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Hospital de Sant Pau siguió pagando siete años el sueldo a un exdirectivo
Ricard Gutiérrez cobró hasta 2011 del hospital, en el que no trabajaba desde 2004
Un sueldo de gerente adjunto está remunerado con entre 80.000 y 110.000 euros al año
ORIOL GÜELL Barcelona 15 MAY 2012 - 01:34 CET116
Archivado en: Hospital Sant Pau de Barcelona Barcelona Generalitat Cataluña Cataluña Administración autonómica España
El hospital público de la Santa Creu y Sant Pau siguió pagando durante cerca de siete años el sueldo a un ex gerente adjunto que ya no trabajaba en el centro sanitario. Ricard Gutiérrez Martí fue nombrado, en el primer trimestre de 2001, mano derecha del entonces gerente, Joaquim Esperalba. Ejerció funciones ejecutivas hasta la marcha de su mentor, a principios de 2004, tras lo cual dejó de tener función alguna en el hospital de Barcelona, según las fuentes consultadas en el centro.
No fue hasta abril de 2011, con motivo de unas elecciones sindicales —que aun no se han celebrado por varias impugnaciones y otros problemas internos— cuando los representantes de los trabajadores tuvieron acceso al censo de la plantilla y descubrieron que Gutiérrez Martí seguía constando como “gerente adjunto” con una antigüedad de 121,55 meses, según los documentos a los que ha tenido acceso EL PAÍS. Solo un mes más tarde, tras el revuelo interno que causó la noticia, Gutiérrez Martí fue despedido o decidió abandonar el hospital. En junio ya había desaparecido de las hojas de cotización de la Seguridad Social.
La dirección del Sant Pau y Gutiérrez Martí se han negado a dar su versión de los hechos pese a los reiterados intentos hechos por este diario desde el pasado jueves. Tres fuentes del centro sanitario, sin embargo, han confirmado los hechos y han apuntado que la remuneración de un gerente adjunto en el Sant Pau asciende “a entre 80.000 y 110.000 euros al año”.
Un médico ha denunciado al hospital por delito societario, estafa y malversación
El caso de Gutiérrez Martí ha causado un hondo malestar en amplios sectores del hospital de Sant Pau, centro que fue intervenido el pasado mes de marzo por la Generalitat de Cataluña tras acumular un agujero superior a los 18 millones de euros y que se ha visto sometido a las durísimas medidas de ajuste presupuestario que el Gobierno de Artur Mas ha aplicado a la sanidad pública, que ha visto reducidos sus recursos en más del 10%.
Los detalles de la trayectoria de Gutiérrez Martí en Sant Pau han sido incluidos en una denuncia presentada por un médico del centro contra sus responsables por malversación, delito societario y estafa. En la demanda se denuncian esta y otras presuntas irregularidades cometidas en los últimos años. El Juzgado de Instrucción 22 de Barcelona ha abierto diligencias previas y ha llamado al denunciante a declarar en los próximos días para que precise algunos detalles de la extensa denuncia presentada (38 páginas y 29 anexos con documentación).
Ricard Gutiérrez.
Ricard Gutiérrez Martí es un peso pesado en la sanidad pública catalana y española. Actualmente es vicepresidente de la Organización Médica Colegial en representación del Colegio de Médicos de Barcelona y director de una cátedra en gestión sanitaria de la Fundación Doctor Robert, dependiente de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Anteriormente, ocupó cargos directivos en el Ministerio de Sanidad, Ayuntamiento de Barcelona y Cruz Roja.
Las remuneraciones del exdirectivo se han mantenido pese a que, tras la marcha del gerente que le nombró, el hospital ha tenido otros tres máximos responsables: Jordi Varela (desde principios de 2008 y destituido por la Generalitat tras intervenir el centro), Jordi Colomer (de 2004 a finales de 2007) y Josep Antoni Grau (unos meses en 2004). Tampoco el Departamento de Salud catalán puso fin a la situación. En 2004, incluso, el Gobierno tripartito nombró a Gutiérrez Martí patrón de la fundación que gestiona el hospital. Ocupó el cargo durante cinco años.
Ningún documento acredita que Gutiérrez Martí dirigiera Sant Pau tras 2004
Pese a la negativa del exdirectivo y del hospital para aclarar las remuneraciones, EL PAÍS ha intentado obtener alguna evidencia de que Gutiérrez Martí hubiera ejercido entre 2004 y 2011 funciones directivas que —aunque pagadas irregularmente— sí pudieran justificar los ingresos que seguía percibiendo. No la ha encontrado. En ninguno de los cientos de documentos internos y externos consultados —comunicaciones, memorias, organigramas, resoluciones...— consta Ricard Gutiérrez Martí como gestor de Sant Pau después de 2004. Sí figura como patrón, pero este cargo no está remunerado en ningún caso y, desde una ley aprobada por el Parlament en 2008, es, además, incompatible con cualquier ingreso procedente de la institución de la que se es patrón.
Tampoco la dirección de la cátedra de la Fundación Doctor Robert justificaría que el ex gerente adjunto siguiera cobrando de Sant Pau, porque la única relación entre ambas entidades es que el hospital figura como patrón de la fundación.
La denuncia presentada por el facultativo del hospital no solo denuncia presuntas irregularidades cometidas en los últimos años, sino que pretende poner de manifiesto que la peculiar estructura del Sant Pau es lesiva para sus pacientes y trabajadores. El histórico hospital fue dividido en dos fundaciones en 1991, una encargada de prestar asistencia sanitaria —la gestora— y la otra de hacer rentable el enorme patrimonio —la patrimonial, con más de 1.200 propiedades— recibido como donación por una institución con cinco siglos de historia. A ellas se unió poco después una tercera dedicada a la investigación.
El objetivo era evitar que las deudas contraídas en la década de 1980 con la Seguridad Social —problema que afectaba a otros centros sanitarios— pudiera acabar con un embargo que afectara al patrimonio. El resultado ahora, sin embargo, es que mientras la fundación patrimonial acumula beneficios, la gestora se ve afectada por duros recortes que afectan a sus pacientes y trabajadores. El fraude, según la denuncia, se produce cuando el dinero logrado gracias a unos bienes donados para que el hospital atendiera a los enfermos, no es destinado a la asistencia médica sino que se queda en manos de la patrimonial.