Re: Pujol ens roba
“Dicen, dicen, dicen, pues vayan diciendo, diciendo, diciendo”. No hubo bronca de Jordi Pujol a los diputados, pero no pudo evitar recriminar sus preguntas en la comisión de investigación sobre el fraude fiscal: “Esto no es serio”, “esto es un escándalo”, “hagan lo que quieran”, fueron algunas de sus respuestas. Una afirmación considerada “poco pujolista” por el presidente de la comisión, David Fernández.
El expresident, de nuevo sin pilas en el audífono, no se apartó de la estrategia de defensa penal: leer un comunicado de una página en el que se hacía referencia a la confesión del 25 de julio, su comparecencia parlamentaria del 27 de septiembre y su declaración en sede judicial. Sólo se permitió romper el silencio para rechazar “insinuaciones totalmente gratuitas e injuriosas” y asegurar que está “totalmente tranquilo” sobre el juicio que se pueda hacer a sus 23 años al frente de la Generalitat. De hecho, está convencido de que la valoración será “positiva”.
Pese a la indicación de su abogado, Cristóbal Martell, de no responder a preguntas, Pujol dejó mensajes a navegantes. Sobre la ruptura con Convergència, ni la negó ni la confirmó, pero dejó claro que abandonar a un político “no es ningún delito” y sobre el ritmo de vida de su hijo mayor, admitió que “no es mi estilo”. Pujol tardó 20 años en cambiarse el coche mientras su primogénito se pasea con Porsches y Ferraris. Tampoco se quedó corto a la hora de desmentir afirmaciones que se producen en las comparecencias de la comisión. “Que Ramon Pedrós fuera mi jefe de prensa no quiere decir que sea un hombre que dice la verdad”. Y las caras de la cúpula de Convergencia, presente en la sala, volvieron a ser un poema...