Hay cosas que no se suelen contar sobre los índices.
Una es que se cumple el Principio de Pareto. O, lo que es lo mismo, que el 80 % de las empresas que componen un índice grande en número de componentes (500 en el caso del S&P500), no suman sino que restan a la rentabilidad. La inversa también es cierta. En el caso de que la cosa vaya para abajo es el 20 % de las empresas del índice la que lo tiran para abajo. En términos marineros, el 80% de las empresas de un índice es peso muerto. El optar por un índice tres veces mayor que el S&P500 basado en los mismos principios, como el World, lo único que consigue es agudizar el efecto estadístico.
Lo peor del asunto aparece cuando los índices sufren deformaciones elefantiásicas por el crecimiento desmesurado de algunos de sus componentes. Solo 6 empresas suponen el 20 % del S&P500, lo que aumenta el riesgo significativamente, mientras que el peso muerto no aporta diversificación real.
Por lo tanto, no. No prefiero el World. Fijémonos en que toda la narrativa de la indexación se basa en los grandes números. Yo lo que prefiero es salirme de la estadística de los grandes números.
Tampoco soy de los de irse al mercadillo a comprar un saldo y esperar que después el mundo descubra que el libro que he comprado por un euro es un incunable y me pague 1000 en una OPA. Después tengo que encontrar otro libro, y luego otro, y tener una biblioteca entera de libros a euro esperando que todos se conviertan en cisnes.
No. Yo prefiero bucear para ver quien lo hace mejor, por qué lo hace mejor, y por qué es razonable esperar que lo siga haciendo mejor. Y comprar eso a un precio razonable. Por ejemplo, Coca-Cola está en todo el mundo, ha superado guerras mundiales, recesiones de todo color y condición, y ahí sigue. No es la que más gana, pero gana, y es de las que menos pierde cuando todos pierden. Yo quiero Coca-Colas o, poniéndonos tecnológicos, Microsofts, pero no Netflixs.
Como yo no tengo recursos para hacer el análisis por mí mismo, busco personas que tengan esta misma filosofía (crecimiento de calidad y resiliente, pocas empresas y globales). Gente de este estilo son Comgest, Seilern, Fundsmith, GuarCap o Fiera. Y luego les delego la gestión de buena parte de mi cartera. Es posible que haya periodos de menor rendimiento que un índice, pero al menos sé en qué invierto, cómo invierto, que mi nivel de riesgo, no siendo cero, es mucho menor del que asume la mayoría, y que, cuando llegue el próximo san Martín, no será mi cerdito el elegido.