Ayer nos pegamos una caminata descomunal. 6 horas descalzo por la arena, aunque hoy andamos con los tobillos quemados :).
Vamos siguiendo todo el acantilado, que es impresionante. Salvo algún que otro nudista, no suele haber nadie. Lo que es el campo por encima apenas se ve. Merece la pena ir, desde Torre de la higuera hasta Cuesta Manelli y Rompeculos. Hay muchas aves totalmente confiadas, un placer. Una vez que vas dejando a la gente, claro.