Asumiendo que una cartera indexada puede revestir múltiples configuraciones, si uno se guía no solamente por el resultado previsible a largo plazo, el atractivo de una cartera de gestión activa puede residir en controlar la volatilidad o concentrar la cartera más al gusto del inversor. Personalmente, más allá de que los productos indexados ya me cogieron con cierto recorrido y edad (dentro de mi juventud, que conste), lo que me llevó a poner los codos en productos de gestión activa, me desagrada especialmente estar expuesto a sectores o empresas por el mero hecho de que figuren en un índice. Las travesías por el desierto, que han sido varias, me son mucho más asumibles estando convencido de las bondades de las empresas en cartera y del criterio del equipo gestor. Eso de invertir (p.ej.) en el S&P 500, teniendo un elevado número de empresas en pérdidas, o con ponderaciones del 0,x% no va conmigo. Y aunque tal vez me repita cual ajo, además de llegar a buen puerto me importa y pesa mucho la travesía. Y otra repetición más, no me cabe duda de que hay varias respuestas igualmente correctas a la misma pregunta.
Salu2