"Quita esa música etarra y mortuoria".
Carlos López, San Sebastián (EFE).- "Quita esa música etarra y mortuoria". Esta orden dada al pinchadiscos de una boda por el novio, revocando una petición de la novia para que su familia bailara un canción en euskera, desembocó en riña tumultuaria entre los invitados, tres de los cuales han sido condenados hoy en San Sebastián, en un juicio en el que el disc-jockey ha sido absuelto.
Era ya entrada la madrugada del 28 de octubre de 2013. Tan sólo faltaban quince minutos para la conclusión del baile de la boda, que había reunido en el donostiarra hotel de Londres a miembros de dos familias guipuzcoanas, una de ellas con varios invitados de Valladolid, cuando la novia solicitó al 'DJ' que pusiera la canción Kalanbreak del grupo 'Gozategi Anaiak' para sus allegados.
Menos de 20 segundos después, el novio, que previamente había pactado con el pinchadiscos que no pusiera ni una sola canción en euskera, se dirigió a él y, zarandeándole y agarrándole del brazo, le exigió que la quitara porque de lo contrario no le pagaría. "Le pedí que no me hiciera pasarlo mal y le advertí de que se podía meter en un lío porque me la había pedido la novia", ha recordado hoy este trabajador, al que Amante bandido le pareció un tema adecuado para templar ánimos.
Lejos de lograr su objetivo, la canción de Miguel Bosé "calentó a la gente", que comenzó a increpar al disc-jokey: "¿Quitas en euskera y pones esto?", llegó a escuchar entre insultos mientras abandonaba su estrado para dar explicaciones a un hombre que le "increpaba" de forma airada por lo sucedido.
"En ese momento -aclara el pinchadiscos-, noté un empujón y un puñetazo, y la boda se acabó para mí. Recogí mis gafas del suelo, quité la música y pedí al encargado que llamara a la Policía porque quería denunciar" lo sucedido. "Ahí fue cuando empezó 'todo Dios' a pegarse", explica el agredido.