Como veo que vas tomando rumbo te contaré mi vida:
-Soy un agente de seguros que regala su comisión integra a sus clientes porque es un insulto cobrar por ahorrar. Me gusta venderlos y gano muy, muy poquito pero sigue leyendo y verás.
-Soy Jefe de Equipo de una....(secreto)y escogí a mis agentes de entre personas que de verdad necesitan lo que ganen. Hace poco le adelanté uns eurillo a una de las mías porque anda muy jodida y si no me devuelve nada no pasa nada. Al fin y al cabo los jefes de equipo vivimos de las ventas de nuestros agentes ¿simbiosis o garrapatismo? En mi caso algo me merezco porque he sabido orientar a gente que fracasó en otros sitios. Gano también muy poquito y procuro repartir lo que se merecen mis agentes que son las que patean la calle.
-Intermedio en hipotecas y financiaciones a coste 0 devolviendo mi parte de la comisión a mis clientes y la cobro ya que si no les cobrarían lo mismo y no les podría devolver nada.
-Tengo un amigo que me debe 1500 euros a fondo perdido que seguro que un día me dará una alegría y me los dará al 0% de interés ya que anda de abogados con su ex y estaba hasta el cuello con la minuta.
-Administro una empresa que andaba meses descuidada y mi ilusión es poner al día las cuentas para que cobren un montón de facturas que no sabían ni que existían y paguen a sus empleados, también colaboro en otros temas en esta empresa cobrando, pero por la ilusión de reguralizar su situación no cobro un duro. Otro poquito más.
Y podría seguir con otras cosas que hago gratis o cobrando, pero ni me veo persona para andar dando hachazos, ni para culpar a los demás de mi perra vida.
El dinero es objeto de cambio de bienes y servicios y a veces quien lo necesita no lo tiene. Los bancos se aprovechan de esta necesidad básica para condenarnos a vidas pagando intereses y ataduras bancaria. El que trabaja en un banco busca la comisión más alta por el producto más nefasto.
Claro que la caridad empieza por uno mismo, pero si no hubiera tanto sinvergüenza que se adueña de lo ajeno rápida y vilmente y sin apenas más esfuerzo que algo de labia, no tendría que haber gente como yo que buscan actividad en la vida, ilusión y proyectos nuevos sin nunca plantearme hacer cambiar el dinero de manos si de verdad no vale lo que cuesta.
Las personas a veces necesitan protegerse de ellas mismas y los bancos las han vuelto sus propias enemigas. Han alimentado su envidia y su codicia para sumirlos en la más humillante bajeza de verse diminutos ante todo, cabizbajos y acatando órdenes de aquel que le prometió un futuro mejor al darle su primera hipoteca.
Yo poquito a poquito tengo algo y quizás tendría mucho si fuera más avaro, pero no puedo reirme de mis clientes, mis agentes y mis amigos ¿lo haces tú?
Conozco muy bien a los inversores privados también trabajo con ellos y veo como hay gente que vende su alma al diablo por falsas promesas de estos. Jamás cobraría un duro por presentarselos y me han ofrecido millones por traerles gente apurada. Recuerdas lo que dije de hacerle una segunda hipoteca a un amigo. Eso son tejemanejes que se hacen con prestamistas, pero el que lo hizo era un buen amigo. Hizo la hipoteca, aportó capital y paro la primera hipoteca sin opción a negociar. Ha palmado pasta como un campeón pero ha ganado un amigo para toda la vida.