Fondos de Clase Limpia: Una chapuza o una verguenza
Una de las consecuencias de la revisión por parte de la Comisión Europea de los instrumentos de inversión con el objetivo de ayudar y proteger a los inversores europeos es la creación de la denominada clase limpia para fondos de inversión. Entiendo que todos sabéis lo que es, y también entiendo que todos, al igual que me paso a mi, le dimos la bienvenida. Pues bien, una chapuza y una vergüenza. Permitirme que os muestre con el caso práctico de un inversor corriente … llamémosle “Europeito Tacatún”, o simplemente “el sr. Tacatún”.
Cuando el Sr. Tacatún, que hacia muchos años que tenía sus ahorros en Fondos, lo leyó en la prensa, se sintió un poco engañado por su banco y, agradecido de estar en la Unión Europea, quiso tomar rápidamente provecho de los desvelos de sus políticos y cambiar su cartera a los limpios. El pobre pensaba que iba a ser sencillo, y que en una mañana o poco mas estaría listo, así que se puso manos a la obra.
Para empezar el Sr. Tacatún cogió su lista de fondos y se propuso encontrar sus respectivos equivalentes de clase limpia. Pero resulta que NO EXISTIAN. A los políticos se les había “olvidado” obligar a que todos los fondos tuviesen clase limpia. Bueno, un pequeño inconveniente. El sr. Tacatún decidió buscar fondos limpios lo más parecidos a los que tenía en cartera.
Aquí, el Sr. Tacatún se tropezó con el siguiente escollo, a los políticos se les ha “olvidado” también indicar alguna nomenclatura que permita identificar a los limpios. Pero el Sr. Tacatún, dispuesto a ahorrarse un dinero que era suyo, no se amilano. Se preparó unas tablas cruzadas con la información que encontró aquí y allá y la web de morningstar que él normalmente utilizaba como caballo de batalla y al cabo de unas semanas ya tenía la lista la tabla. En general merecía la pena cambia todos menos algunos de renta fija. Así que, ufano, puso rumbo a la oficina (a la web) de su comercializador, para ver los últimos detalles y dar las correspondientes órdenes.
El Sr. Tacatún nunca había tenido problemas con su comercializador, pero esta vez se encontró con que su banco no ofrecía fondos de clase limpia, ninguno. ¿Cómo es posible que no tengan? Vaya, pues parece que a los políticos también se les había “olvidado” hacer obligatoria su comercialización. Otro pequeño inconveniente. Pero, de nuevo, y estas alturas, Tacatún, no se dio por vencido. Decidió buscar un nuevo comercializador, abrió una nueva cuenta con ellos y traspasó allí sus fondos. Ahora pagará un X% anual directamente al banco, pero a la larga se beneficiaria de un mejor rendimiento de sus fondos. El trabajo ha sido más duro de lo que pensaba, y puede que esos pagos ahora obligatorios escuezan, pero ya está hecho ¡Genial!
Pero, no, todavía NO ESTABA HECHO. Todavía faltaba algo y cuando el Sr. Tacatún, ya respiraba tranquilo, contento por el ahorro que había logrado, se dio cuenta del último detalle….El comercializador le iba a cobrar un dinero, un X%, que no podría compensar en la declaración de Hacienda, salvo los años en que tuviese beneficios, pero Tacatun en su fase de acumulación a largo plazo NUNCA vendía. Mientras que con los fondos de retrocesión no existía ese problema, ahora, El Sr. Tacatún deberá de hacer cuentas todos los años y operaciones de compra venta con beneficios si no quiere perder año tras año la desgravación de ese coste. ¡Cómo es que tampoco lo han tenido en cuenta los políticos!
Moraleja: Señores políticos menuda chapuza ¿tan difícil hubiera sido hacerlo bien? O ¿es que han preferido por alguna oscura razón hacerlo como lo han hecho? ¿Tenemos unos políticos que son tontos, o no lo son y son otra cosa?