Hay una gestora, de cuyo nombre no quiero acordarme, que llevamos usted y yo.
Es una gestora que se ha vendido muy por encima de sus posibilidades y, que atendiendo a sus resultados, a su oratoria, incluso a su imagen, alguno realmente tememos el haber dado con mera charlatanería con muy poco detrás.
Estaba despertando de una cabezada, que es cuando mejor se piensa, y lo he visto claro: están muy acabados a no ser que despeguen sin demora.
Su parroquia no entendería un giro en el sector de inversión después de tantos años vendiendo la moto. Lo "mejor" de todo es que se les está acabando el tiempo antes de tener que irse a casa o constatar que su palabra no vale nada.
Gafamés, tarde y mal, pero al menos ha demostrado tener palabra con la bajada de comisiones.