Os paso la siguiente traducción de otro post de Ray Dalio. Hay que recordar que esto se aplica a EEUU. Podemos estar más o menos de acuerdo, pero las políticas en materia económica son mejores que las de España.
Las 3 grandes preguntas que debemos hacernos son:
1) ¿Cuál es el valor de la vida humana en relación a la actividad económica?
2) ¿Cuál es el valor de las necesidades y los bienes básicos en relación a los lujos?
3) ¿Quién debería y quien se beneficiará de todo el dinero que se está creando de la nada?
Los recientes cambios anunciados en política fiscal y monetaria producirán una gran cantidad de dinero y crédito que será genial para aquellos que no tengan suficiente dinero. Ayudará a muchos negocios que de otra forma tendrían que cerrar, hospitales y otras organizaciones necesarias, personas con insuficientes recursos para comprar bienes básicos, y, con el tiempo, respiradores y otros elementos necesarios para combatir el virus. Aquellas entidades que no estén en la lista del gobierno para ser ayudadas, o no sean lo suficientemente dignas de ese nuevo crédito porque las políticas fiscales y económicas no les llega a ellos, no serán capaces de ahorrar directamente. La emisión de moneda y crédito les devaluará y reducirá la posibilidad de deflación, que es una pequeña bendición, que por el momento hace más bien que mal. Pero, lo más importante es que todo este dinero no va a poder comprar tener interacciones normales de una forma sana. Por lo que, nuestras atenciones deberían centrarse en ello.
Nos enfrentamos a elegir entre tener un mayor crecimiento económico con mayor enfermedad y muertes o tener menos de todo ello. Aunque yo tenga mi propia opinión, dejaré que otros sean los que sopesen esa cuestión, que creo que debería de ser debatida abiertamente. Sin embargo, quiero resaltar que una cuestión igual de importante a la que tenemos que dar respuesta cuando consideramos como repartir los recursos, es si este dinero debe de ser gastado en lujos o en bienes básicos. Creo que todos deberíamos de ser capaces de estar de acuerdo en que:
- Los lujos no son tan importantes como las necesidades básicas.
- Que no es un problema reducir nuestros gastos en lujos y caprichos.
- Si hacemos un cambio de nuestros gastos en lujos y caprichos al gasto en necesidades básicas, hay suficiente riqueza para poder todos cubrir nuestras necesidades básicas.
Si todos estamos de acuerdo en ello entonces este debería de ser nuestro objetivo y deberíamos poner el foco en cual es la mejor forma de llegar a ello.
Presumo en que también podemos estar de acuerdo en que no queremos que los ricos se vuelvan más ricos de todo esto, y que aumenten su gasto en lujo mientras que los pobres sufren sin tener las necesidades adecuadas y mientras las deudas empiezan a aumentar y a pasar a la siguiente generación. En ese caso, debemos de pensar seriamente que tipos de crecimiento económico obtenemos a cambio de los costes de obtenerlo. Me preocupa que esto derive en una recesión económica que nos lleve a un terrible malgasto de dinero y, a su vez, termine en peleas improductivas acerca de como dividir la tarta. Creo que esta crisis ha creado la necesidad de mirar a como el capitalismo debería ser rediseñado para tanto incrementar el tamaño de la tarta como en dividirla bien, de manera efectiva en ambos casos.
Sueño con que un día podamos discutir esto bien de una forma abierta y bipartidista, y temo en que llegue un momento en el que nos tiremos al cuello del otro peleando para obtener todo lo que podamos. Por lo que creo que ahora es el momento de pensar seriamente acerca de como deberíamos comportarnos con los demás y repartir los recursos de forma apropiada.