Lengua Catalana
El Catalán es una lengua romance hablada habitualmente por 2.742.600 personas y entendida por 5.837.874 de personas en Cataluña (España). Además de en Cataluña, el Catalán se habla en Andorra. No obstante, ciertos intereses expansionistas, han llevado al pancatalanista a intentar anexionar otras lenguas y territorios como el Mallorquín/Balear, el Aragonés y el Valenciano.
Proceso de suplantación de la Lengua Valenciana (S. XIX, al XXI)
Hemos considerado conveniente abordar en este último capítulo (y hacerlo desde una perspectiva sociolingüística) el proceso de destrucción acelerada que ha sufrido y sigue sufriendo la histórica Lengua Valenciana desde la doble agresión organizada contra ella : por una lado, la del castellano que impuso su dominio desde el Decreto de Nueva Planta en 1707 -estableciéndose oficialmente, desde entonces, en todos los ámbitos de la Administración- ; y por otro lado, la aún más grave, agresión del catalán (dialecto barceloní) ,elevado a la categoría de lengua por los laboratorios fabrinos de principios del siglo XX, convertido en instrumento de ideologización doctrinal de las nuevas generaciones valencianas y usado como idiolecto de suplantación de nuestra muy documentada lengua valenciana.
Un dialecto barceloní utilizado como instrumento de dominio y de poder por la todopoderosa burguesía político/editora catalana que, siguiendo las más refinadas técnicas totalitarias de control mental (escuela + profesores + libros + medios de comunicación), está consiguiendo el entreguismo dócil de una gran cantidad de jóvenes valencianos domesticados hacia la victoria final: su conversión en catalanes de tercera, previa pérdida de su autoestima como pueblo de un Reino con pedigrí milenario.
Ha sido un proceso largo, bien estudiado, ingeniosamente diseñado, programado a lo largo de dos siglos, financieramente bien dotado, genialmente “marketinizado” y de resultados gravemente dañinos para nuestra lengua y, por ende, para nuestra cultura. La trayectoria de la lengua valenciana, durante los dos últimos siglos, ha de estudiarse, por necesidad, en paralelo a los movimientos de acomplejada soberbia y agresión contra Valencia, venidos desde la comunidad vecina catalana, sobre todo, durante la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI. Entre otras cosas porque siempre conllevaron unas actitudes de falta de respeto e intención destructiva que niegan la convivencia razonable entre comunidades hermanas.
A diferencia de la LENGUA VALENCIANA, que existió como lengua “normalizada” desde sus Siglo de Oro de la Literatura Valenciana (XV), con plena autonomía léxica, fonética, morfosintáctica y semántica, perfectamente estructurada en gramáticas y diccionarios propios y escrita por centenares de autores, el catalán actual fue siempre un mosaico de dialectos procedentes de Provenzal, que todavía no estaban “standarizados” a principio del siglo XIX. Sobre el sustrato lingüístico del dialecto barceloní, (el más impuro pero el más ampliamente hablado), se creó en 1906 el catalán moderno: un producto artificial de laboratorio -plagado de galicismos y arcaismos- que, desde entonces, intenta imponerse, por la fuerza de la ideología, a base de la aniquilación del valenciano.
El proceso de suplantación ha sido de largo recorrido, y podemos encontrar ya los primeros esfuerzos hasta en los mismos ilustrados valencianos que, de manera equivocada, cayeron en la trampa de empezar a utilizar términos erróneos como “lengua lemosina”, “llemosí”, “occitano”, etc… para referirse a la lengua valenciana … Estos autores aceptaban el vocablo, sin pasarlo por la rigurosidad de la crítica científica o de la investigación de las fuentes. Autores como Jovellanos, Ferrer Cardona, Martínez Aloy, Rafael Ferrer i Bigné, José Escrig, Teodoro Llorente, Constantí Llombart, utilizaron, equivocadamente, esa terminología. Algunos, como Llombart, rectificaron su error, pero la mayoría, no: les faltó cultura filológica y rigurosidad científica.
La falta de investigación histórico-lingüística, la falta de cultura filolólogica en los autores de la época, la desinformación y la falta de una clasificación sistemática de las lenguas románicas anterior a la realizada en 1836 por el Padre de la Romanística Europea, el filólogo alemán Friedrich Díez (“Grammaire des Langues Romanes.-1836/1842”. 3ª edic. Paris L. A. France. 1874), todas estas carencias, fueron astutamente aprovechadas ya en el siglo XIX por algunos creadores de la delirante fantasía catalana para arrogarse una lengua histórica, que jamás tuvieron y para usurpar un Siglo de Oro de literatura, que jamás les perteneció. Y los valencianos, como de costumbre, no reaccionaron.
El profesor Ubieto y su Departamento de Historia Antigua y Media, libraron una durísima batalla contra el catalanismo rampante que ya a finales de los 60 intentaba posicionarse en la Universitat falseando la historia de Valencia y de su Lengua. Los trabajos del profesor Ubieto desmontaron siempre, una por una, todas las falsedades del "Establishment" (poderes fácticos) catalán, obsesionado en apropiarse una Lengua, una Cultura y una Historia que jamás les perteneció. Querían crear la "Gran Catalunya".
Sus triunfos de investigador le costaron caro: en 1972 el profesor Ubieto fue enviado al exilio zaragozano por las nuevas huestes catalanizantes que se habían apoderado materialmente de la Universitat e hicieron de ella el coto del búnker-barretina. Todos los "disidentes" fueron condenados al ostracismo, al "gulag" de la burla cruel y del desprecio. Y así, poco a poco, el monolitismo histórico-lingüístico catalán acabó con el pluralismo librepensante que durante tantos años había ilustrado las aulas literarias universitarias. Esa asfixiante situación es la que ha perdurado y perdura...
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Ubieto acosado por el catalanismo Era allá por los 60 cuando el profesor Joan Reglá siempre nos solía recordar en sus clases: "Estos valencianos no se dan cuenta de que siempre que Cataluña sube, Valencia cae y al revés. Difícilmente podemos ir a la par"...Mejor una Valencia hundida y vasalla de Cataluña, que una rival dura y competidora. En lo lingüístico y, sobre todo en lo económico.
Lástima que nuestras Nuevas Generaciones hayan sido desposeídas de su rebeldía crítica y de su descaro para plantar cara a un profesorado-Universitat-Estudi-General, más dado a hacer política que investigación, más vasallo del Establishment catalán que señor de lo propio.
Sin rebeldía y sin crítica, la Lengua, la Cultura y la Historia de Valencia han venido otros a reinventárnoslas...
A diferencia de la LENGUA VALENCIANA, que existió como lengua "normalizada" desde su Siglo de oro XV, con gramáticas y diccionarios propios, el catalán era una "melé" de dialectos aun no normalizados a principios del siglo XIX. Con la llegada de los ingeniosos historicismos románticos llega el auge de los nacionalismos nostálgicos apadrinados por las burguesías emergentes, el catalán comienza su andadura:
PUNTO de PARTIDA:
Volviendo la mirada hacia los movimientos románticos que invaden la literatura española a partir del 1830 y con la llegada de los ingeniosos “historicismos románticos” (ya analizados en el anterior capítulo), llega también el auge de los nacionalismos nostálgicos, padrinados por las burguesías nacionalistas emergentes. Nacionalismo como sinónimo de vuelta al totalitarismo feudal, como auge de las nuevas castas dominantes, de control de masas a través de una cultura, muchas veces inventada (vascos y catalanes) e incompatible con ese otro nacionalismo civilizado y respetuoso con la historia (el valenciano) que libra su batalla contra sus agresores vecinos.
El catalán comienza su andadura iniciando un grave proceso de suplantación, por absorción, asimilación y eliminación, de nuestra histórica Lengua Valenciana. Las fechas y los hechos hablan por sí solos.
http://www.lenguacatalana.com/