El juez de la Audiencia Nacional Juan Pablo González procesa por un delito de lesa humanidad a los dirigentes de ETA José Antonio Urruticoetxea, 'Josu Ternera'; Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki'; Mikel Carrera Sarobe, Ángel Iriondo Yarza y Aitor Elizarán Aguilar como máximos responsables de los asesinatos cometidos por la banda terrorista desde octubre de 2004.
ORDEN DE DETENCIÓN INTERNACIONAL PARA TERNERA
En un auto, el juez requiere a los cinco procesados para que en el plazo un de un día presten fianza de forma solidaria por dos millones de euros en el caso de Urruticoetxea, cinco millones en el de Aspiazu, siete en el de Carrera, seis en el de Iriondo y cinco en el de Elizarán. Además, el titular del Juzgado Central de Instrucción 3 acuerda la detención e ingreso en prisión de Josu Ternera, en paradero desconocido, para lo cual libra órdenes de detención internacional y europea para su entrega a la Justicia española.
El juez considera que sin las órdenes de estos cinco etarras no se habrían cometido ciertos asesinatos y atentados por parte de la organización terrorista. De ahí que entienda que los hechos son constitutivos de delito de lesa humanidad que contempla la comisión de delitos de asesinato, traslado forzoso, deportación, entre otros, cuando “dichos delitos de cometan como parte de un ataque generalizado o sistemático contra la población civil o parte de ella y, en todo caso, si los hechos se cometen en razón de la pertenencia de la víctimas a un grupo colectivo perseguido por razones políticas, étnicas, religiosas".
El juez acuerda seguir adelante con la causa tras una querella de la asociación de víctimas Dignidad y Justicia, que también pedía que se sentarán en el banquillo de los acusados por genocidio, delito finalmente desestimado. En la resolución se detalla quiénes eran los máximos responsables de la banda en el periodo investigado y los principales atentados cometidos por ETA con resultado de muerte, entre ellos, los asesinatos del exconcejal del PSE Isaías Carrasco; el guardia civil Juan Manuel Piñuel; el brigada del Ejército Luis Conde; el empresario Ignacio Uría; el inspector de Policía Eduardo Puelles, los guardias civiles Carlos Enrique Sáenz de Tejada y Diego Salvá, además de los dos fallecidos en el atentado de la T4, Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio.
DIERON LAS INSTRUCCIONES
El magistrado analiza la responsabilidad de la cúpula de la organización por los delitos cometidos en nombre de la misma y asegura que en este caso “los máximos dirigentes de los aparatos político y militar de ETA en el periodo investigado tuvieron conocimiento del plan de los delitos cometidos durante su periodo de dirección, impartiendo a los autores materiales las correspondientes instrucciones y habiendo podido intervenir antes de la ejecución para evitar el resultado, lo que aparece con alta probabilidad respecto de atentados de especial significación”.
Entre ellos, menciona el de la T4 de Barajas, que pone fin a la tregua, el de Isaías Carrasco, días antes de las elecciones, o el del empresario Uría, vinculado a las obras del AVE, “que en modo alguno pudieron ser ejecutados sin que los autores materiales recibieran órdenes concretas y precisas de los máximos dirigentes de la organización terrorista”.
Concurren, por tanto, en opinión del juez, los requisitos exigidos para considerar que nos encontramos ante un supuesto de “autoría mediata por dominio de la organización” por cuanto las órdenes se ejecutan sin posibilidad de discusión por los autores materiales, que se limitan a cumplirlas.
"En este caso -dice el juez- éste es el elemento que los convierte en crímenes contra la humanidad de los que serían autores los procesados” Aspiazu Rubina, con cinco muertes alevosas, Urruticoetxea, con dos muertes, Iriondo, con seis muertes, Elizaran, con cinco muertes, y Carrera, con siete.
QUIÉNES SON LOS CINCO PROCESADOS
Josu Urrutikoetxea, más conocido como Josu Ternera, nació en la localidad vizcaína de Miravalles hace 64 años. Con veinte años entró en ETA y, desde entonces, permanece en la clandestinidad. Se le atribuye la autoría intelectual de los atentados de la Plaza de la República Dominicana de Madrid, donde murieron doce guardias civiles, y el de la casa cuartel de Zaragoza, en 1987, con once víctimas.
Fue parlamentario de Euskal Herritarrok en el Parlamento vasco en 1998 y, en 2003, formó parte de la Comisión de Derechos Humanos de la cámara, cuando se fugó. Su nombre estuvo vinculado con las conversaciones de Oslo, en la que participaron Iratxe Sorzabal y David Pla, recientemente detenidos. A pesar de su enfermedad -padece un cáncer de colon, según han podido saber las fuerzas de lucha antiterrorista-, sus opiniones tendrían mucho peso en la cúpula de la banda.
Mikel Garikoitz Aspiazu Rubina, alias Txeroki. Bilbaíno de 42 años. Hombre fuerte de la banda y relacionado con varios atentados, entre ellos, el asesinato del juez José María Lidón. Ha coordinado el aparato militar de ETA y, entre otros episodios, ordenó el atentado contra la terminal 4 de Barajas, donde murieron dos personas.
Fue detenido en Francia en el año 2008, donde cumple condena por varios delitos relacionados con el terrorismo. En varias ocasiones ha sido entregado temporalmente a España para ser juzgado por los delitos cometidos en territorio nacional. La Audiencia Nacional lo condenó a 377 años de prisión.
La detención de Txeroki aupó a Aitzol Iriondo Yarza, alias Gurbitz, como jefe militar de ETA. Nació en San Sebastián en 1977 y varios miembros de su familia han sido detenidos por su vinculación con la banda, entre ellos, su tío y su hermano.
Las autoridades señalan a Iriondo en diferentes atentados mortales, como el del gobernador civil de Guipúzcoa Juan María Jáuregui o el del policía municipal Joseba Pagazaurtundua, en Andoain. Una operación conjunta entre la Guardia Civil y la Policía francesa propició su detención en diciembre de 2008, en la localidad de Gerde. La Justicia francesa lo condenó a veinte años de cárcel por diferentes delitos relacionados con el terrorismo cometidos en el país vecino.
Mikel de Kabikoitz Karrera Sarobe, más conocido como Ata, protagoniza uno de los procesos judiciales más insólitos en la historia de la banda terrorista, al ser condenado por la Justicia francesa a cadena perpetua. Nació en Pamplona en 1972 y se incorporó a ETA en 1998. Al igual que Txeroki -con quien se le relaciona en el sector más duro de la banda-, alcanzó la cúpula etarra y coordinó los comandos militares.
Su nombre está vinculado con el último asesinato que perpetró la organización, en marzo de 2010. Fue un tiroteo en la localidad francesa de Dammarie-lès-Lys y en el mismo murió el gendarme galo Jean-Serge Nèrin. Además, se le señala como autor del atentado contra dos guardias civiles en Capbreton, también en Francia. El etarra fue detenido en mayo de 2010.
Aitor Elizarán Sarasola fue detenido en 2009 junto a la también terrorista Ohiana San Vicente Sáez de Zeráin. En el momento de la detención, las autoridades le incautaron un arma y numerosa documentación que sirvió para contrastar la información que las Fuerzas de Seguridad del Estado tenían sobre la estructura de ETA.
Elizarán, nacido en Biarritz, dirigió la organización juvenil Segi en Navarra hasta que la Justicia emitió una orden de detención contra él, en 2003. Desde entonces, permaneció en la clandestinidad y fue escalando posiciones dentro de la banda. La Justicia francesa lo condenó a ocho años de prisión.