Si se cumple todo este cuento de la lechera (con lo que puede pasar en 30 años), cuando tu cuñado se jubile habrá pagado ya la totalidad de la hipoteca y posiblemente habrá podido ahorrar algo de dinero con lo que se encontrará seguro:
1.- Con un techo donde vivir el resto de sus días sin preocuparse del resto del mundo.
2.- Con el 100 % de la paga de jubilación que haya en ese momento.
En tu caso, si has conseguido seguir en la misma vivienda hasta tu jubilación (cosa rara pero vamos a darla por supuesto) te encontrarás:
1.- Con un techo que no es tuyo dependiendo de la voluntad del propietario para disponer de ël y tener que buscarte la vida por otro sitio.
2.- Con un domicilio en pésimas condiciones por el bajo mantenimiento que habrá padecido (nadie cuida igual lo propio que lo ajeno).
3.- Con una reducción sustancial de la paga de jubilación, puesto que en algún sitio tendrás que seguir viviendo. El alquiler habrá subido y los ingresos disminuidos con la jubilación. Buen negocio.
4.- Con un dinero invertido cuyo valor no será el mismo que en estos momentos.
A todo esto faltaría saber si los ingresos actuales de tu cuñado y los tuyos son identicos para asegurar esa capacidad tuya de ahorro mensual. Y si es así, rezar para que siga igual durante 30 años.
En fin, demasiadas variables para tomarlo en serio. Tu cuñado en momentos malos puede vender la casa y buscarse un alquiler acorde a su situación económica en ese momento. O puede tener suerte y amortizar la hipoteca antes de lo previsto y ahorrar más que tu.
Si a tí te piden que dejes ese alquiler tendrás que buscar un nuevo con condiciones económicas nuevas y a lo mejor en peor estado aún que el de tu cuñado.
Pero bueno, es una opinión. No pretende sentar cátedra ni doctrina como el título de este hilo.
Saludos.