Sin ánimo de ofender a nadie, y reconociendo el enorme esfuerzo hecho por unos pocos, desde mi humilde opinión creo que estamos errando el camino. O puede que no. ¿Quién sabe cuál es la dirección correcta?
Y si digo que estamos errando el camino es porque sigo apostando por tomar una postura de fuerza que no deje cerrado el camino al diálogo, si es que existe ese camino, y no es nada más que una cortina de humo que nos impide ver la dirección correcta.
¿Hemos intentado contactar con otros afectados por las PPs para hacer causa común aunque ya hayan canjeado o estén en ello? Estoy seguro de muchos de estos afectados querrían resarcirse de lo que han hecho con ellos.
Sigo pensando que aún tenemos un as en la manga: la porquería que se esconde detrás del sistema financiero español. ¿Sería posible movilizar a todos estos estafados y poner en jaque a la banca española y sus adláteres? ¿Por qué en la próxima reunión política no se hace alguna velada amenaza de este tipo? ¿Por qué no nos quitamos la piel de cordero y nos ponemos la de lobo?
En cuanto a las denuncias, querellas y demás contra Bankia parece que el camino del engaño y del timo no tiene mucho recorrido jurídico. Vayamos pues a los números. A la realidad. No a lo subjetivo:
¿Por qué se vendieron las PPs a minoristas? ¿Estaba permitido? Si es así, ¿quién lo autorizó?
¿Es legal que las PPs de Caja Madrid estén ahora en el BFA?
¿Es o era legal ese mercado interno donde todos adquirimos las PPs?
¿No vulneró nuestros intereses el cierre de ese mercado de un día para otro?
¿Son reales las cuentas que presentó Caja Madrid en 2009?
¿Es correcto el funcionamiento actual del mercado SEND?
Es posible que haya más posibles incorreciones que se me escapan. Reunámoslas, asesorémonos si tienen base legal y hagamos saber a Bankia y al Gobierno que vamos a plantarles cara, no con si nos engañaron o no, sino con datos reales y comprobables que pueden ser objeto de delito.
Está claro que si nos tienen que dejar caer lo van a hacer. Y eso es algo sobre lo que no tengo ninguna duda. Solo nos queda plantarles cara, sin pedir favores, sino con la Ley por delante.
A seguir bien.