Re: España país de pandereta y genocidio
Muertos: instrucciones de uso
Mbaye, que sufría una cardiopatía congénita, pasará a la memoria histórica como una víctima del tardofranquismo.
Juan Carlos Monedro | EFE
Mame Mbaye. Todos somos senegaleses, según Podemos. Y Mbaye, "un inmigrante perseguido por la policia (sic)", tuiteó Juan Carlos Monedero. "Cuánto dolor innecesario. ¿No basta la tragedia de ser inmigrante?", añadía. Fue la noche de las lunas rotas en Lavapiés. Mbaye, que sufría una cardiopatía congénita, pasará a la memoria histórica como una víctima del tardofranquismo. Da igual que no le persiguiera la Policía. Es más, todavía importa menos que fueran dos policías quienes trataran de reanimarlo.
A Monedero no le jode un tuit ni la verdad más meridiana. Policía asesina. Tirando la piedra. El podemismo echa la culpa a las agencias EFE y Europa Press, que ciertamente despacharon dos teletipos que vinculaban una inexistente operación policial contra la manta con la muerte accidental de Mbaye. Munición de primera para incendiar el barrio. Un pobre hombre ha muerto, negro, catorce años sin papeles. Los jóvenes de la CUP gritaban por Barcelona: "¡Nativa o extranjera, la misma clase obrera!". Niños y niñas de casa bien hermanados con manteros y lateros subsaharianos. La lucha continúa. Fuego y furia por un muerto en Lavapiés, libertad para los Jordis en Cadaqués. Si el separatismo hubiera tenido un Monedero el 1-O...
Los raperos Valtònyc y Pablo Hasél son héroes de la libertad de expresión por sus caca, folla, pedo, pis sobre la Corona, Willy Toledo eleva a la categoría artístico judicial el tradicional "cagondiós", las panteras grises están en pie de guerra y en Vich dicen que "Estrasburgo" ha "despenalizado" la quema de fotos del Rey. Suiza acoge a Puigdemont y Finlandia se prepara para la visita del estadista catalán. En el frente polar de las mentiras se cuece la tormenta perfecta.