Los planes de pensiones no son en sí mismo un engaño, pero son usados de forma engañosa. Si te fijas, el 90% de los planes de pensiones no te venden lo buenos que son gestionando tu dinero, sino las desgravaciones fiscales que te ofrece el gobierno. Es decir, el punto fuerte de venta del producto es una "ventaja" fiscal que no ofrecen ellos, sino Hacienda, por lo que no se molestan en ofrecer un producto de calidad con una buena gestión. Ahí nos encontramos con la principal desventaja de los planes de pensiones: hay muy pocos productos que merezcan la pena.
El ahorro fiscal es una ventaja relativa. Hay que tener en cuenta que la desgravación se produce ahora, pero cuando rescates el plan de pensiones tendrás que cotizar por lo que has desgravado. La ventaja entonces de un plan de pensiones no es el no pagar impuestos, sino que vas a poder diferir su pago en el tiempo. En tu caso, el Estado te está "prestando" 300 euros por ahora, que tendrás que pagar más adelante. El problema es qué haces con esos 300 euros. Para obtener la máxima rentabilidad, lo ideal sería re invertir esos 300 euros en otros productos de inversión. Esa es la gran ventaja de los planes de pensiones. Que dispones de dinero extra para generar más rentabilidad a futuro, pero siempre teniendo en cuenta que es un dinero prestado que tendrás que devolver en el futuro.
Si encuentras un plan de pensiones que es decente y sabes que el dinero no lo vas a necesitar hasta la jubilación, un plan de pensiones puede ser un buen complemento de inversión. Eso sí, todo es cuestión de hacer números.