«Tú, facha, ¿no sabes que aquí no puedes estar?»
El anarquista detenido por homicidio en Zaragoza pateó a la víctima en la puerta del bar donde le increpó. Hoy pasará a disposición judicial.
Locales llenos de símbolos antisistema, pancartas independentistas, en apoyo a la lucha anarquista, feminista y grafitis de A.C.A.B (All Corps Are Bastards) en cada esquina dan buena cuenta de que el barrio de La Magdalena es la zona más frecuentada por el movimiento antifascista y anarquista de Zaragoza. Por aquí, además de por la okupa de la ciudad, el Centro Social Okupado (C. S.O.) Kike Mur, se movía Rodrigo Andrés Lanza Huidobro, el joven de 33 años detenido por el homicidio de Víctor Lainez, de 55, el pasado día 8 a las puertas del bar El Tocadiscos.
Sí se conocían del barrio. Al menos «El Rodri» sí conocía a su víctima. Cuando le vieron entrar solo al bar de copas aquella noche le increparon, según fuentes policiales. «¡Tú,facha!¿qué haces aquí en este barrio?¿No sabes que aquí no puedes estar?», le vino a decir el detenido a Laínez. «Éste también es mi barrio», le contestó la víctima, cosa que era verdad pues vivía a apenas dos calles de allí. Después, según declararían fuentes presenciales a los investigadores, ambos salieron fuera del bar y siguieron discutiendo. En un momento dado, la víctima decide volver a entrar al bar y es cuando, supuestamente, Rodri le golpea. Se trata se un objeto contundente de hierro y podría ser desde un mosquetón o un puño americano hasta un elemento de hierro de la bici (un pedal o la barra del sillín). Una vez que la víctima cae al suelo, el presunto autor lejos de parar la pelea, comienza a patearle, según fuentes policiales. Los otros tres compañeros del detenido no participaron, al parecer, en la agresión, según las mismas fuentes.
Mas o menos así fue la pelea que acabó con la vida de Victor Lainez, conocido por ser miembro del grupo motero Los Templarios y simpatizar con la extrema derecha. Deja dos hijos (chico y chica) veinteañeros de una relación anterior, una pareja actual y un padre muy mayor que ayer se encontraba «muy afectado» en el tanatorio de la localidad. Aunque ayer había decenas de personas, su entierro estaba previsto para hoy en la más estricta intimidad. Mientras, los colegas de «Rodri» o «El Lanzas», como es conocido el presunto autor, ayer no levantaban cabeza con su compañero y «héroe» de nuevo en dependencias policiales. «Es un tío normal, muy comprometido con las causas antirracistas y se la han vuelto a liar. A saber cómo fue la movida, yo no me creo nada». Esto lo dice un compañero okupa de Rodri y cuando dice que se la han «liado» hace referencia a sus antecedentes penales. Porque si el joven era uno de los héroes del anarquismo barcelonés y ahora de Zaragoza era por ser «víctima de un montaje policial». Hablan del caso «4-f», cuando Lanza fue condenado a cinco años de prisión por dejar tetrapléjico a un guardia urbano en Barcelona en 2006. Fue en mitad de una pelea entre anarquistas y policías a la salida de una okupa de la Ciudad Condal y él, a pesar de ser condenado por la Audiencia Provincial y ratificado por el Supremo, siempre ha denunciado que fue todo mentira y crearon el documental Ciutat Morta para explicarlo. Sus amigos de Zaragoza le creen y ahora, sin saber lo que ha pasado, también. Es la camaradería, fiel hasta la muerte, entre los activistas del movimiento antifascista. «No queremos hablar pero ahí había más gente que sabe que no ha sido así. El nazi (el fallecido) es un conocido de aquí de toda la vida y más de una vez nos ha enseñado la pistola. Aquí a mi bar entró una vez a provocar porque tengo ahí la esvástica tachada y sabe q aquí no puede pisar ¿qué quería? Pues pelea», dice otro colega de Rodri. Aquella noche Laínez iba solo. «Ese fue el problema. Si hubiéramos estado algún amigo con él, eso no había pasado», cuenta un allegado a la salida del tanatorio. Al parecer iba solo de copas y acabó en El Tocadiscos, un bar de la calle Antonio Agustín, que antes estaba frecuentado por gente de ambiente latino y era más conflictivo porque armaban jaleo, según los vecinos. Ahora suele ir gente de mediana edad y, a eso de las 2 de la mañana, gente más joven porque hace las veces de «after hours», según los antifascistas de La Magdalena. A esa hora se empieza a llenar de gente más punki. Laínez estaba, por tanto, en territorio un tanto hostil y se encontró con la corpulencia y el odio radical de Lanza. «Rodri estaba cachas porque hacía mucho deporte, iba mucho con la bici y solía arreglarlas, era uno se sus pasatiempos, pero no le veo yo pegando a nadie», aseguraba ayer otra joven del gremio. Este referente del movimiento llevaba unos cinco años viviendo en Zaragoza y pronto se hizo un hueco, gracias a sus antecedentes, en la «cúpula» del núcleo duro anarquista, según fuentes policiales, que recuerdan que él se libró pero sus compañeros están implicados en las operaciones Piñata y Pandora, contra este tipo de colectivos. En la capital aragonesa, que escogió «un poco al azar», según explica él mismo en una de las entrevistas que dio al salir de prisión y convertirse en un personaje conocido dentro de este movimiento, pronto se echó novia y ahora llevaba cerca de dos años trabajando como camarero en Birosta ,un restaurante vegetariano de la calle Don Teobaldo, muy cerca de la plaza de la Magdalena. Aunque es de origen chileno (su madre, Mariana Huidoro, es descendiente del general del mismo apellido y mano derecha de Pinochet) no es conocido como «El Chileno», un conocido anarquista de Zaragoza al que al principio pensaron que habían detenido, según los antifascistas de la localidad, que insisten en restarle importancia a lo que ha ocurrido y creen que todo fue un «accidente».
«Su madre lo paso muy mal cuando le metieron preso por lo de Barcelona y él también cuando la compañera del 4-f se suicidó en un permiso penitenciario. Por eso no le veo jugándosela otra vez para entrar en la cárcel», zanja un allegado. Estaba previsto que pasara a disposición judicial y muy probablemente el juez dicte para él prisión preventivo.
Abierto un expediente de expulsión
Además, fuentes policiales confirmaron ayer a este diario que se le ha abierto un «expediente expulsión ordinario comunitario». A pesar de su origen chileno, Lanza tiene pasaporte italiano. No obstante, las mismas fuentes aseguraron que este expediente ha quedado paralizado al haber unas actuaciones judiciales abiertas y que se resolverá cuando estas concluyan.