Re: Cataluña-Catalunya 2016
Eres rápido editando...veo que todavía conservas un ápice de vergüenza.
Eres rápido editando...veo que todavía conservas un ápice de vergüenza.
??????
JOSÉ MARÍA BRUNET, Madrid
20/01/2017 13:34 | Actualizado a 20/01/2017 14:09
El Tribunal Supremo (TS) ha dictado el auto de apertura del juicio oral contra el ex conseller de Presidència de la Generalitat, Francesc Homs, por su participación en la convocatoria y desarrollo de la consulta del 9N. En el auto, el juez instructor, Andrés Palomo del Arco, da un plazo de diez días al acusado apara que presente escrito de defensa.
El juez ve indicios de un delito de prevaricación administrativa y otro de desobediencia grave y determina que no cabe “recurso alguno “contra la resolución dictada. De resultar probados, estos delitos conllevarían una condena por inhabilitación para Homs.
Play
Mute
Loaded: 0%Progress: 0%
Remaining Time -0:24
Fullscreen
Será juzgado por el Supremo aunque renuncie a su acta de diputado
Dicho auto supone la remisión a juicio del caso, e implica que Homs será juzgado por el Supremo, incluso en el supuesto de que renuncie a su escaño como diputado del Congreso antes de que tenga lugar la vista. La condición de aforado del actual portavoz del PDECat en el Congreso, en suma, no es renunciable desde el momento en que se dicta la apertura del juicio oral.
Todo ello supone, a su vez, que en relación con la actuación de ex altos cargos de la Generalitat a propósito del 9N va a haber dos juicios, el que tendrá lugar en el Tribunal Superior de Justícia de la Generalitat (TSJC) a partir del próximo 6 de febrero contra el ex president de la Generalitat, Artur Mas; la exvicepresidenta, Joana Ortega, y la exconsellera Irene Rigau, y el que se desarrollará en el Supremo contra Homs.
Dos juicios paralelos
El auto recoge los hechos incluidos en el informe del fiscal y que se admiten como susceptibles de enjuiciamiento en atención a su relevancia jurídico-penal. En concreto, por el delito de prevaricación, el fiscal pidió la pena de inhabilitación especial por siete años y seis meses, y por el delito de desobediencia, una multa de cinco meses con una cuota diaria de 200 euros e inhabilitación especial por un año y un mes.
El fiscal afirmó en su escrito que el acusado “no adoptó la suspensión de ninguna de las actuaciones ni actos que se desarrollaban para la celebración de dicha consulta que dependían directamente del Departamento de la Presidencia del que era titular”. No adoptó la suspensión de ninguna de las actuaciones ni actos que se desarrollaban para la celebración de dicha consulta.
No adoptó la suspensión de ninguna de las actuaciones ni actos que se desarrollaban para la celebración de dicha consulta
EL FISCAL
También recuerda que impulsó activamente los trabajos preparatorios de la convocatoria, puso los servicios jurídicos de su Departamento a disposición del CTTI para ejercer acciones legales ante una eventual suspensión adoptada por empresas privadas, y, en definitiva, potenció tras haber conocido la Providencia de suspensión dictada por el Tribunal Constitucional el desarrollo del denominado “proceso participativo”.
Además, indica que Homs era “plenamente consciente, máxime en su condición de cabeza de los servicios jurídicos de la Generalitat”, de que con su actuación quebrantaba el obligado acatamiento a las decisiones del Tribunal Constitucional. El pasado mes de diciembre, el Tribunal Supremo puso fin a la instrucción de la causa.
Leyendo la sentencia sobre el caso Blanquerna, tan severa como ejemplar, en la que el Tribunal Supremo multiplica por ocho las penas de la Audiencia Provincial y condena a más de cuatro años de cárcel a los ultras que, tras irrumpir en el local de la Generalitat, golpearon y derribaron al diputado Sánchez Llibre, me vino a la memoria la anterior agresión efectuada en Madrid contra un representante electo del nacionalismo catalán.
Tuvo lugar el 30 de junio de 1932, en pleno debate sobre el primer Estatuto de Autonomía de la República, en el hotel Nueva York, sito en la Gran Vía –entonces avenida de Eduardo Dato- y la víctima fue el poeta Ventura Gassol, diputado de la recién constituida Esquerra Republicana, estrecho colaborador de Francesc Maciá y miembro del primer gobierno de la Generalitat.
Ilustración: Javier Muñoz
Ilustración: Javier Muñoz
Ventura Gassol era todo un personaje. Cual fiel Sancho había acompañado al quijotesco Maciá en todas sus aventuras, incluida la fallida intentona de invasión de España desde Prats de Molló, y servía de ariete del independentismo en el periódico 'Nosaltres sols!', con modales a medio camino entre Rufián y Tardá. Chaves Nogales lo definió como "el hombre que, no sé por qué, personifica la antipatía que siente el no catalán por el catalanismo". Y ese "no sé por qué" incluía una pelambrera, aun más copiosa que la de Puigdemont, organizada en guedejas de trovador o pétalos de flor de invernadero. Cualquiera diría que en aquel Madrid castizo que iniciaba su trayecto de corte a cheka, no había nada peor para los patriotas diletantes que hacían la ronda diaria entre Embassy y el café Gijón que la melena de Ventura Gassol.
Un aristócrata arruinado con aires de machote y fama de mujeriego, conocido como Pepe Blanes, decidió pasar a la acción, alegando un poco a bulto que Ventura Gassol había llamado “cerdos” a los españoles. Alquiló una habitación contigua a la suya y le tendió una celada, junto a un grupo de jóvenes sicofantes que incluía al mismo Lucas María Oriol y Urquijo que en su senectud emergería como empresario de la prensa más integrista del tardofranquismo.
Cuando el diputado catalán, embutido en su pijama azul, abordó el cuarto de baño compartido en el pasillo, se abalanzaron sobre él y le introdujeron con violencia en el retrete. En el forcejeo le provocaron un corte en un brazo con una maquinilla de peluquero. Era una herida leve pero aparatosa que acabó manchando su rostro con sangre. Fue entonces cuando Pepe Blanes procedió a raparle el pelo, según la costumbre infamante que los furrieles practicaban con los reclutas, los carceleros con los presos y los absolutistas con las mujeres liberales desde el siglo XIX.
El propio Blanes se vanaglorió de su hazaña en un libro titulado 'Andanzas de un peluquero': “El cuadro era aterrador. Don Buenaventura gemía, la gente del hotel aporreaba la puerta con furia, gritando todos a la vez; yo, pelaba; los otros, sujetaban a la víctima”.
Cuando el ruido y los gritos del diputado atrajeron a otros huéspedes, los agresores interrumpieron su tarea a la mitad y huyeron escaleras abajo al grito patriótico de “¡Maricón el último!”. Ventura Gassol, con el cráneo clareado y la cara tiznada de rojo, se precipitó hacia su cuarto, sacó una pistola e hizo un disparo que no llegó a alcanzar a los fugitivos.
Blanes fue detenido tras una rocambolesca huida a Portugal y pasó dos meses como preventivo en la Modelo, sin que exista traza hemerográfica de si llegó tan siquiera a ser juzgado. Pero lo significativo fue la forma en que la prensa conservadora le rió la “gracia”. A la mañana siguiente de la agresión, ABC incluía un artículo de su escritor estrella César González-Ruano, titulado 'Los amigos de Dalila' y subtitulado 'Interviu con Pepe Blanes, autor del atentado capilar al vate Gassol'.
En esa entrevista con tintes de panegírico, el agresor –“un muchacho simpático, alto, fino”- se regodeaba en “los grititos” del diputado “como los que deben dar los niños catalanes” y explicaba por qué lo había hecho: "¡Qué sé yo! ¿Te parecería pedante que dijera que por estética?... ¿Te parecería desafortunado que te dijera que por asco al Estatuto?... La verdad es que por las dos cosas, porque me molestaban sus pelos, sus propósitos, su personalidad ingratísima...".
El número siguiente del semanario satírico Gracia y Justicia, fundado por el luego cardenal Herrera Oria, incluía una docena de chistes, caricaturas y artículos con títulos tan elocuentes como 'Atropello de un vate en un water', 'Espantoso pelicidio que llevó a un hombre a presidio' o 'Sansoni, el desmelenado, o ¡aquí la diña el tinglado!'. Mucha menos gracia y ninguna justicia rezumaba el editorial de la publicación cuyo párrafo inicial proclamaba que: "Estamos de Estatuto hasta por encima de donde le cortaron las guedejas a Gassol" y proponía a continuación diversas fórmulas "para quitarnos de delante ese espantajo".
La primera de ellas no necesita glosa alguna: "Coger a Maciá, Gassols, Campalans, Tontalans and Company (Lluis Companys) y fusilarlos a las tres en las Ramblas, después de haber vitoreado el hecho diferencial". Al menos en dos casos se trató de una profecía autocumplida de forma que, como escribió Zweig en la biografía de Fouché, "los hechos frenéticos sucedieron a las palabras frenéticas". Por supuesto en el de Companys, fusilado por el franquismo; pero también en el del propio director del semanario derechista, Manuel Delgado Barreto, pasado por las armas por los milicianos comunistas durante las sacas de presos de Paracuellos del Jarama.
Así se las gastaban entonces las dos Españas. Precisamente como antídoto a la reaparición de esa espiral de odio que destilan tantos textos de la época, el legislador introdujo en 1995 la agravante de "discriminación ideológica" en el Código Penal (artículo 22,4) que ha sido aplicada en el caso Blanquerna por el Supremo.
Es importante subrayar que el incremento exponencial de las penas de los asaltantes a la librería de la Generalitat en Madrid se ha producido a instancias de ese ministerio público, tantas veces descrito por el independentismo catalán como un simple perro de presa azuzado por el Gobierno en su contra. Y que el ponente de la sentencia, el magistrado José Ramón Soriano, caracteriza los argumentos del fiscal como "contundentes", "oportunos" o "brillantes", adjetivos muy reveladores de su empeño por obtener condenas ejemplares.
La sentencia no sólo sostiene que los atacantes actuaron "movidos exclusivamente por razones ideológicas, al tener posiciones antagónicas con el movimiento independentista catalán", sino que añade que, tras gritar obviedades como "no nos engañan, Cataluña es España" y "catalanidad es Hispanidad", alguno de los acusados "dirigió insultos a las víctimas referidos a su condición de catalanes y por el hecho de ser catalanes".
Quiere esto decir que los 85 años que median entre la agresión a Ventura Gassol y el castigo del episodio en el que de forma más leve fue atacado Sánchez Llibre no han transcurrido en vano. Nadie vertió una palabra justificativa o condescendiente cuando ocurrió el asalto y el Tribunal Supremo considera ahora que tanto la particularidad de los españoles por haber nacido en un territorio determinado, como su derecho a promover cualquier opción política, incluido el separatismo, por medios legales, son bienes jurídicos a defender con especial énfasis.
La sentencia sobre Blanquerna deja así en evidencia el infundado victimismo de los independentistas ante los procesos por desobediencia que afectan a Homs, Mas o Forcadell. Pero también marca un rasero en la protección de derechos fundamentales, insoslayable para los jueces que en Cataluña instruyen sumarios como el de la agresión a las dos activistas pro-Selección Española, echadas a patadas de su tenderete al grito de "putas españolas, os vamos a matar", los ataques a miembros de Sociedad Civil Catalana en la Universidad Autónoma, los atentados y amenazas contra dirigentes de Ciudadanos o los escraches y coacciones al puñado de padres que tienen el valor de intentar escolarizar a sus hijos en castellano.
Sería inadmisible que tras este hito jurisprudencial siguiera en vigor el doble rasero que resume aquél dicho de Lope que en las clases de gramática servía como ejemplo de verso dividido en dos hemistiquios: “Las glorias tuyas y las penas mías”. O sea que resultaran más iguales ante la ley y mejor protegidos por la justicia quienes pretenden romper España que quienes tratan de mantenerla unida.
En cuanto al legado capilar de Ventura Gassol, reordenado al modo Harry Potter sobre la terraza de Puigdemont, poco cabe añadir a la suplantación de Buenafuente: "Soy como Sansón, este pelazo de Beatle me da una fuerza... Ya me he cargado a Mas y a la CUP". Claro que, como bien demostró Cecil B de Mille, a todo Sansón le llega su Dalila y ahora lo único que está por ver es si será Anna Gabriel la que le cortará la melena de los presupuestos o Sor Aya Saénz de Santamaría la que le cortará la melena del referéndum.
Parece en todo caso inexorable que el anhelo de Mercè -su estilista de toda la vida en el Llongueras de Girona- de "vaciarle un poco el pelo" será pronto realidad. Por fortuna esta vez, sólo como metáfora. Pero las columnas del templo de la autonomía pueden caer, arrastradas por Puigdemont, con similar estrépito al de octubre del 34 cuando, muerto ya l'Avi (Maciá), Ventura Gassol también escoltó a Companys en su atolondrado itinerario desde el balcón en que proclamó la República Catalana a la sentina del buque-prisión Uruguay.
Aznar, Mayor y San Gil presionan a Rajoy para no ceder ante el separatismo
El expresidente ofrece su tercera conferencia en 14 días para "aportar soluciones" ante la "crisis de valores".
Dastis ve "legítimo" que Puigdemont explique el 'procés' en Bruselas
El presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, su vicepresidente Oriol Junqueras y el consejero Raül Romeva tienen previsto pronunciar un discurso en una sala del Parlamento Europeo con la que pretenden dar a conocer sus aspiraciones a la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña. El acto no tiene ningún apoyo institucional y ha sido organizado a título personal por tres eurodiputados catalanes: Ramon Tremosa, Josep Maria Terricabras y Jordi Solé, de ERC. Oficialmente, la Generalidad ha anunciado que no están previstas ni se han pedido reuniones con dirigentes europeos, aunque en los hechos se sabe que sería muy díficil que haya un representante institucional dispuesto a reunirse y dar su apoyo a Puigdemont en estas circunstancias. Tampoco están previstas declaraciones a la prensa, ya que los tres dirigentes independentistas viajan de regreso a Barcelona inmediatamente después del acto.
Varios diarios europeos publicaban ayer el anuncio pagado por la Generalidad de Cataluña para dar a conocer el acto que se celebrará en una sala del Parlamento Europeo en Bruselas, una de las más grandes que está a disposición de las actividades de los diputados. El hecho de que se celebre dentro de la sede de Bruselas no presupone más relevancia que las decenas de convocatorias –muchas de ellas realmente pintorescas– que promocionan personalmente los eurodiputados.
La charla coincide en el mismo horario con la recepción de Año Nuevo que los servicios de protocolo del Parlamento Europeo organizan cada mes de enero para los embajadores de los países miembros y sus equipos, que sí es un acto institucional y estaba previsto desde el mes de diciembre.
La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, dijo ayer también en Bruselas, que Puigdemont "se equivoca" al negarse a acudir a la Conferencia de Presidentes auntonómicos.
Se han esmerado. Les ha salido un trabajo perfecto. Para la construcción del 'Jo pregunto' a Carles Puigdemont, TV-3 ha conseguido una prodigiosa selección de interpelantes. Nos contaron que habían salido elegidos en asambleas previas. Parece ser que ante notario y todo. Pues más mérito: la habilidad en el dibujo del grupo de los elegidos merece premio. Las interpelaciones se han polarizado alrededor de dos ejes. Uno: las preguntas de interés general sobre el funcionamiento, o no funcionamiento, de tantos aspectos que condicionan la vida de los ciudadanos. Dos: las cuestiones sobre el 'moll de l'os' hacia la independencia. Ambas, en su inmensa mayoría, confluían en un mismo sentimiento: la necesidad de un Estado propio. Las primeras, las de interés general, hacían referencia a hacer la vida 'vivible', y de manera más justa y solidaria entre todos. Sanidad, educación, el mundo rural y su despoblación, el pequeño comercio, las infraestructuras, los impuestos, los servicios básicos, la inmigración... Son preguntas que, en apariencia, pueden poner al político o mandatario en aprietos. En nuestro caso es al revés: todas las disfunciones y problemas de mala gestión se transforman en un arma a favor. Solo hay que apelar a que el origen de lo que aquí no funciona son los disparates y la opresión a que nos han sometido los sucesivos gobiernos españoles. El segundo eje, el del 'procés', o 'moll de l'os' de la independencia, tuvo básicamente dos interpelantes estrella. Un joven, razonablemente airado, le dijo a Puigdemont que seguía sometido al Estado español. Le exigió pasar de la pre-independencia a la independencia inmediatamente. Y le afeó que la única 'estructura d'Estat' que ha montado la Generalitat es el sorteo de 'La Grossa'. Esta intervención ha puesto de los nervios al 'pinyol' CDC-PDCAT y sus entornos. Consideran que TV-3 les ha propinado una puñalada trapera, al servicio de ERC. Interesante interpretación de cómo ha variado la sumisión política de TV-3. La elección de una bibliotecaria jubilada, de 81 años, defendiendo la no independencia ha sido el contrapunto perfecto para demostrar la colosal pluralidad de TV-3. Me descubro. Son unos maestros.
Fue luminosa la intervención de un director de escuela pública, Lluís Cano. Preguntó: «Quién cree usted que nos ha robado más: ¿el trabajador andaluz que cobra el PER o Jordi Pujol?». No le gustó la palabra «robo» al 'President'.
Ferran Monegal
Alfonso Dastis ha sorprendido a propios y extraños al decir que ve “respetable y legítimo” que Carles Puigdemont defienda su referéndum en la Eurocámara. Si no fuera porque el Partido Popular mantiene una postura de sólida vigilancia ante los golpistas, podría parecer que Dastis ofrece la rendición del Estado al secesionismo catalán. No se entiende en ningún caso la postura y las palabras del titular de Exteriores, por mucho que alegue que “en Europa se defiende la libertad de expresión y es legítimo que cada uno defienda su visión política”. Menos aún cuando figuras relevantes entre los populares como Esteban González Pons, Pablo Casado o Ramón Luis Valcárcel han criticado con dureza la presencia de Puigdemont en las instituciones europeas. De hecho, el propio González Pons, portavoz del PP en el Parlamento Europeo, ha advertido de que el presidente de la Generalitat cuenta con el apoyo de la extrema derecha continental, acusándolos de querer “romper un poco más la UE”.
Ni que decir tiene que el intercambio de ideas y la contraposición de las mismas es enriquecedor para el desarrollo de cualquier sociedad. No obstante, esas ideas deben redundar en el bienestar del país y, sobre todo, acogerse escrupulosamente a la ley vigente. Algo que, por supuesto, no hace en ningún caso Carles Puigdemont ni el resto de los falsos padres de la patria catalana. Un grupo más cercano a la piromanía institucional que al respeto por la nación. Tanto ellos como sus socios de la CUP ultrajan y menosprecian constantemente dos de los símbolos más importantes de nuestro país: la Constitución y el Rey. Unos comportamientos basados en la beligerancia con España que este mismo lunes ha tenido un nuevo capítulo. Puigdemont ha asegurado que la agresión a las aficionadas de la Selección Española no fue “violencia de verdad”. Es en ese tipo de aberraciones donde se resume la verdad política e ideológica del independentismo. Esas son las actitudes revanchistas que no debe olvidar Alfonso Dastis por muy bien que lo hayan tratado de manera puntual en el Palacio de Pedralbes.
hay dinero para embajadas, para el processss, para conferencias que no va nadie, pero no hay dinero para.....
«Es una vergüenza que sólo haya dos ambulancias pediátricas en Cataluña»
La Asociación del Defensor del Paciente en Cataluña pedirá investigar la muerte de una menor en el hospital de Blanes
Albiol acusa a Puigdemont de «hacer el rídiculo» con su charla en Bruselas
10
PP y C’s critican duramente el viaje al Europarlamento, y la CUP pone pegas a la proyección hecha del independentismo.
Carles Puigdemont aspiraba a que su acto, este martes en Bruselas, fuese una declaración de intenciones de su referéndum ilegal ante las instituciones comunitarias. Pero, en su lugar, y para fiasco del president, acabó siendo un evento para independientes convencidos, sin presencia alguna de representantes europeos y con muchas imágenes llamativas.
Entre los invitados destacó especialmente Moussa Ag Assarid. Su presencia llamó la atención de los asistentes, sobre todo, por su particular atuendo tuareg.
Maliense, Assarid no dudó en apoyar con entusiasmo a Puigdemont en su reclamación secesionista, con aplausos e incluso mezclándose entre un grupo de catalanes llegados de Calafell y portando una de sus pancartas pro-independentista. Tras la conferencia, ambos conversaron animadamente.
La independencia no reconocida de Azawag
Moussa Ag Assarid es el portavoz en Europa del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawag (MNLA), una organización político-militar que en 2012 protagonizó la conocida rebelión tuareg- una revuelta con 200.000 desplazados- que declaró finalmente la independencia unilateral de la región de Azawad (Mali). Esa independencia nunca ha sido reconocida por ningún organismo internacional y ha sumido a la región en la más absoluta inestabilidad y el caos.
El MNLA protagonizó un duro enfrentamiento armado con las fuerzas gubernamentales de Mali en el año 2012, precisamente en enero de ese año Ag Assarid se convertía en portavoz en Europa del MNLA. Este ejército de rebeldes tuareg fue tomando ciudades en el norte del país. A ellos se unieron los yihadistas de Ansar Dine, una organización terrorista vinculada a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que pretende instaurar una república islámica. Poco a poco fueron tomando las plazas más importantes como Gao, Ménaka y Tombuctú, en los pueblos que quedaban bajo el control de Ansar Dine se implantaba la sharia.
La inestabilidad en el norte acabó provocando un golpe de Estado militar que derrocó al gobierno de Bamako ante la imposibilidad de frenar la revuelta tuareg. Pese a ello, la falta de coordinación y el caos en las fuerzas oficiales provocó que el MNLA y Ansar Dine se hicieran con el control de la zona conocida como Azawag.
La ciudad de Gao, según un informe de Amnistía Internacional, fue objeto del saqueo y de violaciones en grupo por parte de los tuaregs y de las fuerzas islamistas. La minoría cristiana fue perseguida en la ciudad. “Los rebeldes han saqueado y quemado todo lo que han encontrado en la iglesia de Gao al grito de Allah Akhbar”, rebeló una fuente al diario británico The Guardian.
Los que en un tiempo fueron aliados para combatir al ejercito maliense, cuando lograron la victoria y el control sobre la zona de Azawag comenzaron una disputa por el poder. El continuo enfrentamiento entre las guerrillas de la zona culminó con la expulsión del propio MNLA, lo que dejó el territorio en manos de los yihadistas de Ansar Dine. Antiguos aliados de Ag Assarid para la independencia de Azawad, esta organización está clasificada como una amenaza terrorista internacional por sus vínculos con Estado Islámico en el África Subsahariana.
Puigdemont a lo suyo
Puigdemont insistió en Bruselas en sus mismos argumentos: el ataque al Gobierno por haber “rechazado categóricamente cualquier negociación” sobre un referéndum ilegal, y haber utilizado “políticamente” el Tribunal Constitucional contra su causa.
El president animó a las autoridades comunitarias a implicarse: “Europa no puede mirar hacia otro lado. Europa debe ser parte de la solución”, dijo. No obstante, el mensaje cayó en el vacío, porque ningún alto cargo comunitario estaba presente. La representación europea se limitó a una veintena de los 751 eurodiputados que habían sido invitados. En su lugar, entre los asistentes abundaban catalanes residentes en Bruselas o procedentes de Cataluña, invitados expresamente por los organizadores. Incluso, por menores, hijos de catalanes en la ciudad belga y que aprovechaban para hacer una visita a las instituciones comunitarias.
Puigdemont insistió en que el referéndum se celebrará este año e hizo oidos sordos a las advertencias que, desde Europa, aseguran que una Cataluña independiente tampoco será reconocida. El presidente catalán aseguró que sí, porque ese proceso equivale, dijo, a un “proceso de ampliación interna”.
Una tesis a la que Bruselas niega toda validez. Una Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera de la Unión y tendría que pedir el reingreso, que podría ser vetado por cualquier Estado miembro.
El senador de ERC y exjuez Santiago Vidal ha presentado hoy "voluntariamente" ante la dirección del partido su dimisión como senador "para no ser ningún obstáculo para el proceso" soberanista, según ha indicado la formación republicana en un comunicado.
Vidal había desatado una tormenta política al asegurar que el Govern tiene de forma "ilegal" los datos fiscales de los catalanes e investiga a jueces en Cataluña, unas afirmaciones que tanto el ejecutivo catalán como ERC se apresuraron a desmentir.
"He hecho unas declaraciones en un tono coloquial, intentando ser didáctico sobre el proceso, pero es evidente que tomadas en su literalidad no se ajustan a la realidad", ha afirmado hoy.
La Fiscalía investiga si el Govern obtiene datos ilegalmente
Las penas para el delito de revelación de secretos se elevan hasta los cinco años de cárcel