La inspección abierta por la Agencia Tributaria a Juan Carlos Monedero, por los más de 400.000 euros ingresados de Venezuela y países de su órbita a través de una sociedad en vez de como persona física, el expediente que le ha abierto la Universidad por sus actividades profesionales paralelas en el mundo de la asesoría política, y la investigación interna a la que está siendo sometido el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, para determinar si incumplió el contrato laboral de investigador en la Universidad de Málaga, son parte de una lista de casos bajo sospecha que se podría ampliar ahora con otra inspección de la Seguridad Social por posible fraude en cotizaciones.
El caso también afectaría directamente a Errejón, uno de los miembros de Podemos que percibe una retribución fija del partido sin que éste cotice por él. Como ayer informó ABC, el dinero lo percibe no como asalariado sino facturando como asesor «autónomo», como si fuera un profesional independiente, externo a la organización.
Expertos en Derecho Laboral -incluido algún inspector de Trabajo- coincidieron ayer en que las facturas de Errejón apuntan a que podría tratarse de un falso autónomo. Un cuadro típico de los más comúnmente perseguidos por la Inspección de Trabajo, al constituir un fraude de ley para no pagar cotizaciones.
Relación laboral encubierta
«Hay indicios que justificarían la apertura de una inspección», explicaba un profesional de Seguridad Social consultado por este diario. «Casos así son de los típicos que motivan la apertura de expedientes para determinar si se procede a levantar un acta de infracción», explicaban estas fuentes.
En casos de este tipo, la inspección puede abrirse bien por denuncia o de oficio por parte de Trabajo, ordenadas por el jefe territorial de Inspección. En este caso sería el jefe de la Inspección de Trabajo de Madrid.
La Seguridad Social persigue la práctica del falso autónomo porque afectan de lleno a la caja de la que se nutre el sistema de pensiones. El régimen de autónomos permite cotizar con cuotas muy inferiores de lo que se debe pagar por un contratado laboral, encuadrado en el Régimen General de la Seguridad Social.
Según un abogado especializado en materia laboral, «difícilmente el número dos de un partido puede ser a estos efectos un profesional autónomo e independiente, porque ejerce en nombre y para la organización política a la que pertenece, por lo tanto hay dependencia y, por tanto, no es un trabajador autónomo». Así las cosas, el partido debería tenerlo en plantilla y cotizar por él a la Seguridad Social como asalariado, algo que no está haciendo. Errejón cobra de Podemos como «autónomo» desde hace casi un año, desde que se fundó el partido.
Cantidades fijas y continuas
Además, percibe cantidades idénticas, 1.200 euros netos mensuales. Las mismas fuentes apuntan que esto también suele ser una circunstancia en la que suelen apoyarse los inspectores para destapar casos de falsos autónomos.
«A simple vista, con todos estos indicios, se iniciaría una inspección para determinar si hay una relación laboral encubierta», indicó un abogado consultado por este diario.
Íñigo Errejón no es el único que trabaja en Podemos eludiendo el contrato laboral y las cotizaciones que el partido debería pagar por ello a la Seguridad Social. En la misma situación se incurrió con Miguel Ongil, que pasó de reprochar públicamente las cuentas de los partidos políticos a cobrar de Podemos. Ongil trabaja adscrito a la comisión de finanzas de esta formación política. Ha encadenado igualmente cobros mes a mes: 750 euros netos el pasado septiembre, 1.340 en octubre y 1.341 en noviembre. Hasta ahí llega la contabilidad que hasta este momento recoge Podemos en su página web, ya que aún no ha publicado documentos contables de fechas siguientes.