Quim Torra, el
aspirante a presidente tapadera de Carles Puigdemont, es un separatista orgulloso, un "patriota" cuyos referentes se hunden en el pistolerismo catalanista de los años treinta, un movimiento violento, fascista y con un acusado componente racista que aflora periódicamente en el seno del nacionalismo.
Torra honra una tradición. Jordi Pujol describió al "hombre andaluz" como "un hombre poco hecho que vive en un estado de miseria cultural, mental y espiritual que constituye la muestra de menor valor social y espiritual de España" (del texto "La inmigración, problema y esperanza de Cataluña", 1976).
El que fuera presidente del Parlament e histórico dirigente de ERC, Heribert Barrera, también defendía las tesis racistas del catalanismo sin tapujos y alertaba del "peligro de la inmigración" con consideraciones de este pelo: "No pretendo que un país deba tener una raza pura, pero hay una distribución genética en la población catalana que estadísticamente es diferente a la de la población subsahariana. Hay muchas características de la persona que vienen determinadas genéticamente y la inteligencia es una".
Torra no va a la zaga de Pujol y Barrera. Los
mensajes de racismo y odiocontra los españoles avalan su candidatura a presidir la Generalidad. Según Torra, los españoles son maleducados, pijos, inmundos y ladrones, peligrosos ejemplares de una subespecie invasora en Cataluña. El cuarto candidato del golpismo pasa por ser un experto en el catalanismo de los años veinte y treinta, un estudioso de la época seducido por las figuras de personajes como los hermanos Badia o Daniel Cardona, fundador del grupo "Nosaltres Sols" (Nosotros Solos), una facción de "Estat Català" cuyos herederos recuperaron y actualizaron las teorías raciales del catalanismo.
La raza catalana antes de Twitter
Ya en los años ochenta escribían en un
panfleto que se preserva la Universidad Autónoma de Barcelona con las diferencias entre las supuestas razas catalana y española. Bebían de las mismas fuentes que Pujol y Barrera para alumbrar textos de esta índole:
-Ha sido considerable a pesar de que no definitiva la influencia de árabes y moros, que se han mezclado con los autóctonos, en especial en el sur, dando un mestizaje que se reconoce por unos caracteres morfológicos externos (cabellos más oscuros y rizados y color de piel más oscuro y que es debido a un mayor poder pigmentario y no al sol), además, el ángulo anterior mandibular es inferior al del catalán. Se puede considerar el español como un elemento de la raza blanca en franca evolución hacia el componente racial africano y semítico (árabe).
-El coeficiente de inteligencia de un español y de un catalán según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación y Ciencia español, da una clara ventaja a los catalanes.
-La progresiva degradación racial español puede contagiarse a los catalanes debido a la fuerte inmigración. Los frutos se pueden ver si observamos la diferencia caracterológica entre el hombre del campo, no contaminado por la saga española, y el de las ciudades. El carácter trabajador y europeo del catalán es un factor anímico bien contrario al gandul y proafricano del español.
-Por todo eso tenemos que considerar que la configuración racial catalana es más puramente blanca que la española y por tanto el catalán es superior al español en el aspecto racial.
Apología de "Nosaltres Sols"
Torra renueva la tradición racista y reivindica a grupos como Estat Català y Nosaltres Sols, "pioneros del independentismo". "Siempre habían estado allá, mantenida la llama del recuerdo por un pequeño pero fidelísimo número de seguidores, lejos, empero, del catalanismo mayoritario, que transitaba por otra acera", escribía en un
artículo (2014) en el periódico El Punt-Avui. Y añadía: "En estos cien años en el que el catalanismo suspiraba por encontrar una grieta en la que encajar un proyecto común para España, ellos ya se habían dado cuenta de la absurdidad de esta locura bajo monarquías, repúblicas, dictaduras o democracias. Cuando año tras año se iban aprobando los presupuestos y pactos de gobernabilidad, ellos advertían que España nos expoliaba. Cuando en las manifestaciones se gritaba "som una nació", ellos puntualizaban que una nación sin estado es un naufragio seguro. Cuando para unos, atrapados en la telaraña española, todo les parecía tan complicado, ellos en cambio planteaban argumentos sencillos y claros: libertad, democracia, justicia social, estado catalán".
La llama de los personajes a quienes admira Torra sigue muy viva. Prueba de ello es el
Moviment Identitari Català, que se apresuró a
felicitar al personaje sin disimular su entusiasmo. Son los mismos que se juntan cada 28 de abril delante del portal de los hermanos Badia para cantar "Els Segadors" y escuchar unas palabras de algún dirigente de relieve. Torra se ha curtido como orador en esa clase de actos.