El cónyuge de la presunta traficante de influencias de La Monkloa -también conocida por el pueblo llano presuntamente como presunto Begoño- debería preocuparse más por el precio de la vivienda y menos por si mismo.
Después de encarecer el coste de la vida, al menos, un 75%, les parece poco y ahora quieren quitarnos el otro 25% mediante un impuestazo/atraco a las herencias que tanto esfuerzo costó y cuesta amasar.
Nunca jamás se vio un bobierno tan presuntamente chorizo. El problema es que así no va a trabajar ni producir ni el tato y el recorrido del país es inexistente (que debe ser justo lo que presuntamente busca en colaboración con quién presuntamente le paga: presuntamente los servicios secretos marroquíes, según afirman muchos).