Re: Grecia tendrá elecciones anticipadas el 25 de enero al no elegir presidente
Te he dicho muchas veces que a esas horas no te conviene mirarte al espejo, trolete.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Te he dicho muchas veces que a esas horas no te conviene mirarte al espejo, trolete.
El silencio es hermoso cuando no es impuesto.
Pues a mi me parece normal k el FMI no les preste mas dinero hasta después de las elecciones. Si fuese mi dinero no se lo prestaría a alguien k me está diciendo claramente k no me va a pagar, sería de locos! además k el dinero del FMI no es de ellos, simplemente lo gestionan ellos y por lo tanto tienen k actuar con responsabilidad.
"Saludos de miles de griegos progresistas y de izquierda radical que conocen y apoyan su lucha de décadas por la independencia y el socialismo", así empezó su discurso un representante de Syriza que participaba, en febrero de 2013, en un mitin de Sortu.
El griego, que por cierto realiza su intervención en un buen español pese a lo cual parece que todos los presenten lo entienden, saluda "el triunfo de la voluntad democrática de centenares de miles de vascos" que han demostrado que "la represión, la cárcel, las torturas y las calumnias son incapaces de estrangular una nación orgullosa y amante de la libertad".
"La izquierda abertzale está aquí, más fuerte que nunca y pavimentando el camino hacia la resolución democrática del conflicto" sigue el de Syriza, que reclama a los de Sortu hacer "todos los esfuerzos posibles para trabajar juntos" y unir a "todas las fuerzas progresistas, patrióticas, democráticas y de izquierdas" en un "gran río rugiente que barrerá las injusticias y las minúsculas minorías que oprimen a nuestros pueblos".
Cerca del final de su breve discurso el de Syriza pide disculpas al público porque quiere terminar dirigiéndose al gobierno "de Madrid": "Respetad la voluntad democrática y los derechos de los pueblos que viven en este estado, permitid que los presos políticos vuelvan a sus casas (…), liberad a Arnaldo Otegui y a todos los militantes de la izquierda abertzale" dice subiendo el tono para terminar con el puño alzado y gritando "¡Gora Euskalherria Askatuta!", las únicas palabras en vasco que pronuncia en su discurso.
Todos los temores se confirmaron en la tercera ronda de las elecciones presidenciales en Grecia. El Parlamento concluyó ayer sin resultado el último de los tres tramos para elegir nuevo presidente y manda al país a las urnas el próximo 25 de enero, en unos comicios anticipados en que los sondeos dan como vencedor a Syriza. Lo que debería haber sido un simple trámite se convirtió en un suplicio para Grecia y una amenaza para Bruselas, que observa con preocupación el ascenso de un partido anti-austeridad dispuesto a no pagar parte de la deuda. El único candidato a la jefatura del Estado, el conservador Stavros Dimas, logró tan sólo 168 votos, los mismos que en la segunda vuelta. Dimas se quedó lejos de los 180 necesarios para ser nombrado presidente, tres quintas partes de un hemiciclo que contó con la presencia de todos los parlamentarios. Sin tiempo que perder, el actual presidente de la República, Karolos Papoulias, disolverá hoy la Cámara y Grecia celebrará elecciones legislativas la primera de las dos fechas posibles.
Tras las votaciones, el primer ministro, Andonis Samaras, trasladó de los diputados a la población la responsabilidad para mantener la estabilidad del país. Samaras volvió a advertir que en el próximo mes «los griegos experimentarán lo cerca que están de salir de la crisis y lo cerca que pueden estar de una recaída total». El jefe del Ejecutivo confió en que los griegos no malgastarán los esfuerzos hechos para superar los problemas económicos y no se dejarán engañar por «mentiras, mensajes populistas y terrorismo político».
Por su parte, el líder de los radicales de Syriza, Alexis Tsipras, celebró los resultados como «un gran día para la democracia». Tsipras mantuvo su lenguaje metafórico y consideró el crítico momento que atraviesa el país como un barco que acaba de partir hacia un futuro que justo empieza. También se colgó medallas el líder de los Griegos Independientes (ANEL), Panos Kammenos, que señaló que los malos tiempos habían terminado gracias a la ayuda de su formación. De nada sirvieron los llamamientos de Samaras para convencer a los parlamentarios independientes. Ante el inevitable desenlace de comicios anticipados, los cruces de declaraciones esta semana se produjeron en un clima de precampaña. La última encuesta de intención de voto, publicada por Alco el sábado, da como vencedor a Syriza con un 28,3%, tan sólo 3,3 puntos por encima de Nueva Democracia, que reduce la distancia. En tercer lugar aparece la nueva formación Potami, con un 5,8%, seguido de cerca por Amanecer Dorado (5,7%). El actual socio en la coalición de gobierno, los socialistas de Pasok, mantendrían su declive hasta quedarse en un 4,5%.
Bruselas mira con escepticismo los sondeos, que dan la victoria a un partido que se opone a las directrices europeas y se niega a devolver el total de los dos préstamos comunitarios de 240 billones de euros. Según el director económico de Berenberg Bank en Londres, Holger Schmieding, Bruselas prepara un «plan B» que consistiría en negar la prórroga del rescate para así mantener los plazo y presionar a un posible gobierno de izquierdas radical. La economía griega depende totalmente del Banco Central Europeo, así que, en caso de llegar al poder, Syrirza deberá incumplir su programa y aplicar medidas menos drásticas. Por el momento, Grecia ya ha comenzado a pagar la incertidumbre política con graves efectos sobre la economía. La Bolsa se desplomó un 11% tras las votaciones de ayer y sumó pérdidas de un 20% en la segunda semana de diciembre, la mayor caída desde 1987. No obstante, el alto grado de volatilidad bursátil y la inestabilidad económica parecen no asustar a gran parte de los griegos, acostumbrados a vivir sumidos en la recesión desde hace seis años. Pese a los primeros síntomas de recuperación y el retorno a los mercados este año, la población todavía sufre las consecuencias de una larga crisis. La contracción de la economía en un 30% desde 2008, una clase media menguada, el deterioro del sector industrial, la inmigración de los jóvenes y un paro situado en el 26% han provocado un profundo rechazo hacia las instituciones y partidos tradicionales, que hasta ahora se repartían el poder con una holgada mayoría.
Los ajustes económicos, como el aumento de impuestos y los recortes en inversión, exigidos por el plan de rescate de la troika, han sido el argumento perfecto de Syriza para ganarle terreno a la coalición en el gobierno y presentarse ante los griegos como la salvación a todos sus problemas.
De momento, lo único claro es que a Grecia le espera un mes más de tensión política que sólo servirá para alargar la agonía de un país que empezaba a ver la luz al final del túnel. El gobierno de Samarás no se encuentra en la mejor posición para negociar a finales de mes un acuerdo con la troika de acreedores sobre las condiciones para pagar el último tramo de 1.800 millones del programa de rescate. Los griegos se han enzarzado en un lío político con unas elecciones generales que ponen de nuevo en riesgo la estabilidad económica del país y la del resto de la zona euro.
http://inbestia.com/analisis/obama-rusia-arabia-saudi-banco-central-europeo-y-syriza
Es Syriza o es la economía ..
Un abrazo.
La desigualdad importa aunque aún no lo sepas
Sí, ya dejé un comentario :)
Gracias ;)
2015 será un año extremadamente inestable en el Mediterráneo, pero la onda expansiva alcanzará a todo el planeta. La globalización también es eso.
La sacudida comenzará en Grecia con la probable elección del partido Syriza. La palabra es un acrónimo en griego que puede traducirse como Coalición de la Izquierda Radical.
Y bien que lo es. Se trata de una amalgama antisistema, dominada por los marxistas, presidida por Alexis Tsipras, ingeniero de 40 años, líder estudiantil comunista en su juventud.
En Syriza se juntan estalinistas nostálgicos, trotskistas, anarquistas, anticapitalistas, antiglobalizadores, verdes que odian los transgénicos, antiamericanos, eurófobos, antieuros, y, por supuesto, propalestinos-antiisrael. (No en balde Grecia es el país más antisemita de Europa, de acuerdo con la última encuesta de la Liga contra la Difamamación).
Esta montonera comenzó a gestarse hace unos años en las protestas contra las reuniones internacionales del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial. Era una muchedumbre juvenil reclutada entre las tribus urbanas, frecuentemente desaseada y porrera, a la que los españoles calificaron, no sé por qué, como perroflautas.
Los participantes acamparon en diversas plazas emblemáticas, desde Wall Street en NY hasta la madrileña Puerta del Sol, o se pelearon a pedradas contra las fuerzas del orden en media docena de ciudades, y hasta contaron con un manifiesto elemental, ¡Indignaos!, teñido por el "buenismo", escrito por un nonagenario francés, Stéphanie Hessel, diplomático muerto recientemente, poco después de haber pergeñado su inesperado best seller.
El programa de Syriza es perfecto para cautivar a un porcentaje elevado de los electores y, simultáneamente, hundir aún más al país. Le habla a una sociedad que tiene un 28% de desempleados y una deuda exterior del 200% de su PIB. Le propone a los votantes salir de la crisis con más Estado –aunque ya le entregan al sector público el 44% de toda la riqueza que se produce--, gastando más y manteniendo el mítico "estado de bienestar", con servicios buenos y "gratis" para todos.
Tsipras habla de derechos y no de responsabilidades. Rechaza la austeridad de la señora Merkel, tan ridículamente preocupada por el dinero que le entregan los laboriosos alemanes para que lo custodie, y la insolencia de los bancos y tenedores de bonos que pretenden cobrar los intereses pactados o los que se derivan del creciente riesgo-país, en la medida en que los inversionistas le ven las orejas al lobo.
Naturalmente, Tsipras combate la corrupción de los políticos y empresarios, que es mucha, pero no menciona la del "pueblo", que defrauda a Hacienda, simula enfermedades para recibir pensiones –es el país desarrollado con más "ciegos legales" del planeta—, cobra empleos en los que no trabaja, cuenta con centenares de profesionales sufridos, que pueden jubilarse a los 50 o 55 años con un 96% del salario, entre los que se incluyen peluqueros y locutores, y, pese tener un desastroso sistema público de enseñanza, posee cuatro veces más profesores per cápita que Finlandia, el país que mejor transmite los conocimientos, de acuerdo con la pruebas PISA.
El predecible triunfo de Syriza posiblemente impulse el de "Podemos" en España, una formación similar, dirigida por el joven profesor comunista-chavista Pablo Iglesias, con el agravante de que éste viene de contribuir decisiva y alegremente a la destrucción de Venezuela, mediante diversos tipos de asesorías dados por una fundación afín a su grupo (llegaron a tener un despacho en Miraflores, la casa de gobierno, y recibieron por sus servicios aproximadamente cinco millones de dólares). Asesorías que incluyen el manejo de la economía y hasta de las prisiones (¡madre mía!).
Iglesias y Tsipras, además de la ideología comunista, comparten un dato biográfico elocuente. Ambos han vivido siempre dentro del ámbito público, subsidiados o becados por el conjunto de los ciudadanos por medio de los impuestos.
Quizás ello explica que ninguno de los dos advierta que los problemas de España y Grecia no derivan del mercado o de la distribución de ingresos, sino de la debilidad del tejido productivo. Ambos países, por cierto, exhiben un bajo coeficiente GINI (32 y 34.3 respectivamente. Mejores que Canadá y Nueva Zelanda).
Lo que España y Grecia necesitan es más capitalismo, pero del bueno, el que se funda en la competencia y la meritocracia y no en el compadreo y la coima. Requieren muchas más empresas exitosas y competitivas en la esfera privada, porque ya sabemos a qué círculo del infierno nos conducen las empresas públicas. Lo que también necesitan, son Estados eficientes y honrados que ahorren y administren escrupulosa y transparentemente el dinero de los contribuyentes.
Ninguna persona sensata tiene nada en contra del Estado de Bienestar, siempre que la sociedad que lo disfruta lo haya elegido democráticamente y trabaje para costearlo. Como hacen, por ejemplo, los daneses o los austriacos.
Lo que resulta un disparate injustificable –la frase es de Ricardo López Murphy con relación a Argentina, tan parecida a Grecia y España--, es "trabajar como en Sicilia y querer vivir como en Suecia, pero culpando a Estados Unidos o a Alemania cuando, lógicamente, no se consigue".
Nos vemos, preocupados, en el 2015.
Los griegos votaran a syriza porque los anteriores partidos politicos han sido los que han llevado a la ruina a grecia.
Lo que me hace gracia es que haya revuelo con syriza y no con amanecer dorado que es un partido pro nazi,,, curioso.