Buenas, estimado Madoz.
Hace tiempo que no hablamos y con toda libertad te diriges a mí; todos tenemos claro que no haces nunca alusiones personales y no piensas que
NADIE ES MÁS QUE NADIE.
Vayamos pues a constatarlo.
Al parecer "celador o limpiador tendría que ser o para limpiar culos de los demás" porque es sabido por todos respecto a su trabajo y sus oposiciones que son "el ultimo nivel más bajo de la administración, quizás serían "cuestionarios"", por lo que queda claro que son la plebe que no merecen ninguna consideración comparándolos con tus oposiciones "porque ahora y cuando yo aprobé la competencia es y sigue siendo brutal y cada vez más (en niveles aceptables siempre lo ha sido)".
Dónde va a parar que se vaya a comparar la valia profesional y la tremenda dificultad del examen de los"niveles aceptables" como los funcionarios de nivel A (donde "la competencia es y sigue siendo brutal y cada vez más") con "el ultimo nivel más bajo de la administración" como los incapaces del grupo B, C o subalternos (donde sus exámenes "quizás serían "cuestionarios".).
Sí señor, todo un compendio de buen rollo con los demás y una total ausencia de sentimiento de superioridad hacia aquellos que poseen una categoría profesional inferior a la propia; mi más sincera felicitación.
NADIE ES MÁS QUE NADIE.
Todos sabemos asimismo que no es presumir de nada, que tampoco es melodramatismo ni teatralidad afirmar que "Yo fui interino y aún asi tuve que trabajando, estudiar para sacar una oposición sin ninguna ventaja sobre los que lo hacían sin ninguna interinidad".
Sí, señor porque yo lo valgo, pues todos sabemos que el 2017 ha sido el primer año en que a los interinos se les valora el tiempo trabajado previo a la oposición (siempre se valora el tiempo trabajado posteriormente a la fase de examen y si no se aprueba éste, pues no vale de nada), excepto, claro, en tu caso, donde no pudiste acumular dichos méritos y quedaste en total desventaja respecto al resto de opositores de todas las épocas y categorías del mundo mundial.
NADIE ES MÁS QUE NADIE.
Cada vez tengo un lío más gordo, porque ya no sé si soy celador, limpiador, médico, enfermero, astronauta, si pertenezco a "niveles aceptables" o a "el último nivel más bajo de la administracion"; pero algo así me da igual, pues tan digna y necesaria es la profesión y la labor de un profesional que se dedica a "limpiar culos" como la de quien se se ofrece a mismos menesteres que Hipócrates.
Aunque, por mas que le pese a alguno que no me dedique al, parece ser, rastrero quehacer del "último nivel más bajo de la administracion" como es el de "celador, limpiador, limpiar culos" que sólo consiguen su plaza de oposición mediante "cuestionarios"). No existe alusión personal ni menosprecio a ¿los de inferior categoría?.
NADIE ES MÁS QUE NADIE.
Sí acaso quedaba alguna duda sobre la absoluta superioridad moral, profesional, personal, ética de alguno, pues no resta más que saber que "Los interinos son temporales y algunos piensan que es para toda la vida porque son incapaces de aprobar una oposición sin ventaja previa".
Para qué comentar nada más, tan sólo hay que revisar una y otra y otra... y otra vez la maldita hemeroteca, para constatar al fin y a la postre que con el tiempo acaban aflorando las más íntimas convicciones.
NADIE ES MÁS QUE NADIE.
Toda una filosofía de vida, sí señor.
Vamos a tomar a uno de los grandes, D. Antonio Machado, para reafirmar algo que él mismo y casi todos sabemos, mas otros lo ignoran a sabiendas:
NADIE ES MÁS QUE NADIE.
En el discurso pronunciado por Antonio Machado en la sesión de clausura del II Congreso Internacional de Escritores, titulado "Sobre la defensa y la difusión de la cultura", podemos extraer:
Entre nosotros, españoles, nada señoritos por naturaleza, el señoritismo es una enfermedad epidérmica, cuyo origen puede encontrarse, acaso, en la educación jesuítica, profundamente anticristiana y –digámoslo con orgullo– perfectamente antiespañola. Porque el señoritismo lleva implícita una estimativa errónea y servil, que antepone los hechos sociales más de superficie –signos de clase, hábitos e indumentos– a los valores propiamente dichos, religiosos y humanos. El señoritismo ignora, se complace en ignorar –jesuíticamente– la insuperable dignidad del hombre. El pueblo, en cambio, la conoce y la afirma, en ella tiene su cimiento más firme la ética popular. «NADIE ES MÁS QUE NADIE» reza un adagio de Castilla. ¡Expresión perfecta de modestia y de orgullo! Sí, «NADIE ES MÁS QUE NADIE» porque a nadie le es dado aventajarse a todos, pues a todo hay quien gane, en circunstancias de lugar y tiempo. «Nadie es más que nadie», porque –y éste es el más hondo sentido de la frase–, por mucho que valga un hombre, nunca tendrá valor más alto que el valor de ser hombre. Así habla Castilla, un pueblo de señores, que siempre ha despreciado al señorito [Hora de España, n.º VIII, agosto 1937].
https://issuu.com/faximil/docs/1937-he-08
Saludos sabiendo perfectamente lo que alguno ignora a sabiendas, que
NADIE ES MÁS QUE NADIE.