Re: IU defiende que gays, lesbianas y transexuales tengan prioridad en el empleo en toda España
No hay peor sordo que el que no quiere oir, ni p..a que no se lave.
Pa ti la peseta.
No hay peor sordo que el que no quiere oir, ni p..a que no se lave.
Pa ti la peseta.
la perra gorda, la perra gorda ... es lo que se entrega cuando no se salvan convicciones
Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.
Eso en tu epoca, carcamal, que conmigo ya teníamos pesetas y era casi lo mínimo.
jajajjja, pero si conoces el dicho, ¿por carcamal o por instruido?
Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.
Cucha que yo estoy mu leio.
Detesto a las víctimas que respetan a sus verdugos.
En este pais solo tiene plena libertad de expresión para insultar la izquierda, pero un día se acabará la paciencia.....y luego a llorar de nuevo. Y por cierto para mi el PP se ha convertido en contenedor de basura libertina y amoral, lo mismo que el PSOE, y me baso en los hechos que se publican día a día.
Lo de carcamal, no es un insulto, es un favor que nos hacen por nuestro bien, como la Iglesia y los de rancio abolengo a los homosexuales, y todos los quieren que ellos sean la ÚNICA interpretación.
La cultura del insulto y la manipulación
Este artículo denuncia la cultura de insultos y manipulaciones ámpliamente extendida en España, predominantemente entre las derechas (carentes de sensibilidad democrática), incluyendo en ocasiones también a personajes y fórums de izquierdas.
A lo largo de mis años de vida fuera de España, he desarrollado mis tareas académicas en muchas partes del mundo. He vivido y trabajado en Suecia, Reino Unido y EEEU y también, como asesor y/o profesor visitante, en muchos otros países desde que tuve que irme de España por razones políticas a principios de los años sesenta. Cuando la democracia se estableció en nuestro país intenté volver, lo cual no fue fácil. La oposición de las derechas, tanto en Catalunya como en España, fue muy fuerte. Pero, por fin, lo conseguí, incorporándome de nuevo al mundo académico de este país. Tengo que admitir que mis planes se centraban en formar a científicos en las ciencias sociales, que pudieran ayudar a resolver algunos de los mayores problemas que tiene España (que eran, y continúan siendo, muchos).
Pero al integrarme de nuevo vi bastantes cosas y situaciones que no me esperaba. La vuelta de un exiliado a su país no es fácil. Y entre las cosas que no me esperaba estaba el enorme dominio que el pensamiento conservador y neoliberal tenía en la cultura política y mediática del país. Debido a la escasísima diversidad ideológica de los medios de mayor difusión, este dominio era casi absoluto. En ninguno de los países en los que había vivido había tan poca diversidad ideológica en sus instituciones, incluyendo las mediáticas. La transición de la dictadura a la democracia se había hecho bajo tal control del proceso por parte de las derechas (ultraderechas en el panorama político europeo) que las voces críticas apenas tenían espacio en aquella cultura mediática, situación que continúa ahora, cuando España sigue siendo uno de los pocos países de la UE-15 que no tiene, por ejemplo, prensa escrita de izquierdas. Y a ello ha contribuido la escasa concienciación de la existencia de este problema (o su falta de respuesta) por parte de los grupos dirigentes de los partidos de izquierda. Por lo visto, estos dirigentes no se han dado cuenta de que el debate político en España constantemente tiene lugar en el terreno definido por las fuerzas conservadoras y neoliberales que controlan los medios de información y persuasión. En realidad, el mayor problema que tiene la democracia española es precisamente esta falta de diversidad ideológica en los medios, con una práctica exclusión de las voces de izquierda (excepto, naturalmente, en números reducidos para ofrecer una imagen de diversidad, que en la práctica es inexistente).
De ahí que el dominio conservador y neoliberal sea tan absoluto. Y lo ha sido por mucho tiempo. Ello motivó que, además de los objetivos que me había marcado en mi vuelta a España, añadiera el de intentar ayudar en la desmitificación de la avalancha ideológica que se presenta como “científica”, “razonable”, “rigurosa”, “objetiva”, “no ideológica” y adjetivos semejantes, cuando, en realidad, carece de credibilidad empírica, siendo profundamente ideológica. Me sorprendió también el número tan limitado de académicos que intentaban desmitificar y desmontar, a través de los medios, este edificio ideológico tan dominante. Y aun cuando una explicación válida era que su ausencia se debía precisamente a la falta de fórums donde expresarse con amplio acceso a la población, esta no era la única causa. Había otras, tales como el miedo a antagonizar a los poderes fácticos, que podían tomar represalias o cerrar oportunidades. Y otra era la mera cobardía.
http://www.vnavarro.org/?p=10408
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Los desgraciaus
Un saludo