El mérito de Pedro Sánchez ha sido rodearse de un puñado de personas muy válidas, que son las que le han sacado las castañas del fuego en los últimos años:
- Nadia Calviño. Que esta mujer haya sido ministra de economía en un periodo tan sumamente complicado, ha sido lo mejor que le ha pasado a España en décadas. Una tecnócrata del BCE, poco o nada ideologizada, que ha sabido en todo momento lo que tenía que hacer y ha permitido que la situación económica no solo no empeore sino que mejore a pesar del COVID, de Ucrania, de la inlación, de las subidas de tipos, etc.
- Salvador Illa. Un tío sobrio, muy inteligente, con un talante siempre respetuoso y dialogante. No solo gestionó fenomenal la pandemia, sino que además ha contribuido a calmar los ánimos con Cataluña y le ganó las elecciones a los indepes.
- Yolanda Díaz (pre Sumar). La primera etapa de Yolanda Díaz en el gobierno fue brillante y muy sorprendente, porque a pesar de su militancia comunista enseguida vio que con el COVID todo el mundo tenía que hacer sacrificios, y llegando a acuerdos importantísimos con patronal y sindicatos. Luego, cuando se le subieron a la cabeza las ínfulas de tener su propio partido, la cosa se torció.
A menor nivel, también destacaría a Margarita Robles, Teresa Ribera o Escrivá.
Entre estos, han compensado la chulería y prepotencia de Sánchez, a la recua de semirretrasados que Podemos ha ido colocando en ministerios de cuota, y a personajes siniestros como Ábalos, Tezanos, Bolaños y compañía.