Hola,
@quimsoCoincido y suscribo plenamente lo expuesto por el compañero
@pvila314 unas líneas más arriba. Por desarrollar algo más la opinión del compañero:
En primer lugar, desconociendo tu perfil, horizonte de inversión, rentabilidad esperada, … la opinión que te podemos dar siempre estará incompleta. Aunque, por la asignación de renta variable (100%), intuyo que buscas el diseño de una cartera dinámica y tu perfil inversor es muy agresivo.
Sobre la estructura de la cartera, me parece que la proporción entre núcleo(45%)-satélite (55%) está dentro de un rango adecuado.
El núcleo de la cartera está formado por fondos de sobra conocidos en el foro con una filosofía muy clara: inversión en grandes compañías de países desarrollados, con ventajas competitivas, de alta calidad, solidez financiera y con previsibilidad en el crecimiento futuro de las ganancias. Ahora bien, todas ellas se basan en una filosofía de inversión marcada por la creencia de que los beneficios empresariales son los conductores de los precios de las acciones y, en el entorno actual, con una previsible desaceleración de la actividad económica, esta estrategia puede tener problemas.
Sobre los satélites:
1) Apuestas por Europa con dos fondos de la misma gestora: Comgest Growth Europe Opportunities y Comgest Growth Europe Smaller Companies. En mi opinión, ambos fondos se pisan bastante porque invierten de forma muy similar, en los mismos sectores prácticamente, comparten varias compañías dentro de su cartera y, además, tienen una correlación excesiva. La idea de cambiar el Smaller Companies por el Berenberg European Small Cap es una opción muy interesante porque te daría más exposición al sector industrial, aunque también tiene una alta carga en tecnología.
2) La parte de emergentes la cubres con un fondo de Baillie Gifford muy concentrado que invierte en las mejores ideas de la gestora con un enfoque basado en estrategia de crecimiento.
El fondo invierte en dos tipos de compañías compañías: aquellas que cuentan con negocios de elevada calidad y que, además, generen sus ganancias de una manera sostenible y, otras donde los resultados son menos seguros pero la gestora identifica con rendimientos potenciales muy significativos.
3) Complementas lo anterior, con el DWS CROCI que es el único que tiene una filosofía diferente en toda tu cartera (es el único que no se basa únicamente en el análisis bottom-up) e invierte en aquellos sectores con una valoración más atractiva.
4) Por último, para aumentar aún más la carga del sector tecnológico, "complementas" tu cartera con el Fidelity Global Technology y un ETF ligado al S&P 500 Information Technology. Estos dos complementos representan más del 25% de toda tu inversión. En términos de "moda" más que un "complemento", se convierte en un "básico". Por último, tienes una presencia testimonial en un buen fondo de salud.
Si factorizamos tu cartera:
1. Por regiones: tienes una buena distribución por regiones; quizás en el entorno actual, aportaría algo más a Europa y, sobre todo, fuera de la zona euro. Si tienes un horizonte temporal a largo plazo y tu perfil de riesgo te lo permite, tu exposición a emergentes podría ser acertada. No obstante, sobre el fondo elegido para cubrir emergentes, Baillie Gifford es bastante cañero; personalmente, elegiría otra opción más tranquila en este momento para cubrir este mercado: por ejemplo Robeco Emerging Conservative Equities.
2. Por estilos de gestión: tu cartera es fundamentalmente "growth" que conlleva un PER aproximado de 26. En mi opinión, es un PER elevado y personalmente lo rebajaría.
3. Ahora bien, esta es una cartera que, a pesar de tener 10 fondos, está muy poco diversificada, descompensada y sobrepondera dos sectores: tecnológico y salud que representan más del 50% de toda tu inversión. Efectivamente, si tal y como apuntas, estás buscando una apuesta personal por la tecnología (33% del peso de tu cartera, al que habría que añadirle los servicios de la información) y te encuentras cómodo con un que ambos sectores, debes conocer el alto riesgo que supone la poca diversificación. La poca diversificación implica que el diseño de la cartera no se adapta a distintas circunstancias del mercado y, si tu objetivo es diseñar una cartera para el largo plazo, ésta debe estar equilibrada.