Escándalos Politicos
Los hermanos Pujol denuncian un juicio político y se reivindican
Marta, Oriol y Pere Pujol no aclaran la gestión del legado millonario de su abuelo | Oriol Pujol recibió la visita del 'pequeño Nicolás' con supuestas cartas del Gobierno | Marta Pujol logró una docena de contratos de la Generalitat, once sin concurso público.
Un juicio político, una persecución por razón de sus apellidos o como represalia por el proceso soberanista. El paso de tres de los hijos del expresident de la Generalitat Jordi Pujol por la comisión de investigación del Parlament tuvo mucho de reivindicación y poco de clarificador. Marta y Pere Pujol Ferrusola no se presentaron como "dinamizadores" económicos como su hermano Jordi Pujol Ferrusola pero sí como profesionales que trabajan a pesar de su origen familiar. La defensa política quedó en manos de Oriol Pujol, ex secretario general de CDC, que, por primera vez en sede parlamentaria se refirió a Jordi Pujol como "padre", y no como "president", porque antes "lo compartía políticamente con el partido y la mayor parte de los catalanes".
El exdiputado volvía a la Cámara catalana después de dejar sus responsabilidades políticas el pasado julio, imputado por tráfico de influencias y cohecho, pero vio entonces y sigue viendo ahora una mano política tras la retahíla de casos judiciales en los que está inmersa su familia. Esa es su "sospecha", que evitó verbalizar, pero invitó a los diputados a poner en paralelo los pasos del proceso soberanista y las informaciones sobre los Pujol. En esa línea, llegó a citar un encuentro con el pequeño Nicolás, que se le presentó con una supuesta misiva de la vicepresidencia del Gobierno español y el Ministerio del Interior con información privada y hasta dio por hecho que "lo que le pasa a Monedero no es casual".
Oriol Pujol defendió su intervención en el sector de las ITV y en los contactos para evitar deslocalizaciones como las de Sharp, Sony o Yamaha, que aparecen en el sumario que instruye el juzgado número 9 de Barcelona. Negó rotundamente haberse beneficiado, ni siquiera aceptó emplear el término deslocalización y aseguró que los pagos a su esposa en concepto de asesoría "no son trabajos ficticios". "No me lo pueden colgar todo", insistió y se reveló contra la acusación de "nepotismo" desde las filas del PP. "Si quiere hablar de nepotismo tomemos la lista de todo lo que ha hecho el PP (...) Lo que yo defiendo no lo soportan, no sé si se les revuelve el estómago", acusación que también dirigió a Ciutadans. Presumió de tener otro estilo de hacer política y de haber dado un paso atrás para no "estorbar" a su partido. En cualquier caso, denunció que "han convertido a todos los imputados en culpables".
Sobre el legado del abuelo, la estrategia de los hermanos fue inquebrantable. Remitirse a sus declaraciones judiciales -Marta y Pere- y esperar -Oriol- a la comparecencia de Jordi Pujol Ferrusola el próximo día 26 ante la juez. Ni detalles sobre el origen ni la gestión de los 62 millones de pesetas que le tocaron a cada hermano y que gestionaron en cuentas personales cifradas desde 1992. Oriol Pujol se limitó a señalar que no tenía dinero en el extranjero y que no ha regularizado "nada". De hecho, en el 2012, ya había retirado sus fondos de Andorra. Marta no tiene documentación de la cuenta en el BPA, que controlaba una vez al año con un viaje al Principado -"sin tanques, metralletas", como ironizó su madre-, y regularizó más de medio millón en julio al estallar el escándalo. ¿Por qué no aprovechó la amnistía fiscal como alguno de sus hermanos?, pues porque no se fiaban de la gestión de Hacienda. "No garantizaba el anonimato". Pere se limitó a señalar que "todo está explicado perfectamente" y asegurar que "no tengo cuentas fuera del país". "Regularizamos por decisión propia, hemos pagado entre el 40% y el 50% del capital regularizado; en amnistía era el 10%, lo hizo una familia muy importante española y nadie ha dicho nada", concluyó.
Para Marta Pujol Ferrusola, "lo que está claro" es que ha ido a parar a la comisión de investigación "por mis apellidos". Se reivindicó como arquitecta -"me considero competente profesionalmente para hacer los trabajos que he hecho"- y explicó que, desde que montó un despacho en 1987, "busco trabajo y reparto tarjetas entre empresas privadas y públicas, y a veces me abren puertas y otras me las cierran". Entre 1987 y 1995 logró una docena de contratos públicos, once de los cuales a dedo. Dejó el sector público en cuanto cambió la ley de contratación. En cualquier caso, denunció persecución política ya en 1999, durante la última campaña electoral que protagoniza su padre frente a Pasqual Maragall, y blandió una lista de arquitectos que apoyaron al candidato socialista y que recibieron el grueso de proyectos del Ayuntamiento de Barcelona. Por el contrario, sostuvo, a ella le llegaban mensajes de "veto" de municipios gobernados por el PSC. No obstante, Marta Pujol defendió su lugar de trabajo en el Ayuntamiento de Sant Vicenç de Montalt desde 1996 pese a reconocer que ocupa un puesto sin plaza pública convocada y con contrato vencido desde el 2004. Una situación que trasladó a muchos técnicos de ayuntamientos pequeños.
También Pere Pujol, ingeniero agrónomo, defendió sus contratos con la administración pública desde su empresa Entorn. De hecho, esgrimió como argumento que durante los gobiernos de su padre obtuvo menos proyectos que con el tripartito, en que llegaron al 21% de la facturación de la empresa, cuando la media no superaba el 15%. "Es obvio que no estoy con una mano delante y otra detrás", pero "puedo estarlo", dijo. "No somos un clan, somos una familia bien avenida", dijo, y se preguntó "por qué no puedo trabajar para la administración si se hace legalmente".
http://www.lavanguardia.com/politica/20150303/54427828652/hermanos-pujol-denuncian-juicio-politico-reivindican.html
P.D.:
Como era de esperar los Pujol en su linea como sus progenitores, divagando, mareando la pérdiz y creyéndose que aún engañan a alguien, pobrecillos.