Re: La clase y el saber estar de Aznar
Todo surge con una lamentable confusión de términos: distinto no es igual a enemigo. Pero no hay forma de que se aprenda a vivir en un espacio común en el que hay visiones distintas de realidades que son percibidas de modo distinto.
A mí, sinceramente, me daría miedo que todo el mundo, a la misma hora tuviera exactamente el mismo canal de televisión o que todos los españoles tomáramos la misma decisión con respecto a la composición del menú de mañana. Sería espantoso que todos tuviéramos el mismo modelo de coche del mismo color o que todos fuéramos forofos del mismo club de fútbol. De hecho, los demás equipos ni tendrían jugadores...
La uniformidad, afortunadamente, es una solo una elucubración de pesadilla. Pero parece ser que nos empeñamos en verle la gracia cuando toca ciertos puntos y de ahí no nos movemos.
En cierto sentido es normal desear que los argumentos que uno hace suyos sean los vencedores. Pero ni sabemos perder, ni sabemos ganar. Si perdemos nos dedicamos a cavar minas bajo el Estado para volarlo. Si ganamos lo administramos como si fuera un cortijo. Y,lo más triste, es que los españoles apostamos una y otra vez por ese modelo.
Yo vivo en Mallorca donde dos partidos se han cubierto de gloria con la corrupción. Además, tan cutre que solo les ha faltado televisar el momento en que adoptaban la postura del egipcio. Tenemos un porcentaje escandaloso del Parlamento autonómico que está imputado o... encarcelado. Pero si hablas con los votantes de esos partidos te dicen, invariablemente "mejor que roben los nuestros que los otros" y... siguen votando a los imputados. Aquí la corrupción ha alcanzado al pueblo, como colaborador necesario. Solo es una muestra.
Saldremos de esta porque el tiempo todo lo cura, pero no será gracias a la disposición, inteligencia, sentido de la responsabilidad y calidad humana de ninguno de nuestros políticos.
Espero que te equivoques con la mención que haces a la Segunda República.
Saludos,