Re: "Mi admiración hacia el Presidente Mas es inmensa"
Mejor Reyezuelos de Taifas. Al fin y al cabo, el califa de Córdoba gobernaba un territorio más o menos unificado.
Mejor Reyezuelos de Taifas. Al fin y al cabo, el califa de Córdoba gobernaba un territorio más o menos unificado.
Reinos de Taifas
y caudillo....o mejor generalisimo....no mejor Führer
oye broke que me enfado contigo donde esta el reino de los cantabros que ocupaba desde llanes asturias hasta orillas del nervion bilbao y al sur parte de burgos y palencia
cambia el mapa....o me hago independiente
El que más se parece es éste creo
Con don Pelayo habría algún cántabro digo yo.
lo unico que tienes que quitar asturias y poner cantabria
pues claro habia cantabros con pelayo y astures y vascones y seguro que algun catalan
Ocupaban el sector oriental de la cordillera cantábrica, desde el río Sella ( en Asturias ) hasta el Asón o Agüera. El territorio cántabro era sensiblemente mayor al actual, comprendiendo la Cantabria actual excepto el sector más oriental, el Oriente de Asturias, Noroeste de León, la Montaña Palentina y Norte de Burgos. Al Este del territorio cántabro se situaba el de los Autrigones, entre los ríos Asón y Nervión, la parte más oriental de la Cantabria actual ( valle del Agüera y Castro Urdiales ). El pueblo Cántabro como tal, es mencionado en la historia desde el Siglo II a.C. cuando se escribió que el río Ebro nacía en el país de los cántabros. Se organizaba en poblados de tribus belicosas y casi salvajes. Las estelas gigantes que se han encontrado se han convertido en símbolos de la identidad cántabra. Vestían una túnica atada con un cinturón, además de un capote negro de lana, que les servía también de manta para dormir. Usaban una especie de sombreros o gorras y calzaban abarcas de cuero. Las mujeres llevaban vestidos con adornos de flores. Dormían en el suelo, se bañaban con agua fría, comían una sola comida abundante y eran aficionados a juegos atléticos, militares y al baile. Sus conocimientos médicos eran muy limitados, sacaban a sus enfermos a los caminos por ver si los caminantes les proporcionaban un remedio. Tampoco debían conocer la escritura. Los romanos quedaron sorprendidos por las bárbaras costumbres del pueblo cántabro y las achacaron a su carácter guerrero, lo incomunicado de sus tierras y el rigor del clima. Las leyes penales contemplaban el apedreamiento o despeñar al infractor por un roca y los ancianos, que no servían para la guerra, solían suicidarse. Otra costumbre que conocemos era la de la tribu de los Cóncanos que bebía la sangre de los cabal