En lugar de estar cayendo, el mercado en general estaba subiendo un 4%. Me quede impactado. Esto es porque yo no había experimentado una devaluación de la moneda antes en mi vida. Durante los días siguientes, buceé en lo que había ocurrido durante la historia y vi que en muchos casos en los que había habido devaluación de la moneda, los mercados habían respondido de forma similar. Adentrándome más en este estudio, entendí el porqué, y aprendí algo muy valioso que me ha ayudado muchas veces durante mi vida. Conforme pasaba el tiempo he ido sufriendo un par más de sorpresas dolorosas, lo que me llevó a darme cuenta de que necesitaba entender todos los grandes movimientos económicos y de mercados que han ocurrido en los últimos + 100 años en todas las grandes potencias mundiales.
En otras palabras, si algún importante y gran evento ha ocurrido en el pasado (como la Gran Depresión en la década de 1930), yo no podía asegurar que no me iba a ocurrir también a mí, por lo que tenía que aprender cómo y por qué había sucedido para poder enfrentarme a ello con éxito. A lo largo de mi investigación he ido observando que ha habido muchos casos del mismo tipo ocurriendo (por ejemplo, las depresiones) y que estudiándolas tal y como un doctor estudia una enfermedad en particular, podría ganar un entendimiento más profundo de como funcionan. La forma en la que he ido trabajando, ha sido estudiando los casos más importantes de algo en particular y, después, resumirlos todos en uno, a lo que he denominado un arquetipo. Este arquetipo me ayuda a ver la relación causa – efecto que conduce a entender como estos casos progresan normalmente. Después, comparo como estos casos transpiran en relación al arquetipo, para entender que causa las diferencias entre este caso en concreto y el arquetipo.
Este proceso me ayuda a refinar mi entendimiento acerca de las relaciones de causa-efecto hasta el punto de que puedo crear unas reglas de toma de decisiones en la forma de “Y si…”. Por ejemplo, si X pasa, haz la apuesta Y”. Después, observo como los eventos transpiran en relación al modelo desarrollado y lo que hemos esperado que ocurra. Esto lo hago de forma muy sistemática. Si los eventos ocurren como esperamos, seguimos apostando por lo que debería venir en siguiente lugar. Si, por otro lado, los eventos no ocurren como esperamos, intentamos entender los porqués y actuar en consecuencia.
Mi aproximación no es académica, se trata de una aproximación muy práctica que sigo con la intención de hacer mi trabajo de forma correcta. Como puedes observar, como un inversor macro global, el juego que juego requiere que entienda que es lo más probable que termine ocurriendo mejor de lo que lo hace mi competencia. De mis años peleándome con los mercados e intentando encontrar los principios adecuados para hacerlo bien, he aprendido que:
1) La habilidad de anticiparse y tratar con el futuro depende del entendimiento de las relaciones causa-efecto que hacen que las cosas cambien.
2) La habilidad de entender estas relaciones causa-efecto provienen del estudio del cómo y el porqué han ocurrido en el pasado
Cómo de práctica es esta aproximación puede verse medida por el rendimiento que ha obtenido Bridgewater durante las últimas décadas.
Esta aproximación afecta a cómo lo veo todo:
Habiendo hecho muchos estudios en la búsqueda de estos principios universales, he aprendido que la mayoría de las situaciones – por ejemplo, períodos de prosperidad, depresiones, guerras, revoluciones, mercados alcistas, mercados bajistas, etc. – ya han ocurrido en repetidas ocasiones a lo largo del tiempo. Las razones de base son básicamente las mismas, típicamente en ciclos, y habitualmente en ciclos que llegan a durar tanto o más que nuestra propia vida. Esto me ha ayudado a ver casi cualquier situación como “otra de esas situaciones”, exactamente igual que un biólogo, cuando encuentra una nueva criatura salvaje, y es capaz de identificar a que especie pertenece la criatura, pensar como “funciona” esa especie, e intentar tener esos principios universales para tratar de identificarla de manera efectiva.