percal.