Re: Cobas AM: Nueva Gestora de Francisco García Paramés
ARYZTA....
El descenso de producción y el cese de la premiumización ponen en alerta al sector de masas congeladas
La producción de la panificación en temperatura negativa baja por primera vez en 30 años
06/05/2020
El sector nacional de masas congeladas firmó en 2019 la primera caída en sus ratios de producción en la serie histórica, registrando un descenso en términos de volumen del 2,76%, lastrado por el retroceso del 4,28% en la producción de pan, según los datos que aporta la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (ASEMAC). Se trata, por tanto, del primer dato negativo en producción en los más de 30 años de trayectoria de la industria de la panificación en temperatura negativa en nuestro país, y no por ser previsible deja de ser clarificador sobre el contexto de consumo y los retos a los que se enfrenta la industria en el nuevo contexto de crisis. En conjunto, el sector alcanzó el pasado ejercicio una producción de 942.670 t, para una facturación de 1.376,9 M€, dato que si logra mantener la tendencia positiva, con un crecimiento del 1,44%, impulsado por el incremento del precio medio del producto, en respuesta al comportamiento inflacionista de la materia prima y, en segundo término, por la mejora en el mix de ventas.
Efectivamente, el comportamiento de la familia de pan condiciona la evolución del conjunto del sector, perdiendo más de cuatro punto porcentuales en su dato de producción (+0,5% en 2018), para alcanzar las 757.302 t, y cediendo también un 0,86% en su facturación (+1,06% un año atrás), para cerrar 2019 en los 848,39 M€. La nota positiva la pone una vez más el segmento de bollería (dulce y salada), que mantiene la escala en sus cifras con un crecimiento del 3,92% en producción (+4,8% en 2018), sumando 185.373 t, para una progresión del 5,36% en sus cifras de valor (4,8% en 2018), para cerrar el pasado ejercicio con una facturación de 528,52 M€.
¿Qué pasa con el consumo de pan y bollería?
Los datos de Asemac expresan, por un lado, el impacto de la progresiva disminución en el consumo de pan y bollería en España, que según la lectura aportada por el Ministerio para el consumo en hogar, se recortaba en un 0,8% para el pan y en un 1,7% para la bollería y repostería, hasta junio de 2019. Por otro lado, expresan también el agotamiento en la dinámica de trasvase de consumo desde el pan fresco al producto congelado, una tendencia se venía mostrando especialmente dinámica durante los últimos años en el canal foodservice, protagonizado por el segmento de la restauración organizada.
En lo referido al consumo en hogar, el trasvase a la temperatura negativa sigue determinado por el crecimiento del consumo en el canal de la distribución organizada, "el gran cliente del sector", que en el año móvil cerrado en junio de 2019 ganaba un 0,8% de cuota en volumen y un 1,3% en valor, para alcanzar ya el 58,7% del consumo total de pan en hogar. El canal de panaderías, por su parte, sigue en retroceso, cediendo en su cuota hasta el 31% del consumo. Si en distribución organizada es el segmento discount el que se mostraba más dinámico, impulsado por el mayor ritmo de aperturas, en el canal de panadería volvía a ser el segmento bakery coffee el que presentaba un mejor comportamiento, a pesar de firmar su segundo año consecutivo con menor número de aperturas en la serie histórica, en repuesta a un nivel de implantación adecuado a la demanda.
A pesar de continuar ganando peso en el conjunto del consumo de pan, los datos referentes a la demanda de pan en distribución organizada, aportados por Nielsen, también dibujan en 2019 una curva descendente, con un retroceso del 0,1%, menor que en años anteriores, minimizado durante el pasado curso por el incremento del precio medio en un 2,2%, lo que elevaba su ratio en valor de mercado a ritmo del 2,1%.
La industria de la panificación en el contexto Covid-19
Este contexto de consumo y el cambio de tendencia en los datos de ASEMAC ratifican la necesidad de la industria de masas congeladas de acelerar las tendencias actuales en desarrollo, tanto en materia de producto como a nivel industrial, para poder preservar una evolución positiva en el valor de mercado. De hecho, en eso viene trabajando la industria en esta última época, impulsando un nivel sobresaliente de inversión dedicada a la digitalización y automatización de sus plantas de producción, y, en paralelo, introduciendo progresivamente propuestas de mayor valor añadido en su portfolio. Desde la distribución, por su parte, también se ha venido trabajando en la misma linea. En eso ha consistido la transformación de las secciones de horno de las que venimos dando cuenta en los últimos años, así como el crecimiento del modelo bakery coffee. En definitiva, en acelerar un movimiento de upgrade en el surtido y en el modelo de venta de pan y bollería.
Y sin embargo, el nuevo filtro impuesto por la crisis sanitaria y económica provocada por la Covid-19 pone ahora en serio peligro la consecución de esta pretendida revalorización en las propuestas de la la industria y la distribución. La semana pasada, Jordi Gallés, presidente de Europastry, valoraba la nueva situación en un intervención en San Telmo Business School, afirmando que "esta crisis nos va a llevar a una recesión como la de hace diez años, y en este contexto es muy posible que la fase de premiumización que se ha venido impulsando durante los últimos años se vaya, que desaparezca durante un tiempo". Gallés señalaba también a la reducción del turismo como un elemento decisivo en esta nueva etapa y por su influencia en la industria de alimentación y bebidas, y en concreto en la industria de la panificación.