Pues mira, yo pienso que el que está retorciendo los argumentos de forma oportunista eres tú, que posiblemente no entiendas lo que quiero opinar porque no te lleguen tus luces, a pesar de que parece que vas de enteradill@ por este foro.
Porque yo, desde mi entrada nº 147 ya venía poníendo como ejemplo a la Sanidad Privada vs Sanidad Pública (un servicio público, no una empresa pública como las de la SEPI, figura), como se puede leer en estas líneas que te vuelvo a transcribir de aquel post:
"Cada uno puede votar lo que quiera e incluso no arrepentirse luego, aunque en la práctica del día a día, se demuestre que su elección ha sido un rotundo fracaso porque tanto el personaje votado como las personas de las que se ha rodeado o no tienen ni p.i. de la cosa pública o lo que podría ser peor: están ahí para desmontar (y en solo 5 meses ya se está viendo) lo que durante más de 30 años tanto le ha costado montar a buena parte de la sociedad, cuyos únicos medios han sido su fuerza de trabajo y la voluntad para sacar a sus familias adelante y de paso que el país funcione. Mientras una determinada clase empresarial en muchos casos y con ese esfuerzo se haya podido poner las botas.
Esas personas (un montón), generalmente, no disponen de medios económicos para pagarse una sanidad privada (más rápida que la pública) ni una educación privada (mejor que la pública), o para costearse un plan de pensiones privado que cubra medianamente su vejez..."
Por otra parte no has sabido enterarte de que cuando hablo de COMPETENCIA no me refiero a habilidad o talento para realizar algo, sin a CONCURRENCIA (Competitividad)
Y, por último, y aquí me despido: si tú opinas que las EMPRESAS PUBLICAS (repito las de la SEPI o las ministeriales, no los servicios públicos como la Sanidad o la Educación públicas) "tienen muy buenas cualidades y en competencia le da mil vueltas a la privada", yo te digo que eso no se lo cree ni el que asó la manteca. Y o tú no has pisado una empresa en tu vida, ni pública ni privada,o necesitas un pequeño revolcón por la Economía de la España Contemporánea para que cuando hables de estas cosas no hagas el ridículo
También es mi opión, y también sin acritud.
Hala, hasta luego