El siguiente texto es un poco largo, pero no he podido resumirlo más. Ruego disculpen las molestias si resulta farragoso y comprendo que su extensión haga abandonar su lectura completa:
Desde los orígenes de los tiempos siempre se ha buscado culpabilizar a los de abajo.
Al principio, haciendo responsables a los miembros de una tribu de algún desastre natural, realizando sacrificios humanos para calmar a los enfadados dioses... pero nunca se tiraban por el precipicio el chamán o el jefe de la tribu. Ellos disfrutaban de las mejores casas, las mujeres más hermosas y daban órdenes al pueblo sobre lo que debía hacer. Era su forma de privatizar beneficios y socializar pérdidas.
Este patrón se ha reflejado sistemáticamente en las diferentes civilizaciones que han poblado la Tierra, y se ha ido perpetuando a lo largo de la historia con increíble eficacia.
El abusivo, injusto y discriminatorio modelo jerárquico de organización de la sociedad ha tenido su sentido. Ha sido así porque ha permitido avanzar y evolucionar a los Estados.
La coacción por parte de los dirigentes hacia su propio pueblo, mediante la culpa y el miedo, ha mantenido unido bajo una sola cabeza decisoria (reyes o presidentes de gobierno) el esfuerzo de todos los ciudadanos de un país.
El sometimiento del pueblo fue posible, desde el principio y aún hoy todavía, mediante la manipulación del sentimiento religioso. Como Adán y Eva no obedecieron a Dios, su culpa se traslada a todos sus descendientes, que son castigados y deben purgar por el pecado original hasta el día del juicio final.
Posteriormente, el desapego, en esta última etapa de la historia, hacia ese fuerte sentimiento religioso por buena parte de los ciudadanos (sobretodo en los países europeos, Norteamérica y Oceanía) ha hecho necesaria la creación de un nuevo modelo de sometimiento del pueblo mediante la culpa: la Deuda. Los bancos deben dinero, las grandes empresas deben dinero, los Estados deben dinero… y la culpa es de los ciudadanos por haber vivido por encima de sus posibilidades, la culpa es por haber votado a los que gobiernan, la culpa es por no tener conocimientos suficientes de economía y finanzas, la culpa es por no querer trabajar, la culpa es por creerse lo que dicen banqueros, grandes empresarios, políticos y el FMI…
Y ¿por qué esto es así? ¿Por qué se necesita un modelo de sometimiento al pueblo mediante la interiorización de la culpa? ¿Es egoísmo de los dirigentes que asumen el poder? O ¿es que no hay otra forma para hacer que la sociedad avance?
En última instancia, lo que pretende la culpabilización de los ciudadanos es la restricción de su propia libertad. Un pueblo verdaderamente libre es difícilmente gobernable si por gobernar se entiende servir los intereses de los poderosos. Un pueblo con miedo es fácilmente manipulable. Y ¿qué mejor forma de gobernar y manipular que haciendo que sea el propio individuo el que coarte su libertad individual en aras a la asunción de una culpa inventada y a la fe y obediencia ciega a los dirigentes políticos y religiosos?
Pienso que ha sido un modelo de organización social que ha permitido avanzar a la sociedad en términos de conocimiento y tecnología, pero al precio de ir sacrificando a muchas personas que han ido formando en cada momento parte de la estructura más débil de la sociedad.
¿Por qué a lo largo de la evolución humana se ha ido conformando este modelo y no otro más justo, solidario y cooperativo?
Porque venimos de donde vinimos. De una lucha evolutiva sin cuartel por la supervivencia, donde hay que comer y crecer antes de ser comido. Desde células, microorganismos, peces, anfibios, pequeños roedores, simios… a humanos. Era la tendencia natural… luchar y someter al propio pueblo.
La evolución encuentra un modelo de éxito para crecer y lo explota sin parar. Pero la línea evolutiva no consiste sólo en vivir de la explotación de un modelo organizativo descubierto hace tiempo. Las condiciones cambian y lo que antes servía ahora ya no da los frutos esperados.
Nos encontramos en una etapa histórica en la que se está produciendo un gran cambio. Y el cambio no viene de fuera. El cambio viene desde los propios miembros de la sociedad humana.
El modelo organizativo de sometimiento de toda la población mediante el sentimiento de culpa se está viniendo abajo. Una sociedad con más conocimiento, mejor informada y más interrelacionada ya no acepta sin cuestionar, por miedo o por culpa, todas las directrices de unos abusivos dirigentes.
El actual modelo está llegando a su ocaso y para que el ser humano siga avanzando necesita un cambio cualitativo en el modo de entender la organización socio-económica y las relaciones entre sus miembros
Ahora la sociedad está preparada para un cambio. Para un cambio de un modelo económico-financiero egoísta caníbal para con su propio pueblo, hacia un modelo basado en los conceptos de justicia, solidaridad y cooperación.
Es el siguiente paso en la evolución humana. De la inteligencia de los dirigentes económicos, financieros y políticos dependerá que este cambio sea traumático y lesivo para los intereses de todos o se produzca de forma más suave y equilibrada.
En la próxima reunión del grupo de dirigentes mundiales deberían hablar sobre esto. Debería sentarse y hablar sobre los pasos a seguir, marcando una hoja de ruta donde establecer las siguientes etapas que se han de andar para hacer posible este cambio evolutivo en el que todos saldremos ganando. Es el momento.