Es posible, aunque me gusta menos, por varios motivos. Primero, porque depende en buena medida del precio de determinadas commodities. Y segundo, porque el mercado de consumo de bienes perecederos es un mar repleto de tiburones. Difícil que a alguien le dé tiempo a penetrar en el mercado con su producto.
Me inclinaría más hacia empresas que producen y distribuyen químicos necesarios para la conservación de productos del sector primario (por ejemplo, Nutrien), o maquinaria pesada y herramienta para cultivos (Deere & Co.). Pero si se quiere un toque más agresivo, pondría la mirada en empresas de agricultura vertical, escalables, con explotación de granjas de interior y uso de nuevas tecnologías (por ejemplo, AppHarvest). Porque el desarrollo tecnológico es necesario, también en el campo (menor consumo de agua, mayor aprovechamiento de energías limpias, mejora en la productividad, independencia de la climatología...).
Cuando el mercado titubea en estos momentos, las empresas de fuerte crecimiento lo pasan mal. Ginkgo llevaba un par de sesiones muy malas; parece que no hay dos sin tres. Este tipo de compañías es lo que tiene, hay que dejar madurar el negocio, sembrar y recoger dentro de un tiempo. La volatilidad es su acompañante de viaje, por lo que es difícil acertar en el timing (siempre lo es, pero en empresas de alta volatilidad, más).