Buscan al responsable de servir un “menú espanyol” a Puigdemont en Bruselas
El viaje oficial del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, concluyó el pasado lunes con una jornada que se desarrolló en la sede de la Delegación de la Generalitat en Bruselas.
A primera hora, Puigdemont se reunió con los responsables de la institución y los trabajadores. Al mediodía, se sumaron miembros del sector privado y del Consejo del Casal catalán de Bruselas, una entidad que reúne a catalanes que viven en Bélgica y que fue impulsada en 1930 por Francesc Macià y Ventura Gassol durante su exilio.
Los encuentros culminaron con un ágape que se sirvió en la misma sede de la delegación. En ese tentempié los platos que se pudieron degustar no dejaron indiferentes a los invitados. Destacaban la tortilla de patatas, la empanada gallega y el jamón ibérico.
Según le contaron a El Chivato varios asistentes, los trabajadores de la propia embajada catalana en Bruselas no salían de su asombro. Y las protestas en los corrillos fueron considerables.
“¿Cómo es posible que no haya aquí una representación de la gastronomía catalana”?, se quejó uno de los invitados. “El que haya montado esto es para matarlo”, añadió otro. “¿Quién ha sido?”, se escuchó en la sala.
Puigdemont estuvo acompañado del consejero de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia, Raül Romeva, y del representante permanente de la Generalitat ante la UE, Amadeu Altafaj. Según pudo comprobar El Chivato, la cara de las autoridades “era también un poema” por el desliz gastronómico.
Sus equipos no tardaron en pedir explicaciones a los responsables de la embajada por el “patinazo”. De hecho si dejó claro que buscarían al responsable último del desaguisado.