Recomiendo la lectura de este articulo:
Mi madre siempre dice que el que no se consuela es porque no quiere, así que en un derroche de optimismo con algo de fe e ingenuidad a partes iguales, quienes tengáis una hipoteca con suelo podréis encontrar consuelo en la iniciativa que Izquierda Unida (IU) ha planteado, como tantas otras que plantea y todo el mundo ignora, en el Congreso de los Pudientados.
En un alarde de solidaridad, este partido se ha hecho eco de las reivindicaciones, ni de lejos tan históricas como la de que resuciten a Chanquete, de FACUA y la OCU para que se haga cumplir una de esas leyes de nombre largo, aplicación corta y conocimiento escaso.
Para los interesados en conocer el nombre completo, y que conste que aviso de que os tiraréis del bigote al ver que existe y saber que muchas empresas se la pasan por el arco del triunfo, es la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (Real Decreto Legislativo 1/2007 de 16 de noviembre), que entre otras causas nobles (y a veces tristemente perdidas) defiende que los que saben no nos la metan doblada con cláusulas abusivas, sin vaselina, sin preaviso, sin anestesia, sin consideración y sin conciencia. Toma ya.
Los malos de la película vuelven a ser los bancos y las cajas, que con la tipografía Liliput 2.0 escriben en más del 50% de los préstamos hipotecarios que si el Euríbor baja de equis cifra, te aguantas y sigues pagando un mínimo que llaman suelo.
Lo mismo ocurre con el techo si sube el Euríbor por encima de equis cifra pero ahhhhhhh, de eso nadie se queja. Solo se quejan del suelo y solo ahora que a miles de familias les están vaciando los bolsillos con los más de 2.000 euros al año que podrían ahorrarse de no tener la clausulita. Solo ahola que están en clausula pol tenel esa cláusula, que según la hipoteca oscila entre el 1,25% y el 4,95%. ¡Toma ya! II parte.
Sabido es que en este país de récord de bares por kilometro cuadrado na más que nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena. Y por eso IU, que tiene la licencia de abogado de pleitos probes, da ahora el Cayo. Y por eso estas dos asociaciones, que con el político de turno forman un trío de ases del pedigüeñeo mediático más inquietante que la cara de Chucky, se quejan ahora. Será en lo único que estén de acuerdo porque la OCU y FACUA siempre andan entre sí a la gresca.
¿Creéis que alguien les hará caso? Las cláusulas aparecen como por arte de magia y birlibirloque pero no desaparecen ni con el quitamanchas que anuncian en la tele.
El Homo Hipotecatus es una nueva especie humana creada al calor de la burbuja inmobiliaria (o antes, es difícil precisar sin la prueba del algodón) que ha nacido para tragar y molar más que los sufridores del Un, Dos, Tres.
En cambio, el Topamí Cajeris y el Teloquitoíto Banqueriensis son dos especies nacidas para absorber nuestros ahorros sin compasión mientras maniatan al Gobierno a base de préstamos y alguna condonación de vez en cuando. El otro día vi un reportaje en el National Geographic en el que decían que estos depredadores no se apiadan ni aunque despliegues tus encantos bajo apariencia de ancianita entrañable.
Antes que retirar la cláusula o explicarnos qué firmamos, Papá Noel se casará con la Bruja Piruja. Sí, sí, ya veo los titulares: Gordito simpático contrae nupcias con rica heredera. ¿O no?
El panorama de la cláusula suelo es desolador, de caerse al suelo sin encontrar consuelo, de estar asolado, desolado… Con el alma hecha un solar en la suela de un zapato.