Re: Rajoy el serio
El Banco de España mantiene el crecimiento de la economía española para 2016 en el 3,2%. La economía expansión económica se mantendrá durante tres años, aunque desacelerándose y en 2019 el avance del PIB se reducirá un 2%.
El PIB crecerá este año un 3,2%, se moderará hasta el 2,5% en 2017 según las últimas proyecciones macroeconómicas de la economía española 2016-2019 hechas públicas hoy por el Banco de España (BdE), con lo que eleva una décima su previsión de crecimiento económico para este año y sube en dos la de 2017.
En los dos años siguientes -2018 y 2019-, el incremento se situaría en el 2,1% y el 2%, respectivamente, datos que confirman la desaceleración gradual del empuje del PIB que la institución avanzó el mes pasado.
El paro caerá por debajo del 15% en tres años
La institución ha revisado a la baja la tasa de paro para 2016 y 2017 en dos y seis décimas, respectivamente, hasta el 19,6% y el 17,7%, en comparación con su último informe trmestral.
"Como es habitual en los períodos expansivos de la economía española, la creación de empleo continuaría siendo elevada en relación al ritmo de avance del PIB, lo que contribuirá a reducir la tasa de paro, que se situaría, al final del horizonte de proyección, ligeramente por debajo del 15% de la población activa".
En lo que respecta al déficit público, la entidad prevé que este año se sitúe en el 4,4% del PIB, con lo que se cumpliría holgadamente con el objetivo fijado por Bruselas en el 4,6%.
Según el Banco de España, la fase de expansión "se prolongará durante los próximos tres años", apoyada en los estímulos monetarios y en los progresos realizados en la corrección de algunos de los principales desequilibrios, como el desendeudamiento de los agentes privados y la recuperación de la competitividad exterior.
No obstante, "el ritmo de crecimiento experimentaría una cierta desaceleración a lo largo del próximo año, lo que la institución atribuye al alza de los precios del petróleo o el "abandono por parte de la política fiscal del tono expansivo de los dos últimos ejercicios", que "harán que cesen algunos de los impulsos que la economía ha recibido en la etapa reciente, advierte el organismo.
"Desde el punto de vista de la composición de la demanda agregada, se espera que el crecimiento del PIB siga sustentándose en el gasto interno, mientras que la contribución de la demanda exterior neta continuaría siendo positiva, aunque decreciente a lo largo del horizonte de proyección", señala el informe. Tras un descenso estimado del 0,3% en 2016, los precios de consumo aumentarían un 1,6% en 2017, un 1,5% en 2018 y un 1,7% en 2019.
Trump, el Brexit y el nuevo Gobierno, riesgos para el PIB
En cuanto a los riesgos para el crecimiento, del Bde apunta fundamentalmente a tres: las políticas económicas globales, concretamente la estadounidense, que podría afectar a la economía mundial. El segundo riesgo atañe a las diversas citas electorales próximas en los países de la Unión Europea y, sobre todo, la negociación pendiente sobre el Brexit.
La institución recuerda el tercer riesgo para la marcha económica, esta vez en España. "La constitución de un nuevo Gobierno de la nación ha comenzado a disipar las incertidumbres acerca del curso futuro de las políticas económicas. En el terreno de la política fiscal ya se han producido novedades en esta dirección, con la aprobación de varias medidas de ajuste presupuestario con posterioridad al cierre de estas previsiones", señala el organismo.
La institución también pide que el nuevo Gobierno dé prioridad a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado ya que el retraso de su ejecución "podría comportar un menor dinamismo de la actividad a corto plazo con respecto al considerado en estas previsiones.
"Resulta prioritaria para mitigar las vulnerabilidades de la economía española ante eventuales cambios en las condiciones de financiación en los mercados internacionales", señala.
Pide reformas para paliar la vulnerabilidad de la economía
En este sentido es más importante si cabe llevar a cabo las reformas estructurales necesarias para dinamizar el ritmo de avance de la productividad y el funcionamiento de los mercados de bienes y servicios y de factores productivos para "paliar la vulnerabilidad de la economía ante perturbaciones externas".
Los riesgos de desviación con respecto a las proyecciones de inflación se inclinan asimismo a la baja, aunque "es posible que el repunte reciente del componente energético de la inflación dé lugar a un impacto más elevado sobre los precios de consumo de otros bienes".
El informe no tiene en cuenta el impacto alcista sobre la inflación del precio del petróleo ya que el acuerdo que los países de la OPEP alcanzado el 30 de noviembre para restringir el volumen de producción de esta materia prima es posterior a la del cierre del escenario central de las proyecciones.