Programa de Podemos.

Numerosos militantes y simpatizantes de Podemos pidieron ayer viernes la expulsión de Juan Carlos Monedero por la declaración que presentó el número tres del partido de Pablo Iglesias para regularizar sus impuestos. En una amplia dicusión en la «Plaza Podemos», plataforma que la formación utiliza como lugar oficial de encuentro y debate, hubo críticas al comportamiento del secretario de Programa y Proceso Constituyente.

El debate se inició en este espacio virtual a raíz de conocerse la noticia de que Monedero presentó a Hacienda una declaración complementaria para tributar a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) por lo que cobró por asesorar a Gobiernos latinoamericanos en 2010 y que facturó a través de una sociedad.

En los cientos de comentarios, algunos militantes de Podemos excusaban el comportamiento de Monedero y atacaban a los medios de comunicación que se hacían eco de la noticia. Otros pedían esperar a que el número tres de Podemos diera explicaciones, o no veían delito alguno en su actuación. Y otros, en cambio, pedían la dimisión de Podemos e, incluso, su expulsión del partido. Esta es una muestra de los comentarios más críticos:

Toniparra: «La cosa está clara: ha hecho una complementaria a última hora para evitar el delito fiscal, al estilo de los Pujol. Solo resta pedir perdón a la gente por el daño moral causado y dimitir. Si no lo hace, va a ser un lastre para todo el partido y marcará un techo electoral».

«Dimisión, sin duda alguna. Por el bien del partido y por el mío, para que no pierda definitivamente la fe en la especie humana».

Becant: «He defendido a Monedero en mi circulo de amistades y ahora me encuentro con que ha hecho una declaración complementaria en Hacienda. Esto puede hacer mucho daño a Podemos. Por lo tanto exijo una explicación diáfana de este tema. Si no es así pienso que Monedero debiera de dimitir».

PigSaint: «Ahora toca una -otra- explicación que ya está tardando. Lo primero, dejar claro si lo que hace es legal. Lo segundo, dejar claro si su forma de traer su dinero a España, por muy legal que sea, resulte que ha permitido a Monedero pagar menos impuestos de los que habríamos pagado cualquiera de nosotros, y por qué. Porque si no, Monedero no va a poder seguir defendiendo las políticas que abandera Podemos, o al menos no dentro de Podemos. Pablo Iglesias dijo "en el momento en que empecemos a parecernos a la casta, estamos muertos". Pues eso, que se note la diferencia».

Jjlamothe: «Hay que exigirle, de ser cierta la noticia, dimisión inmediata. Señores, hay que ser serios y demostrarle no solo al PPSOE, sino a toda España, que no admitimos corruptos en Podemos. Compañeros, hacerd de tripas corazón».

«Una expulsion sería un golpe de efecto tremendamente positivo para Podemos».

Marta155: «Si se confirma que ha hecho una complementaria porque no tenía sus cuentas al día, tiene que dimitir».

Kristinazaret: «Si queremos que Podemos sea el cambio que necesita España, Monedero debe dimitir, con dignidad, porque por sus actos se conocen a las personas; no es ninguna nimiedad, podía haber dicho cuando le acusaron que revisaría sus cuentas y que si había alguna irregularidad la solucionaría, pero su reacción no fue la correcta, fue la que tienen todos cuando se les acusa».

Shumun: «Monedero debe quitarse ya de en medio, o quitarlo. Si no se hace así poca autoridad moral le quedará a Podemos y muchos de sus posibles votantes se lo van a a replantear, entre ellos yo. Ya no es posible echarle la culpa a los medios y la campaña de descrédito contra Podemos. No hay mayor descrédito que este. Monedero fuera ya.

JmcpSJP: «Deberíamos abrir un proceso de revocación. Somos y debemos ser diferentes».

Diegocelta1982: «Monedero nunca me ha gustado, siempre lo he visto como un lastre, es chulo y su único argumento es faltar al respeto al de enfrente. Creo que debería dimitir y así Podemos ganaría muchos votos que, como yo, no estábamos convencidos del todo por su culpa. Monedero hace que Podemos sea igual que la casta. ¡Fuera corrupción! ¡Fuera Monedero!

Labuiga: «Pienso que, si eso es cierto, si es cierto que Monedero ha evadido un capital que debería haber tributado: sí, Monedero debería dimitir de sus cargos ya que ha cometido un delito de impago a Hacienda, aunque rectifique y lo pague».

http://www.abc.es/el-sacapuntas/wp-content/uploads/2015/02/07-02-15.jpg

¿Pero realmente se trata de simpatizantes y militantes? Quién lo diría.

El Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha) y la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado (IHE) coinciden en que, al haber presentado una declaración complementaria a Hacienda, el dirigente de Podemos Juan Carlos Monedero ha evitado incurrir en una infracción tributaria en relación con los ingresos que recibió en 2013 por asesorar a Gobiernos latinoamericanos. Además, en todo caso, descartan el delito fiscal.

El secretario general del sindicato, José María Mollinedo, explica a Europa Press que el secretario de Proceso Constituyente y Programa de Podemos ha quedado «en paz con el fisco» al haber presentado su declaración complementaria —para declarar como persona física los ingresos que recibió y por los que previamente había pagado impuestos a través de una sociedad— antes de que Hacienda le notificase una investigación.

Infracción tributaria
El presidente de IHE, Ransés Pérez Boga, también opina igual, pero ha subrayado que el de Monedero es «un claro caso de fraude tributario» que, pese a ello, «no se ha podido sancionar» porque el político conoció a través de los medios de comunicación que Hacienda estaba analizando su actuación y, de esa manera, pudo regularizar su situación antes de recibir una notificación. Así, Monedero se libra de la sanción y de los intereses de demora, pero tendrá que abonar un recargo del 15 por ciento por declarar parte de sus ingresos fuera de plazo, segú IHE.

La infracción tributaria «la pudo haber cometido en su momento», pero «ahora la ha solucionado», indica Mollinedo, que también descarta el delito fiscal porque la cantidad defraudada no superaría los 120.000 euros. Precisamente, Podemos incluye en su programa la persecución y endurecimiento de las sanciones contra el fraude fiscal y la tipificación como delito a partir de 50.000 euros de cuota defraudada.

Perjuicio de 42.000 euros
Según los cálculos de Gestha, la cantidad que cuenta no son los 425.150 euros que cobró Monedero, sino los 360.000 euros que serían el resultado contable, es decir, la diferencia entre los ingresos y los gastos. De esa cantidad, habría que descontar el 40 por ciento —la reducción a la que tendría derecho por rendimientos irregulares—, de manera que la base imponible sería 216.000 euros, a la que se aplicaría un gravamen del 51,9 por ciento.

A los 112.000 euros que aparecerían en la liquidación del impuesto sobre la renta, se le restarían los 70.000 que ya pagó el dirigente de Podemos en el impuesto de sociedades. El perjuicio causado a Hacienda serían 42.000 euros y, por lo tanto, «nunca va a ser delito», según el sindicato.

Contradicciones de Monedero
Por otro lado, los Inspectores de Hacienda del Estado han llamado la atención sobre las «contradicciones» en las que, a su entender, ha caído Monedero al dar explicaciones. Por ejemplo, al afirmar que fue él, una persona física, quien prestó los servicios y, a pesar de ello, los ingresos fueron obtenidos y declarados por la sociedad, la cual no tiene personal, según el Registro Mercantil.

Igualmente, Pérez Boga ha recordado que el político ha reconocido que constituyó la sociedad con posterioridad a la prestación de los servicios, con lo cual, «si entonces no existía, difícilmente puede ser la autora de esos servicios».

Firma de los contratos
Sin embargo, Mollinedo señala que lo que habría que analizar es si en los contratos figura la firma de Monedero o de la sociedad Caja de Resistencia Motiva 2 Producciones. En el primer supuesto, el dirigente de Podemos estaría «interponiendo una sociedad» que funcionaría como «sociedad pantalla», ha apuntado.

En el segundo caso, Monedero habría establecido el precio de mercado a cobrar por la entrega de su informe a la sociedad, que serían 360.000 euros, pero habría que ver si esa valoración se ajusta a la documentación que está obligado a presentar según el Reglamento del Impuesto de Sociedades para operaciones entre socio y sociedad. «Si la documentación no existiera o se hubiera valorado por un importe diferente», Hacienda «consideraría que hay una infracción tributaria», ha declarado.

No obstante, en opinión de Gestha, eso no va a ocurrir porque el dirigente de Podemos «se habrá curado en salud y no habrá dejado ningún fleco». «Creemos que sus asesores le habrán aconsejado valorar a precio de mercado el informe por los 360.000 euros y que habrá pagado por la totalidad», ha manifestado Mollinedo.

Hace casi una década del día en que le saludé por primera vez. Yo ya conocía la facultad pues aquel era mi segundo año en la misma y, he de reconocer, ya me había acostumbrado a pasar el día rodeado de basura, perros corriendo por los pasillos, botellones mañaneros, pintadas de apoyo a ETA y aquel incesante olor a marihuana que impregnaba cada esquina de ese edificio, pagado con el dinero de todos los contribuyentes.

Juan Carlos Monedero era un profesor conocido; muchos estudiantes le reían los chistes y le escuchaban con seriedad cuando hablaba de El Rey León como «herramienta del capitalismo contra el mundo árabe» o de Peter Pan como película destinada a «crear connotaciones negativas en la hoz comunista a través del garfio del malvado Capitán Hook» –obviaba el ilustre profesor que la novela de J.M Barrie fue escrita en 1904 y la hoz y el martillo se convirtieron en símbolos del comunismo en 1917–. El caso es que a Juan Carlos Monedero, si algo le hacía feliz, era ser escuchado y visto como el profesor moderno al que admirar por su condición de asesor del mismísimo Comandante Chávez –cargo que por aquel entonces no escondía– o por su actividad en el ala más radical de la IU de Gaspar Llamazares.

Transmitir odio
He de admitir que si bien el grado de vanidad y egocentrismo de mi nuevo profesor daba cierta vergüenza ajena, tras un curso y medio por los pasillos de Somosaguas yo ya estaba curado de espanto. Sin embargo, lo que sí me llamó la atención en él fue el grado de odio que era capaz de transmitir a sus alumnos, apoyado en el principio marxista de que «la razón ha existido siempre pero no siempre bajo una forma razonable». Hasta entonces, jamás había conocido alguien con una necesidad tan pasmosa de hacer distinciones entre buenos y malos, decentes e indecentes, ricos o pobres, pueblo o casta y, sobre todo, entre vencedores y vencidos.

El renombrado profesor decía ser, como se podría esperar de una persona con tal altura moral e intelectual, estricto a la hora de exigir la aplicación de sus principios en el día a día. Por ejemplo, Monedero decía sentirse orgulloso de ir en su pequeña moto a trabajar y criticaba a aquellos que ganaban grandes sueldos que «sólo una sociedad capitalista y malvada» era capaz de permitir mientras sectores de la población estaban en la más absoluta pobreza. Recuerdo aquella ocasión en la que, haciendo uso de su alto nivel de generosidad y conciencia de clase, nos aleccionó sobre la vergüenza que le daba trabajar en una facultad en la que «las señoras de la limpieza cobraban mucho menos que los profesores». Curiosamente, creo que fue durante aquella época cuando llevó a cabo sus trabajos de consultoría internacional que le hicieron ganar casi medio millón de euros por unos estudios que aún nadie ha visto sobre la moneda única en América Latina.

Contra los defraudadores
Por supuesto, el erudito de Monedero tenía también una marcada conciencia histórica y entendía que ciertos sectores de la sociedad teníamos que pagar por lo que «nuestros abuelos» habían perpetrado durante el Franquismo –sí, los míos también o así él entendía–. Y es que, para el bueno de Monedero, sólo habría justicia social cuando «las clases de abajo» hicieran pagar a los «defraudadores de arriba».

Hoy, nueve años después, la persecución ideológica que tuve que sufrir en esa pequeña sociedad gobernada por Podemos ha quedado bastante atrás. Hoy, nueve años después, el que ha demostrado ser un telepredicador de lucha de clases hundido en sus propias contradicciones es otro. Hoy, nueve años después, quién tiene que dar explicaciones –no por el franquismo ni por la guerra civil sino por presunto fraude a la hacienda pública– es otro. Hoy, nueve años después, y haciendo mías las palabras de Ortega cuando afirmaba que «el mayor crimen está ahora, no en los que matan, sino en los que no matan pero dejan matar» sólo espero que mi experiencia en aquel nido de radicalismo y falta de libertad liderado por Juan Carlos Monedero, ayude a que mi país no se convierta en un reflejo de las miserias que aquel insigne profesor implementaba en su parcelita de poder de Somosaguas y que, sin duda alguna, desearía reproducir en una España por la que siempre sintió bastante desprecio.

La mujer del César, no sólo tiene que ser honesta, sino parecerlo.

En cambio hay otros partidos que no sólo no pueden ser honestos sino que nunca conseguirán ni siquiera parecerlo...

pero si va de virgen proclama que es virgen y pide que todos tenemos que ser virgenes y luego nos enteramos que es mas puta que las gallinas...

Hasta ahora el ingreso por parte de Juan Carlos Monedero de más de 425.000 euros provenientes de Venezuela en concepto de «trabajos de consultoría» ha sido estudiado desde un punto de vista fiscal, es decir, se ha especulado sobre si el secretario de Programa y Proceso Constituyente de Podemos pudo defraudar a la Hacienda Pública utilizando una sociedad pantalla para tributar menos por servicios realizados por una persona física. Sin embargo, cuando, consecuente con el autoproclamado compromiso de trasparencia de su partido, Monedero haga públicas las facturas que cruzó con el Gobierno de Venezuela, se tendrán elementos de juicio suficientes para despejar la sospecha de si Podemos, en algún momento de su joven trayectora, haya podido infringir el artículo 7 de la Ley de Financiación de Partidos, que estipula que las formaciones políticas españolas «no podrán aceptar ninguna forma de financiación por parte de gobiernos y organismos, entidades o empresas públicas extranjeras o de empresas relacionadas directa o inderectamente con los mismos».
Varios hechos apuntan precisamente en esta dirección. En primer lugar está la conocida relación del régimen chavista con el Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), a cuyo consejo ejecutivo han pertenecido Pablo Iglesias e Íñigo Errejón y que se considera habitualmente como la «matriz» de la que surgió Podemos. Esta organización llegó a cobrar, durante diez años, hasta 3,7 millones de euros provenientes de varias instituciones públicas venezolanas como el Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia de la República o la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo de Venezuela. Este tipo de ingresos, perfectamente legales en un «centro de estudios», infringirían la Ley si fueran recibidos por un partido político. Además, las transferencias de dinero recibidas por el CEPS desde Venezuela son equivalentes a la recibida por Monedero con el mismo origen en octubre de 2013. En 2010, segun las cuentas depositadas en el registro de fundaciones del Ministerio de Cultura, fueron 355.632 euros los recibidos por la «matriz» de Podemos. Al año siguiente, 2011, la suma recibida fue 309.513 euros y, finalmente, en 2012, el CEPS ingresó 405.084 euros de Caracas, una cifra análoga a la percibida por Monedero un año después por «trabajos de consultoría».
Sólo «aportaciones»
«Podemos quiere recordar que la única fuente de financiación de la iniciativa desde su constitución son y han sido las aportaciones voluntarias de la gente». Esta fue la contestación de Pablo Iglesias cuando se publicaron las cantidades recibidas por el CEPS de Caracas pero lo cierto es que basta echar un vistazo a la cronología de la fulgurante aparición de Podemos en el panorama político español para dar pábulo a las sospechas de que las importantes (y continuadas) cantidades de dinero recibidas por este centro de estudios y por Monedero pudieron ser instrumentales para que esta formación política, surgida aparentemente «de la nada» lograra un espectacular resultado electoral en las elecciones al Parlamento Eurpeo celebradas el 25 de mayo de 2014. Concretamente, desde el momento en que Juan Carlos Monedero, cofundador del partido, recibe su transferencia de 425.000 euros por «trabajos de consultoria» y la presentación en sociedad de Podemos, en el Teatro de Barrio de Lavapiés el 17 de enero de 2014, transcurren tan sólo 86 días. Menos de dos meses después, el partido ya estaba inscrito en el Registro de Partidos Políticos del Ministerio del Interior, concretamente el 11 de marzo de 2014. Tres personas aparecen como representantes legales del partido: Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero y Carolina Bescansa. Y 9 semanas después, tras una campaña electoral fulgurante, Podemos sentaba a cinco de sus miembros en el Parlamento Europeo. Como es lógico fue a partir de entonces cuando las aportaciones de simpatizantes empezaron a llenar las arcas de Podemos ya que en las semans anteriores a aquel 25 de mayo las donaciones no pudieron ser muy cuantiosas. Entonces, ¿de dónde salieron los fondos para poner en marcha la maquinaria electoral de Podemos?
Juan Carlos Monedero ha declarado en varias ocasiones que los 425.000 euros que cobró de Venezuela, Bolivia y otros países suramericanos fueron el pago a «trabajos de consultoría» en concreto por asesorar a los países de la Alianza Bolivariana para la creación de una moneda común. Sin embargo, como ya publicó LA RAZÓN, la cuantía recibida por Monedero no se ajusta, ni de lejos, a lo que otros profesores universitarios perciben por trabajos análogos... y de gobiernos con más recursos que el de Venezuela. En concreto, Lincoln Mitchell, profesor del Instituto Harriman de la Universidad de Columbia (Nueva York), aseguró a este diario que los docentes a los que se encargan este tipo de trabajos suelen cobrar, en los Estados Unidos, entre 5.000 y 10.000 dólares (4.400 y 8.800 euros), cifra muy alejada de los más de 450.000 pagados a Juan Carlos Monedero por el régimen chavista.